Hacia la sostenibilidad del sector agropecuario

La contribución de la ganadería al calentamiento global tiene muy distintas mediciones. El World Resources Institute estima que 5 % de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) proviene del ganado y sus desechos.

En tanto, el estudio “Livestock’s long shadow” que la FAO publicó en el 2006, atribuye a la ganadería 18 % de las emisiones de GEI, al considerar factores como los cambios de uso de suelo ocurridos al expandirse la ganadería y el procesamiento y transporte de sus productos.

En el caso de la producción primaria de animales herbívoros, el incremento de GEI proviene de:

1. Desmontes y reducción de cantidad de vegetación.

2. Pérdida de organismos vivos y materia orgánica del suelo.

3. Metano y CO2 producidos en la fermentación ruminal o intestinal o emanados del estiércol.

4. Uso de combustibles fósiles en labores, fabricación de insumos y transporte empleados en la producción

Las dos primeras causas se podrían revertir con sistemas de pastoreo mejores, como los de alta densidad en sistemas silvopastoriles, con alta productividad vegetal y un mejoramiento gradual de las cualidades y el contenido orgánico del suelo.

La producción de metano en los animales en pastoreo debe atenderse desde dos frentes. El primero es la eficiencia de uso de alimento, en lo cual hay margen de mejora, demostrado en diferencias entre individuos en el forraje necesario para obtener un mismo desempeño productivo.

Un mayor rendimiento individual también reduce la necesidad de forraje y las emisiones de GEI, pues se requieren menos animales y tiempo para obtener la producción requerida.

Otra posibilidad es modificar la fermentación microbiana, provocando que resulten más productos útiles al animal y menos residuos como el metano, lo cual además de la reducción de GEI, mejora la productividad.

Para ello se puede utilizar una formulación alimenticia adecuada, aprovechar compuestos de arbustos o árboles o aditivos que han mostrado su efecto benéfico.

La demanda mundial de proteína animal se duplicará en las próximas décadas. Sin embargo, la contribución ganadera al calentamiento global ha sido causa de que se proponga reducir la producción animal. Antes de que sea forzoso, debemos reducir el impacto ambiental negativo de la ganadería.

*Luis Fernando Iruegas Evaristo es especialista de la Dirección de Análisis Económico y Consultoría en FIRA. La opinión es responsabilidad del autor y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA.

Fuente: El Economista, Valores y Dinero, p 19.
Articulista: *Luis Fernando Iruegas.
Publicada: 22 de febrero de 2011.