Es de suponer que todos los lectores de este artículo saben qué es el Global Reporting Initiative, GRI, y qué hace. Recordarán que es una institución sin fines de lucro que produce guías para la preparación de informes de sostenibilidad, promueve su aceptación alrededor del mundo y verifica que los informes, que así lo solicitan, cumplen con las guías. Para hacer honor a su razón de ser, acaba de publicar su quinto informe de sostenibilidad. Lamentablemente el informe ratifica la sabiduría popular de “en casa de herrero, cuchillo de palo”.
Como para la gran mayoría de las empresas, la publicación de tal informe es completamente voluntaria, pero es de suponer que muchos de los usuarios de las guías piensen que el GRI podría dar el ejemplo con la publicación de su propio informe. Es una iniciativa muy laudable. Pero, ¿es efectiva? La respuesta a esta pregunta es el objetivo de este artículo. También ofrezco algunas sugerencias.
El informe se publica con el llamativo título de Paper, Planes and People. Lamentablemente, el título recuerda la película cómica Planes, trains and automobiles con Steve Martin (Aviones, trenes y automóviles), que muestra las dificultades de lograr el objetivo de llegar a casa. Tiene en común que informe es ilustrativo de las grandes dificultades que tiene de lograr su objetivo, sólo que en este caso debería ser un viaje en serio. A lo mejor querían recordarnos a People, Planet and Profits y yo soy muy mal pensado.
Con este título parecen estar sugiriendo que sus principales impactos se limitan a los viajes, producción de papeles y a su personal. Obviamente que lo primero que cabe preguntarse es si esto es lo más importante para el GRI. ¿Qué importancia tiene saber cuánto papel consume, a cuantas emisiones contribuyen con sus viajes, que tratan de hacer teleconferencias, que usan Skype y que usan bicicletas (todo el mundo lo hace en Amsterdam!)? Son 51 empleados. Estos impactos parecen ser demasiado triviales para una institución como el GRI. Yo pensaba que su impacto en sostenibilidad era como se avanzaba la producción y diseminación de informes sobre sostenibilidad relativamente comparables.
Sobre el informe ya hicieron comentarios, entre otros, Elaine Cohen en su blog CSR Reporting blog. (uno de los mejores blogs sobre reportes) y Mallen Baker también en su blog, otro comentarista muy incisivo. En este artículo resaltaré solo los aspectos que me parecen más relevantes de estos dos autores (con traducción literal) y añadiré mi análisis complementando lo que creo que ambos han cubierto a la ligera.
Comentarios destacables de Elaine Cohen y de Mallen Baker
Entre los comentarios más relevantes de Elaine están los siguientes:
· “En el informe del GRI los aspectos materiales están listados en un grupo de 11 aspectos genéricos (tales como «materiales», «energía», «transporte», «empleo», etc.) que son los mismos del año 2007 ……son resultados de discusiones internas…. Idealmente se esperaría que hubiera alguna participación de stakeholders externos. Entre el 2007 y el 2010 el mundo y el GRI han cambiado significativamente.”
· “El indicador 1.2 requiere un análisis de los riesgos de la institución …………sin embargo la palabra “riesgo” no aparece en el informe salvo una vez en el contexto del Índice GRI.”
· “El informe se publica sin “aseguramiento” (revisión externa) y 18 meses después del cierre del ejercicio.”
· “La misión del GRI «Producir estándares para la práctica de los reportes de sostenibilidad, proporcionando guía y respaldo a las organizaciones.» Esto no se refiere a la calidad, entonces es posible que la calidad de los reportes no sea una medida para el GRI. ¿Pero puede el GRI no tener interés en cómo se usa su esquema de reporte?”.
Para Malen Baker:
· “Cualquier empresa pequeña que mire a este reporte como un modelo a seguir, debería levantar sus brazos aterrorizada. La gran cantidad de recursos necesarios para la preparación de un reporte como este es totalmente desproporciona para una organización de ese tamaño”.
