Es probable que hayas visitado alguno de los restaurantes de estos seis gigantes: Chipotle Mexican Grill, Domino’s Pizza, McDonald’s, Restaurant Brands International (RBI) —propietarios de Burger King—, Wendy´s Co. o Yum! —que engloba a KFC, Pizza Hut y Taco Bell—, dicha popularidad también conlleva que la huella ambiental de estas empresas se extienda en todo el mundo, con una alta dependencia a los recursos naturales.
Tan solo en EE.UU., alrededor de 85 millones de adultos —un tercio de la población— consume fast food todos los días. A medida que crece la demanda por este tipo de productos, se convierten en una carga insostenible sobre el planeta. Y es posible que, de no actuar rápido, esta industria comprometa el futuro de esta y otras generaciones.
Por ello, una coalición de inversionistas ha llamado a las grandes cadenas a tomar acciones inmediatas encaminadas a la sostenibilidad. De acuerdo con Investment Week, los inversores señalan que si bien el progreso en relación a los objetivos climáticos ha sido significativo, aún abundan las preocupaciones con respecto a la gestión de emisiones y el uso del agua.
Inversores quieren hamburguesas, tacos y pizzas sustentables
Del mismo modo, como lo reporta News Trust, los inversores están exigiendo un mayor compromiso y acción para que las conocidas franquicias ofrezcan hamburguesas, tacos y pizzas sustentables. Desde 2019, la red global FAIRR y la organización sin fines de lucro de sustentabilidad, Ceres, movilizaron 6.5 billones de dólares en activos combinados para requerir a las corporaciones de alimentos rápidos que gestionen mejor sus riesgos climáticos e hídricos.
Sin embargo, el progreso ha sido demasiado lento, según un informe publicado recientemente por FAIRR y Ceres, ya que más del 90% de las emisiones de las compañías de fast food se encuentran dentro de las divulgaciones de Alcance 3, donde los proveedores de productos cárnicos y lácteos son una preocupación clave y desempeñan un rubro importante.
Solo dos de los seis aglomerados —RBI y Yum!— revelaron las emisiones totales derivadas de la cría de animales. Ambos mencionaron a los proveedores de carne y lácteos como responsables de más de la mitad (57% y 51%, respectivamente) de sus emisiones totales.
El cambio climático va rápido y las cadenas de comida lento
Si bien, la ganadería es uno de los sectores con mayores emisiones contaminantes, ninguna de las empresas de comida rápida ha establecido objetivos para reducir la contaminación y el consumo de agua en sus cadenas de suministro, a pesar de que la industria se considera de alto impacto.
Ante esto, FAIRR y Ceres destacan que la falta de transparencia amenaza con socavar los esfuerzos para abordar la crisis climática. Por este motivo, los inversores piden un cambio ahora, ya que solo es cuestión de tiempo hasta que las consecuencias se impongan.
«Los financieros son la mejor manera de llamar la atención y más de 80 enviaron una carta instando a ofrecer «hamburguesas, tacos y pizzas sustentables» a las trasnacionales de comida rápida».
Inversiones responsables
En dicho documento, los inversores solicitan a las cadenas que describan requisitos claros y precisos para sus proveedores con un fuerte enfoque en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y el empleo del agua, de esta manera se presionará a quienes dan los insumos.
«Cuando los inversores se unen para hacer que las empresas actúen sobre los riesgos climáticos e hídricos, vemos el poder de los mercados de capital para acelerar el cambio hacia una economía más justa y sostenible […]».
Daniel Shepard, parte del equipo de Ceres.
Finalmente, hay que destacar que las emisiones son un gran problema para alcanzar los objetivos climáticos, pero la falta de suministro y gestión hídrica es una amenaza en puerta para las ganancias y el planeta. Por lo que es imperativo que las empresas de comida rápida aceleren la integración de hamburguesas, tacos y pizzas sustentables. Los inversores piden acción hoy. Y los consumidores están cada vez más interesados en qué están haciendo las marcas frente al cambio climático.