Característico por su sabor y presentación, el nopal —una planta de la familia de las cactáceas— se encuentra vinculado a la cocina mexicana desde épocas remotas. Su uso heredado de la tradición indígena sigue permeando en muchos hogares mexicanos. Se estima que se consumen 6.4 kilogramos de este producto per cápita, además, representa más del 5% del total de hortalizas generadas a nivel nacional.
A dicha importancia, se le unen todas sus propiedades nutricionales, las cuales junto a su adaptabilidad y resiliencia, han hecho que el nopal sea considerado un superalimento: aporta un alto contenido de zinc, fósforo, calcio, fibra y vitamina C y requiere de pocas especificaciones para su cultivo. Sin embargo, esto último ha causado un mercado complejo que ha abaratado su precio y ocasionado que muchos agricultores apuesten por procesos económicos de siembra, riego y fertilización y, por lo tanto, sean poco benéficos.
Ante esto, algunas familias productoras de la Alcaldía de Milpa Alta crearon una asociación llamada Grupo Tlacaetl, y decidieron esforzarse por generar cosechas más sustentables y saludables, integrando el cuidado al nopal a la tierra y las personas. Dicha calidad, llamó la atención de Grupo Restaurantero Gigante (GRG), que ha establecido una alianza con ellos, adquiriendo nopales de la demarcación para sus sucursales de El Farolito.
¡Esta acción está apoyando a fomentar el comercio justo y a ofrecer a las y los comensales nopales libres de fertilizantes! Te contamos los detalles.
El nopal de Milpa Alta, garantía de salud y frescura
Tan solo en 2021, la Ciudad de México produjo un total de 227 mil 845 toneladas de nopal, posicionándose como la segunda entidad más importante de este sector, después de Morelos. Lo anterior demuestra el potencial de las y los agricultores de la zona, ya que pese a la gentrificación, siguen cuidando sus tierras y dedicándose al campo, como lo hacen las familias que pertenecen a Grupo Tlacaelt.
Ellos y ellas han destinado sus siembras a la producción de nopal, cuyos objetivos son:
- Tener prácticas sostenibles.
- Evitar el uso de fertilizantes.
- Ofrecer una hortaliza sana y fresca.
Este grupo, conformado por: Emma Abad, Anastacia Catalina Guzman, Carmen Nápoles, José Luis Padilla, José Luis López y Alejandro Garduño, se congrega en la comunidad de Santa Ana Tlacotenco; y su integrantes comparten la visión de hacer que el nopal de Milpa Alta sea reconocido por su manera de cosechar y su compromiso con el entorno.
“Nuestro nopal es diferente porque ya no usamos agroquímicos. Gracias a las capacitaciones que hemos tenido, estamos logrando producir nopal inocuo, pensando primero en nuestra salud y, claro, en la de los consumidores”.
José Luis López, productor de nopal.
Como lo señala la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), el uso de agroquímicos y fertilizantes es una de las principales causas de contaminación de las aguas subterráneas, además, erosiona los suelos y afecta sus funciones.
La primera problemática es una de las que más afecta a la salud humana puesto que, el agua contaminada por este tipo de productos se relaciona con padecimientos como el cáncer gástrico, malformaciones, hipertensión, entre otros; por ello, la labor que realizan las y los agricultores en Milpa Alta representa un esfuerzo por combatir esto, así como preservar los espacios naturales de la CDMX.
Esta diferencia implica mucho más trabajo, como lo explica José Luis Padilla —integrante del grupo— quien destaca que aunado al sabor que le dan el clima y el suelo, el nopal de Milpa Alta que producen mantiene un equilibrio ecológico al prescindir de agroquímicos y emplear las técnicas tradicionales, favoreciendo al medio ambiente. Aunado a ello, cuenta con certificaciones que respaldan su labor, de acuerdo con Anastacia Catalina Guzman, una de las productoras del grupo.
“Tenemos certificación en sistema de reducción de riesgos de contaminación con agroquímicos como BUMA en el buen uso y manejo de agroquímicos; Rainforest y COSECHA. Para nosotros son muy importantes estos documentos porque en ellos está plasmado lo que hablamos sobre nuestro buen cultivo”.
Anastacia Catalina Guzman, productora de nopal.
Por este esfuerzo, Grupo Tlacaetl fue incorporado a la iniciativa Mercados por un futuro sostenible de la organización Rainforest Alliance, la cual avala e impulsa a pequeños productores en prácticas sustentables, para vincularlos posteriormente con empresas. Gracias a esto, Grupo Restaurantero Gigante logró encontrarlos y hacerlos parte de Proyectos Productivos, una de las grandes estrategias de Responsabilidad Social de la compañía, que busca crear un sistema de comercio justo.
Cosechando alianzas justas
Este último punto es lo que más ha impactado beneficamente al Grupo Tlacaetl, que ha encontrado en GRG a un aliado clave para seguir impulsado al nopal de Milpa Alta, ya que desde que inició a transitar a nuevas formas de cultivo sabía que sus costos iban a aumentar y a enfrentarlos con un mercado excluyente.
“Dijimos: ‘Necesitamos encontrar un cliente que valore la calidad con la que estamos produciendo, ha sido muy largo este proceso’. GRG vino a ser eso que buscábamos, porque es una empresa que valora nuestro esfuerzo. […] Siempre nos ha dicho: ‘Sí hay mercado, pero a nosotros nos costó’, y con GRG se está dando, no es una promesa”.
José Luis Padilla, productor de nopal.
Actualmente, GRG adquiere hasta 200 kilogramos por semana del nopal de Milpa Alta cosechado por Grupo Tlacaetl, como parte de los insumos de la marca El Farolito, los cuales llegan de manera fresca y comprados a un precio justo. En las sucursales es recibido por colaboradores quienes verifican la calidad para que se puedan disfrutar en platillos como tacos, ensaladas, volcanes o huaraches.
Ante el producto, Oscar Javier González, supervisor de El Farolito Del Valle, afirma que la calidad del nopal de Milpa Alta es superior al de otros proveedores ya que la frescura y sabor, son claves para un sabor inigualable, por lo que insta a las personas a probar los alimentos hecho con este insumo.
“En El Farolito siempre cuidamos que el nopal sea de buen tamaño para cubrir nuestras recetas y debe tener mucha frescura, algo que el proveedor está cuidando. En El Farolito consumimos nopal sustentable de Milpa Alta, el mejor”.
Oscar Javier González, supervisor de El Farolito Del Valle.
Con este tipo de acciones, GRG lleva a la mesa de sus comensales la sustentabilidad y el apoyo a las comunidades mexicanas, por lo que cada que visites alguna de sus sucursales, recuerda que a la par de una comida deliciosa, estás aportando al campo y medio ambiente mexicanos.