· “Los aspectos que se cubren en este informe se refieren mayormente a impactos que son triviales en su escala, ya que se refiere a una pequeña empresa de oficinas.”
· “Quisiera verla involucrada con su mercado base en “cuán bien estamos logrando nuestra misión”……. porque si sus mayores impactos son “papel, aviones y gente” entonces no están cumpliendo su labor.”
Mi análisis
Aparte de concordar con los comentarios de Elaine Cohen y de Mallen Baker, creo las deficiencias del informe son más estratégicas, mas macro. Mis comentarios expanden los dos últimos puntos de ambos.
Qué diríamos de un informe de sostenibilidad de una tabacalera o de una productora de licores que no menciona el impacto de los cigarrillos o del alcohol y se limita a hablar del trabajo con las comunidades o la educación de los jóvenes sobre el peligro del tabaco o el alcohol? ¿Qué diríamos del informe de una petrolera que ignora el impacto de sus productos en las emisiones de gases de efecto invernadero? Lamentablemente ese suele ser el caso de estas empresas.
Pero del GRI cabría esperar liderazgo. ¿Cuáles son los productos del GRI? Las guías, su promoción y la verificación del cumplimiento por parte de las empresas. Estos aspectos no se cubren en el informe del GRI.
En cuanto a las guías, podrían decir que el problema no son las guías sino su utilización y podrían hasta llegar a alegar que ese es un problema del usuario. Lo mismo que decían las tabacaleras, las licoreras y las cadenas de comida basura hasta hace poco. Ahora lo dicen cada vez menos.
Sobre la promoción de la adopción de las guías, es mi opinión de que hacen un buen trabajo, aun cuando se están yendo hacia el lado de la comercialización y la notoriedad. Ya he escrito tres artículos, sobre los problemas en el diseño de los premios al mejor informe de sostenibilidad y el conflicto de intereses que ello representa, en mi blog www.cumpetere.blogspot.com. Espero que su informe no se postule a la próxima edición de los premios. Con el sistema de votación es muy posible que ganase. Es más, deseo y espero que no haya próxima edición de los premios.
También hacen promoción para la adopción de las guías a través de entrenamiento, que llevan a cabo otras instituciones especializadas, bajo el reconocimiento del GRI. En estos cursos he tenido la oportunidad de ver cómo le venden la idea a cualquiera, con tal de tener más alumnos, como le hacen creer a empresas con poco impacto o poca capacidad que deben preparar un informe de sostenibilidad……….y obviamente de acuerdo a las guías GRI Se promueve que hay que “hacer de todo”, sin ver la efectividad, para poder reportarlo como piden las guías. Esto es un producto con gran potencial de irresponsabilidad. A lo mejor los irresponsables son los terceros que dan el entrenamiento, pero en cualquier caso están autorizados por el GRI y usan su nombre (¿en vano?).
El mismo GRI demuestra dramáticamente con su informe que no todas las instituciones deben preparar informes de sostenibilidad y menos siguiendo las guías GRI[1].
El mismo sistema de las calificaciones A, B y C hace que las empresas se esfuercen en cubrir cada vez más los indicadores a fin de subir la categoría. Esto es un incentivo que puede ser bueno, pero puede ser perverso. ¿Y si algunos de los indicadores son irrelevantes? ¿Cómo se hace para pasar de C a B? Reportando cosas irrelevantes, o lo que es peor, haciéndolas. La estrategia y las acciones pueden estar determinadas por la guías. Tampoco es culpa del GRI, es culpa de las empresas. ¿Está entonces el GRI exento de responsabilidades por el uso de su producto?
La calificación también puede tener el signo “+”, indicando que las acciones reportadas han sido verificadas por revisores externos. Esta es una parte muy valiosa del producto y el único problema sería el abuso por parte de las mismas empresas de buscar revisores poco rigurosos. El informe del mismo GRI NO tiene esta revisión externa.
