Según el Grupo Consultor Boston (BCG, por sus siglas en inglés), son cada vez más las empresas de todo el mundo están asumiendo compromisos audaces para abordar el cambio climático. No obstante, existe un gran desafío para lograr cumplir la descarbonización, es decir, dejar de lado los combustibles fósiles como el carbón y el petróleo, en una economía que prácticamente los ha hecho fuente de su desarrollo.
La buena noticia, es que existe un fuerte mercado emergente que impulsa que alcanzar el cero neto. Desde políticas regulatorias, mayores inversiones y financiamiento, el mundo ya está viviendo una transición que garantice un planeta sostenible. Pero, en este movimiento se necesitan recursos para que los CEOs puedan lidiar con el cambio climático, lo cual exige una serie de requisitos y prioridades que aceleran la transición de la empresa a cero neto, además de favorecer la prosperidad de esta.
Principales obstáculos para un transición al cero neto
Como hemos mencionado, dejar de prescindir de los fósiles es uno de los mayores desafíos que atraviesa la humanidad. Lograrlo requiere que las empresas aborden y evalúen requisitos financieros, organizativos y reglamentarios.
El número de compañías en todo el mundo que se han comprometido con la sostenibilidad ha crecido significativamente en los últimos 18 meses. A partir de junio de 2022, un tercio (702) de las corporaciones más grandes del mundo que cotizan en Bolsa han establecido objetivos de emisiones netas cero, frente a un quinto (417) en diciembre de 2020, según el Net Zero Economy Index 2022.
A pesar de ello, el análisis de BCG sugiere que muchas aún están lejos de alcanzar sus objetivos, debido a los enormes obstáculos que se interponen. Las tecnologías de descarbonización requieren cantidades significativas de capital, lo que obliga a algunas compañías a hacer concesiones de inversión difíciles. Los horizontes de tiempo son largos, con muchos objetivos establecidos para 2050.
Aunado a esto, las industrias deben navegar por los requisitos de cumplimiento en un momento en que el entorno regulatorio de los criterios ambientales sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés), que guían la cartera de inversión responsable está en constante cambio.
Los desafíos organizacionales son abrumadores: desde adquirir la experiencia climática necesaria hasta obtener el apoyo organizacional completo para las prioridades de descarbonización de la empresa y garantizar que todas las partes interesadas participen en el viaje.
Guía para que los CEOs puedan lidiar con el cambio climático
Con la acción climática como foco central de la estrategia corporativa, será tan común que difícilmente se distinguirá una empresa de otra. Entonces, ¿cómo encontrar una ventaja de sostenibilidad? Las compañías deben buscar la diferenciación en las palancas estratégicas que otras empresas pudieron haber pasado por alto.
El antecedente con líderes climáticos en mercados desarrollados y emergentes —como la Unión Europea— ha permitido identificar cinco prácticas útiles que pueden comenzar a poner en práctica los CEOs para facilitar y acelerar la transición a la descarbonización.
1. Evaluación empresarial de la sostenibilidad
Como primer paso, las empresas deben evaluar sus productos y servicios frente a las ofertas de sus pares para asegurarse de que la cartera sea adecuadamente ecológica. Deben descarbonizar los productos cuando sea posible y considerar retirar las ofertas que no son ecológicas a favor de las que sí lo son. Estas acciones a corto plazo ayudarán a financiar la agenda a largo plazo.
Las organizaciones pueden aprovechar los beneficios que ofrecen los inversores que se están centrando en el crecimiento con la responsabilidad ambiental. Un estudio de 2022, realizado por el Foro Económico Mundial y BCG, señala que dichas corporaciones reciben valoraciones más altas y obtienen mayor acceso a mejores financiamientos. Con estos puntos en mente, se debe considerar reestructurar los negocios para hacerlos más atractivos.
2. Rediseñar la organización para generar impacto
Pero incluso, si la empresa ya ha trabajado en la creación de productos y servicios alineados con la sustentabilidad, puede enfrentarse a dificultades para hacer realidad sus aspiraciones a cero neto a menos que existan roles, estructuras organizaciones y liderazgos apropiados.
