Tanto el derecho internacional como la Carta de las Naciones Unidas dicen que los países no deben invadirse unos a otros. ¿Estamos frente a una guerra ilegal?, pero ¿quién tiene la capacidad de hacer cumplir esas normas?
De acuerdo con The Conversation, el Secretario General de la ONU, António Guterres, puso en práctica lo que dictan los protocolos internacionales cuando pidió a Rusia que detuviera su rápida invasión terrestre de Ucrania.
«El uso de la fuerza por parte de un país contra otro es el repudio de los principios que toda nación se comprometió a defender. Esto se aplica a la actual ofensiva militar. Es un error. Va en contra de la Carta (de las Naciones Unidas). Es inaceptable. Pero no es irreversible», señalo ante los medios de comunicación.
Detengan la guerra ilegal
Al menos 137 personas han muerto a manos de las tropas rusas, desde que Vladimir Putin envió tanques y lanzó misiles contra Ucrania, la madrugada del 24 de febrero, declaró Vlodymyr Zelensky, mandatario de la nación afectada, e informó que al menos otros 316 ucranianos han resultado heridos.
Detengan la operación militar. Devuelvan las tropas a Rusia. Conocemos el precio de la guerra.
António Guterres, Secretario General de la ONU.
Ante estos hechos, Guterres ha dicho que la invasión rusa a Ucrania, un Estado soberano, entra en conflicto directo con la Carta de las Naciones Unidas, un acuerdo que guía el trabajo de la ONU y sus 193 estados integrantes.
Es importante recordar que la guerra de Putin es ilegal. Pero hacer cumplir la ley es un reto, como lo demuestran con demasiada claridad los conflictos armados en todo el mundo.
¿Qué es el derecho internacional?
El derecho internacional es un conjunto de reglas y normas que rigen las relaciones entre diferentes países. Los Estados elaboran conjuntamente el derecho internacional y a menudo lo aprueban en su propia legislación nacional que les obliga a cumplir estas normas.
El derecho internacional aborda casi cualquier tema, desde la protección de los derechos de los niños y la preservación del medio ambiente hasta la regulación del comercio y las inversiones internacionales.
Gran parte del derecho internacional se recoge en tratados, a veces llamados convenios y pactos. También se refleja en los compromisos jurídicamente vinculantes que los países adquieren cuando se unen a organizaciones, como la ONU. Aunque no todos se adhieren a todos los tratados, están legalmente obligados por la Carta.
Leyes de guerra y paz
El primer intento casi serio de prohibir la guerra en los últimos 100 años tuvo lugar en 1928, cuando Estados Unidos y Francia elaboraron el Pacto Kellogg-Briand. Decenas de países acordaron resolver sus disputas de forma pacífica y «condenar el recurso a la guerra para la solución de controversias internacionales, y renunciar a ella como instrumento de política nacional en sus relaciones mutuas».
Algunas de las naciones más poderosos del mundo, como Alemania, Reino Unido, Italia, India y Japón, ratificaron este breve tratado en París. Pero la intención cumplirlo duró menos de una década y se desmoronó por completo cuando estalló la Segunda Guerra Mundial en septiembre de 1939.
Otra importante iniciativa internacional que aborda los conflictos condujo a la adopción en 1949 de los cuatro Convenios de Ginebra, como se les conoce. Estos tienen normas específicas que ayudan a proteger a los combatientes y a los civiles durante la guerra, y son aceptados por todos los países.
Dichos tratados prohíben la tortura y garantizan el derecho de los soldados y civiles a un tratamiento médico adecuado. Además impiden que los países utilicen la tortura para extraer información de los prisioneros y que ataquen a heridos o enfermos.
Pero estas convenciones solo tratan de cómo debe conducirse la guerra, no de cuándo es legal el uso de la fuerza armada. La norma contemporánea más importante sobre los conflictos se encuentra en la Carta de la ONU, que dice:
Todos los integrantes, en sus relaciones internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, o en cualquier otra forma incompatible con los Propósitos de las Naciones Unidas.
Carta de las Naciones Unidas.
Esta redacción es importante porque el término «uso de la fuerza» significa lo que dice: las naciones no pueden eludir sus obligaciones internacionales fingiendo que sus acciones son misiones de mantenimiento de la paz, como lo ha asegurado Putin.
¿Viola la invasión rusa de Ucrania el derecho internacional?
En ningún caso la invasión armada de Rusia a Ucrania es legal según el derecho y las normas internacionales contemporáneas. La defensa propia es la única justificación para el uso de la fuerza. Esta condición sí se encuentra estipulada en la Carta de las Naciones Unidas.
La única excepción clara de la Carta a la prohibición a la guerra es la defensa propia, «si se produce un ataque armado». El rescate de ciudadanos atrapados o en peligro se reconoce como una forma de autodefensa. Pero estas intervenciones se limitan estrictamente a la evacuación de ciudadanos, no al derrocamiento de gobiernos.
Nada de lo que ha hecho Ucrania hasta la fecha podría interpretarse como un «ataque armado» a Rusia para justificar cualquier reclamación rusa de autodefensa. Incluso si la falsa afirmación de Putin de que Ucrania está dañando a los rusoparlantes fuera cierta, no acreditaría los ataques.
La intervención por razones humanitarias, como intentar evitar la pérdida de vidas o el sufrimiento a gran escala, ha sido reivindicada por algunos países y activistas como otra razón para el uso de la fuerza. Sin embargo, esta última aún no ha sido ampliamente aceptada, a menos que el Consejo de Seguridad de la ONU apruebe la intervención. Así lo hizo cuando autorizó una fuerza militar dirigida por Estados Unidos en Somalia en 1992 para ayudar a prevenir la hambruna.
¿Cómo se aplica el derecho internacional?
«Casi todas las naciones observan los principios del derecho internacional… casi todo el tiempo», escribió en 1979 un respetado profesor de derecho estadounidense, Louis Henkin.
No existe una fuerza policial internacional permanente para hacer cumplir el derecho internacional. Su cumplimiento está principalmente en manos de los propios países.
El Tribunal Internacional de Justicia, creado por la ONU y con sede en La Haya (Países Bajos), resuelve los litigios entre países, incluidas las supuestas violaciones de la Carta de la ONU. Pero solo 73 de los 195 países han aceptado la jurisdicción de la instancia.
Asimismo, el Consejo de Seguridad de la ONU tiene autoridad para «permitir» el uso de la fuerza en virtud de la Carta de la ONU para mantener la paz y la seguridad internacionales.
Esta opción no es realista en la situación de Ucrania porque Rusia tiene un puesto permanente en el Consejo —junto con los otros cuatro miembros permanentes: Estados Unidos, Reino Unido, Francia y China— y, por tanto, cuenta con poder de veto sobre cualquier decisión.
Por último, tanto el Consejo de Seguridad de la ONU como los distintos Estados pueden imponer sanciones económicas o diplomáticas si es necesario, como han hecho Estados Unidos y algunas naciones europeas. Pero estas acciones solo pueden tener un impacto indirecto en la disuasión o el fin de una guerra.
Probablemente no exista ninguna ley, internacional o nacional, que goce de un cumplimiento universal. El reto de hacer cumplir el derecho internacional sigue existiendo, un desafío que se ha puesto de manifiesto recientemente y de forma flagrante con la guerra ilegal rusa contra Ucrania.