El GRI otorga además el sello adicional de “GRI Checked” para lo cual ofrece el valioso servicio de verificación de cumplimiento de los informes con las guías, o sea, si han seguido los requisitos para autocalificarse como A, B o C. Aun cuando la verificación no es total, por lo menos asegura al lector que las guías GRI han sido seguidas. Hay que recordar que el nivel de aplicación A, B o C, lo determina la misma empresa. Esta verificación por parte del GRI le da más credibilidad y asegura que la empresa le ponga más cuidado a la presentación de la información en su reporte (aunque no se garantiza la relevancia o confiabilidad de la información, solo que está de acuerdo con las guías GRI).
En general el informe del GRI es muy bonito, atractivo, pero tiene una visión miope de la función de los informes de sostenibilidad. Es una gran ironía. Se dedica a cosas triviales y deja de lado las cosas importantes. Se concentra en el mosquito y se olvida del elefante. Ignora la responsabilidad de su producto y se concentra en las acciones, como hacen muchas empresas, dando como un hecho que sus productos son lo que son y ya está.
Parece estar guiado por los indicadores y no por la estrategia institucional. No es un buen ejemplo de informe de sostenibilidad.
Mis sugerencias al GRI
No es la primera vez que critico las actividades del GRI[2] y como en los casos anteriores, ofrezco soluciones.
El GRI debe plantearse si vale la pena preparar un informe como este, con los elevados costos de producción, diseño gráfico y de recopilación de información, que tiene muy poco impacto sobre sus prácticas. No creo que el GRI necesite recopilar y producir la información para saber algo que ya sabe. No creo que a los Stakeholders del GRI les sea de mucha utilidad la información producida. Tampoco creo que tiene impacto sobre la razón de ser del GRI. El hecho de que el GRI produzca un reporte de sostenibilidad tampoco será visto, o no debería ser visto, como ejemplo o algo para imitar por parte de las empresas. El GRI es una institución muy especial como para pretender ser ejemplo de reportes de sostenbilidad.
Es mi opinión que sería preferible utilizar los escasos recursos en determinar el impacto de las guías en la preparación y diseminación de información sobre sostenibilidad y sobre las estrategias y prácticas de las empresas. No es obvio que la existencia de guías mejore la información y diseminación. Algunos que deberían informar no lo hacen porque no creen que pueden llegar a preparar un informe con una calificación buena del GRI. Otros que lo hacen, ponen más énfasis en la producción del informe que en las mismas prácticas para lograr la calificación. La forma es más importante que el fondo. Para otras, las guías pueden llegar a determinar las practicas que se adoptan, aun cuando puedan llegar a ser contraproducentes o no efectivas para la empresa. Este impacto de las guías, valioso o perverso, no se ha investigado.
En vez de gastar el dinero en la producción del reporte, sería preferible invertirlo en hacer un estudio del impacto de las guías en el logro de los objetivos del GRI y con los resultados mejorar su propia estrategia y sus productos.
Por favor, lean el informe del GRI, y juzguen por Uds. mismos.
[1] Es de recordar que el GRI está en proceso de preparación de guías para PyMEs
[2] En aras de la transparencia debo declarar que he tratado de influenciar el GRI desde dentro, pero no he tenido éxito. Me postulé como miembro del Consejo de Stakeholders por la sociedad civil de América Latina y no logré los votos necesarios. Pero esto no quiere decir que tanga nada contra al GRI, solo que mi opinión la debo/puedo expresar a través de este tipo de artículos.
Antonio Vives
Con un Ph.D. en Mercados Financieros de Carnegie Mellon University y con una trayectoria como profesor en 4 escuelas de negocios, Antonio Vives es actualmente catedrático y consultor en la Stanford University. Socio Principal de Cumpetere. Ex-Gerente de Desarrollo Sostenible del Banco Interamericano de Desarrollo. Creador de las Conferencias Interamericanas sobre RSE. Autor de numerosos articulos y libros sobre RSE y del blog Cumpetere en español.
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