La Ley de Residuos Sólidos, que entró en vigor el 2 de enero de 2009, obliga a los habitantes del DF a separarlos en orgánicos e inorgánicos, también a barrer diariamente las banquetas, andadores y pasillos, y mantener limpios los frentes de sus viviendas o establecimientos, así como los terrenos de su propiedad que no tengan construcción.
El reglamento para dicha ley establece que, a partir de junio de este año, quien no haga la separación o arroje residuos en la vía pública, parques o barrancas se hará acreedor a una amonestación primero y, de reincidir, pagará una multa de 10 a 150 días de salario mínimo.