Iniciándose ya prácticamente la época invernal en el altiplano mexicano (bruscos descensos en la temperatura anteayer viernes y ayer sábado) veo con satisfacción que la conciencia ecológica en nuestra sociedad empieza a permear a todos los niveles para dar paso a la creación de una ciudadanía ambiental, sin la cual, ningún país puede realmente encaminarse hacia un desarrollo en armonía con la Naturaleza.
El choque de un huracán tardío con un frente frío prematuro en la costa este de los Estados Unidos ha causado conmoción en amplios círculos de la población en ambos lados de la frontera, y para la mayoría, este suceso es un ejemplo de lo que está por venir debido al cambio climático.
Por lo pronto, en los medios prevalece la opinión de que los enormes costos en vidas humanas y en daños materiales son atribuibles al calentamiento antropogénico de nuestra atmósfera. Se habla crecientemente de que es mucho más barato invertir en mecanismos de producción y de consumo, limpios, neutros en carbono, que reparar los daños causados por la disrupción de los patrones climáticos debido al aumento de los gases efecto invernadero.
Hace quince días te comenté, querida, querido lector, en este mismo espacio, que un ejemplo de responsabilidad ambiental y de cordura económica y compromiso social estaba a punto de darlo Grupo Bimbo a nivel mundial al poner en operación el parque eólico MÁS GRANDE DEL MUNDO dedicado a una industria de alimentos. Pues efectivamente, el martes pasado, 30 de octubre, en el paraje Piedra Larga, en el municipio Unión Hidalgo, Oaxaca, en el Istmo de Tehuantepec, esta empresa, orgullo de todos los mexicanos, arrancó cuarenta y cinco enormes aerogeneradores, empezando a producir cada uno dos millones de watts/hora, para suministrar noventa megawatts, suficientes para alimentar con electricidad todas las instalaciones de ésta, que es la panificadora más grande del planeta, con la excepción de tres fábricas instaladas en Baja California, única región en México que no está conectada al sistema eléctrico interconectado nacional.
Para lograr lo que hizo Bimbo se requiere valentía y confianza en las energías renovables como una alternativa viable para este mundo azorado con fenómenos como el de Sandy la semana pasada. Todo mundo habla de la necesidad de reducir el bióxido de carbono en la atmósfera, pero se requieren acciones audaces como la que tomó Bimbo hace ya cuatro años para hacer esta necesidad una realidad, y no sólo buenos deseos.
Te comenté que esta decisión de Daniel Servitje, director general de Bimbo, no sólo hace sentido ecológico y económico, sino también social. Te transcribo las palabras de un lugareño, que se empoderó para ser hoy en día arquitecto, y que pareciera que me leyó el pensamiento:
“Bienvenidos a Piedra Larga. Este parque eólico, es un proyecto importante y significa mucho para todos nosotros.
“Soy Roberto Carlos Ruiz Pérez, y es un honor poder dirigirme, brevemente, para expresarles lo que representa esta obra para mi comunidad.
“Es importante, para nosotros, quienes vivimos y trabajamos aquí, porque, además de ofrecer nuevas alternativas y posibilidades a los dueños de la tierra y a los habitantes de la región, nos ha abierto posibilidades distintas de vida para nuestros hijos.
“Soy originario de Unión Hidalgo y arquitecto de profesión. Hace apenas unos meses, yo entré a trabajar aquí, como supervisor de obra civil del Parque Eólico.
“Hoy, me siento orgulloso de lo que hemos logrado juntos. El resultado está a la vista.
“Este proyecto me ha dado la oportunidad de poder desarrollarme profesionalmente, tener un empleo digno, hacer lo que más me gusta y poder contribuir con mi comunidad.
“Es, también un proyecto que beneficia a la región. Quiero resaltar que son bienvenidas las empresas que vengan a generar empleo. Los proyectos eólicos están dando beneficios en toda la región.
“Es cierto que dicen: Que más se estima lo que con más trabajo se gana. Y ser parte de este gran proyecto, ha sido un reto.
“Hoy tengo un nuevo trabajo: el de ayudar a mi comunidad para salir adelante y eso me motiva día a día.
“Caminemos firmemente hacia un futuro mejor, para que las generaciones venideras, continúen lo que hemos empezado hoy. Gracias”.
Este parque eólico en Oaxaca permitirá que no se quemen a la atmósfera SESENTA Y CINCO MILLONES DE LITROS DE DIESEL CADA AÑO. Además, y como he insistido en esta página por muchos años ya, esta decisión ecológica tiene buen sentido económico: Bimbo verá reducida su cuenta de electricidad en aproximadamente 10% y no tuvo que invertir el capital necesario de doscientos millones de dólares. En los esquemas modernos de financiamiento, la empresa proveedora del hardware (los aerogeneradores) y del know-how técnico, Renovalia, de España, a través de su subsidiaria en México, Demex, obtuvieron de la banca internacional el capital necesario, comprometiéndose Bimbo a comprarle la electricidad por lo menos durante dieciocho años. México ganó por lo tanto una inversión importante que genera empleos, un ingreso seguro por muchos años a los dueños de la tierra (los ejidatarios, a quienes se les paga una renta mensual muy por encima de los que obtenían con una ganadería y una agricultura precarias), el ahorro de muchos millones de litros de diesel, y nuestra contribución al planeta para reducir los riesgos de un sobrecalentamiento atmosférico, como el que nos evidenció Sandy recientemente.
Estoy orgulloso de mi México, de los ejemplos que buenos seres humanos, chambeadores y con valores (y arrojo) como Daniel Servitje y todos los colaboradores de Bimbo nos están dando día con día, estoy optimista en el futuro de la raza humana, de la civilización y del futuro común que compartimos con nuestro planeta.
Fuente: Crónica