En este contexto, la alineación de arriba hacia abajo y viceversa es vital para cumplir con los objetivos. Lograr que todo el personal entienda los objetivos climáticos asegurará que los CEOs puedan lidiar con el cambio climático. En todo este camino, monitorear la ejecución de la estrategia climática evitará la duplicación de esfuerzos, y ayudará a identificar claramente las funciones de cada área corporativa que brinde orientación estratégica a las unidades comerciales, responsables en el desarrollo.
También es fundamental tener a mano el talento y las habilidades adecuadas. Las empresas deberán ajustar sus estrategias de contratación para desarrollar experiencia en áreas como la política ESG, las energías renovables, la medición del carbono, la contabilidad y la gestión, y la financiación ecológica.
3. Construir ecosistemas colaborativos
La transición energética requiere un nivel de colaboración sin precedentes entre organizaciones, sectores y cadenas de valor. Solo al forjar ecosistemas de actores diversos y comprometidos, se podrán movilizar cambios a gran escala a la velocidad requerida. Los ecosistemas ofrecen algunos beneficios importantes que vienen solo con la escala. Por ejemplo, permiten comercializar a una audiencia global e impulsar la demanda global de nuevas soluciones.
Igualmente, brindan una plataforma para atraer y movilizar inversiones que son esenciales para catalizar la innovación revolucionaria. Un ejemplo es la Coalición de la Cadena Climática (CCC), una iniciativa global abierta de más de 300 organizaciones en 50 países. La CCC se dedica al avance de blockchain y otras tecnologías necesarias para movilizar el financiamiento climático y mejorar la medición, la presentación de informes y la verificación.
4. Abogar y dar forma a las políticas y regulaciones en materia ambiental
Un panorama de políticas transparente es crucial para que los CEOs puedan lidiar con el cambio climático. Cuando las políticas gubernamentales son transparentes, las empresas pueden implementar tecnologías existentes más rápidamente e invertir en otras nuevas con mayor previsibilidad y menor riesgo.
Por ejemplo, los anuncios claros y la implementación gradual de un mecanismo de precio del carbono mejorará el caso comercial de las soluciones bajas en carbono, lo que alentará a invertir en tecnologías limpias. Las empresas deben comprometerse activamente con los reguladores para proponer y apoyar políticas para acelerar la adopción de tecnologías verdes.
Las políticas transparentes también promueven la descarbonización en la contratación pública porque indican a los proveedores que el gobierno considera el impacto climático como un criterio de selección importante. Si la autoridad incorpora métricas climáticas en sus requisitos de contratación para la adquisición de bienes o servicios, puede instar a un cambio más amplio en la economía.
5. Hacia una transición justa y ordenada
Es probable que la transición neta cero brinde importantes beneficios a la sociedad en su conjunto, creando nuevos puestos de trabajo e impulsando el PIB (Producto Interno Bruto). Pero, pueden ocurrir tarifas de energía más altas y pérdidas de empleo en los sectores de combustibles fósiles.
Por lo tanto, las empresas deben diseñar un plan para una transición justa como parte de su agenda ESG más amplia. Entre otras cosas, el plan debe incluir programas para volver a capacitar y mejorar las habilidades de los trabajadores que se vean afectados.
Ejemplo de ello es ZE PAK, una compañía de carbón polaca, que está cambiando su enfoque hacia las energías renovables. Para garantizar que los mineros no se queden atrás, la compañía lanzó un programa piloto en 2021 para brindar capacitación en tecnología e instalaciones solares fotovoltaicas (PV). El programa también brinda asistencia a las personas que buscan empleo.
Pero en todo esto, un plan de transición justa también debe garantizar que los hogares de bajos ingresos y PyMEs tengan acceso a energía asequible y que los mercados emergentes puedan obtener financiamiento para combatir el cambio climático.
Aunque las prácticas varían indudablemente de dónde se encuentre la empresa en su viaje al cero neto, así como qué tan desarrollado esté su mercado, esta guía favorece que los CEOs puedan lidiar con el cambio climático y cumplir con sus compromisos de descarbonización.