El 20 de junio se llevará a cabo la cumbre Río+20, el cuarto evento de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible (UNCSD, por su sigla en inglés). Los líderes mundiales se centrarán en los temas de la economía verde dentro del contexto del desarrollo sostenible, la erradicación de la pobreza y el marco institucional para el desarrollo sostenible.
Dentro de los principales objetivos de esta reunión se encuentra lograr que el término “economía verde” sea instituido al mismo nivel que el término “sostenibilidad”. Este tipo de economía es la que genera empleos e incrementa el ingreso per cápita mediante inversiones públicas y privadas en la reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero y de la contaminación, haciendo un énfasis en la eficiencia energética, la eficiencia en el uso de recursos naturales y en la preservación de la biodiversidad y los servicios ambientales.
De acuerdo con el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), las mejoras en la eficiencia de los recursos y la diversificación de la matriz energética pueden reducir los costos de importación y proteger a los países en desarrollo frente a la volatilidad de los precios en los mercados energéticos. Al mismo tiempo se reduce el impacto ambiental y los costos de salud provocados por la actividad económica.
Los líderes mundiales deberán ponerse de acuerdo para confrontar los proteccionismos, las restricciones arancelarias y los subsidios que podrían bloquear la implementación de la economía verde.
Dentro de los riesgos derivados de su implementación enlistados por la UNCSD se menciona que las excesivas regulaciones, estándares y etiquetados podrían representar obstáculos para la entrada de nuevas empresas al mercado; los derechos de propiedad intelectual, mientras que son un incentivo para la innovación, pueden dificultar a los países en desarrollo el acceso a nuevas tecnologías poniéndolos en desventaja, y las posibles barreras de importaciones relacionadas a las emisiones de carbono pueden impactar negativamente al comercio internacional penalizando injustamente a los exportadores de países en desarrollo.
De acuerdo con la UNCSD, estos asuntos requieren la atención de todas las partes interesadas y aún hay muchas interrogantes que deben ser discutidas antes de Río+20. En este sentido, se requiere promover la investigación, diseño e implementación de políticas que lleven a los países participantes en esta conferencia a impulsar de manera efectiva una transición hacia la economía verde.
*Beatriz Margarita Zavariz Romero es especialista de la Subdirección de Diseño de Programas en FIRA. La opinión es responsabilidad del autor y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA. [email protected]
Fuente: Eleconomista.com.mx
Por: Beatriz Margarita Zavariz Romero*
Publicada: 19 de marzo de 2012.