FORMA Y FONDO CCXXXV
Hace unos años, en el 2008 en Poznan, Polonia, México se comprometió junto con otros 190 países en la Convención de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en cincuenta por ciento para el año 2050. La fecha parece lejana, pero el problema que se quiere abatir sigue creciendo a grandes pasos.
Glaciares y plataformas de hielo que se desplazan y diluyen de forma más rápida que lo que se había pronosticado aumentan el nivel del mar y provocan sequías en diversas partes del planeta. Estudios satelitales indican que desde 2003 se han derretido más de dos billones de toneladas de hielo en Groenlandia, la Antártida y Alaska. Ese deshielo es resultado directo del calentamiento global del planeta.
México continúa adhiriéndose con buenas intenciones a toda propuesta, pero sin lograr sustentabilidad como ha sucedido hasta ahora. La temática ambiental no atañe a una sola Secretaría o a un solo sector; el país entero debe contribuir para alcanzar tal reducción.
Sigue la duda sobre la cifra tan exacta, en vez de un cuarenta o un setenta por ciento. No se sabe a ciencia cierta la cantidad de emisiones de gases contaminantes y se manejan números al más o menos. Hoy, no dicen si calcularon el incremento de las mismas por el crecimiento poblacional con las consecuencias domésticas, urbanas e industriales, junto con las originadas por la disminución de recursos naturales renovables o no, sin mencionar otros muchos factores.
Una nueva oportunidad para que los diferentes niveles de gobierno aprendan a trabajar en equipo y generen las estrategias y las políticas públicas necesarias para conseguir los objetivos, mediante el fortalecimiento de la Comisión Intersecretarial de Cambio Climático o el organismo que le suceda.
El cambio climático cobra sentido para el desarrollo del país o de una región, cuando se entiende cómo dicho fenómeno afecta a los sectores socioeconómicos.
Las Conferencias buscan organizar un mapa común de trabajo en donde todos los países presenten compromisos concretos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y evitar que la temperatura de la tierra se eleve dos grados.
México propuso impulsar un acuerdo internacional para crear un Fondo Verde con recursos equivalentes al uno por ciento del PIB mundial, para financiar proyectos de conservación y regeneración forestal, transferencia de tecnologías alternativas, y programas de combate a la pobreza con una orientación ambiental, que sea parte del nuevo acuerdo mundial post Kyoto que termina hoy último día del 2012.
Gran momento para que México aproveche las herramientas para reducir sus contaminantes, sus programas y mecanismos de financiamiento para fuentes renovables que cuentan con fondos de transición hacia las energías sustentables, al igual que el Programa Especial de Cambio Climático que detalla los pasos para disminuir las emisiones en el país a largo plazo, y las inversiones que serán necesarias.
El cambio climático sigue pareciendo tema abstracto propio de congresos en tierras lejanas, conferencias de prensa, declaraciones en épocas electorales y buenas intenciones para llamar la atención. Sin embargo el fenómeno es evidente y los cálculos han sido conservadores.
Mientras tanto la desertificación avanza, los mantos freáticos se siguen agotando, la producción de alimentos es cada vez más difícil y la incertidumbre de la permanencia de vida en la tierra crece en aras de la modernidad.
La forma: con trabajo común la humanidad tiene que enfrentar un reto en el que le va la supervivencia.
El fondo: preparar un mundo mejor para las generaciones venideras, empezando con nuestros mejores deseos para el año 2013 y las 365 oportunidades que trae consigo, porque: TODOS SOMOS NATURALEZA.
ACACIA FUNDACIÓN AMBIENTAL A. C. [email protected]
