A medida que crecen las acciones contra la emergencia sanitaria que representa la contaminación, se expanden las zonas de bajas emisiones en Europa y los autos viejos están siendo obligados a hacerse a un lado, de acuerdo con The Guardian. Estas, conocidas como LEZ, son una realidad en 320 urbes europeas, y se espera que la cifra aumente a poco más de 507, para 2025.
Pero, ¿de qué van exactamente las zonas de bajas emisiones y cuál ha sido su respuesta frente a la crisis de contaminación actual?
Alto a la contaminación atmosférica
Según lo demuestra Clean Cities 2022, una nueva investigación basada en datos de la Unión Europea (UE), la iniciativa de zonas de bajas emisiones podría abordar el problema de la contaminación atmosférica, entendiendo a esta como la presencia en el aire de pequeñas partículas o productos secundarios gaseosos que pueden implicar un riesgo, daño o molestia para las personas, plantas y animales que se encuentran expuestas a dicho ambiente.
Los procesos industriales y los vehículos que funcionan a base de gasolina diésel son los sectores que más producen contaminación atmosférica. Ante esto, el proyecto de las zonas de bajas emisiones en diez ciudades turísticas de Europa y su extensión en otras regiones, como Londres, París, Bruselas y Berlín, está marcando el inicio de una nueva política ambiental en beneficio de las personas y del planeta.
Oliver Lord, líder de Clean Cities UK —una coalición de ONGs, enfocadas en labores ecologistas y que llevó a cabo el análisis antes mencionado—, afirmó que las urbes que adoptan LEZ están en el lado correcto de la historia: «Las zonas de aire limpio son una de las formas más efectivas de abordar el aire tóxico en nuestras ciudades», sentenció.
«Deberíamos aplaudir a los líderes de la ciudad que están tomando decisiones difíciles para ofrecer zonas de aire limpio para que podamos transformar el aire que respiramos y eliminar gradualmente los automóviles contaminantes».
Oliver Lord, líder de Clean Cities UK.
Estas son las zonas de bajas emisiones…
Las zonas de bajas emisiones, como lo expresa el libro Ecologistas en Acción, «son áreas en las que el acceso a determinados vehículos está restringido debido a sus emisiones, es decir, son medidas pensadas para mejorar la calidad del aire». Y en Europa, cada vez más las regiones se incorporan a la iniciativa de zonas de bajas emisiones.
Italia encabeza la lista con 172 lugares distinguidos por su calidad atmosférica, en comparación de Alemania, que posee 78, Reino Unido 17, los Países Bajos con 14 y 8 de Francia. Si bien, son pocas las que se han establecido en Europa central y oriental, se espera un próximo incremento de LEZ.
Cabe señalar, que el estudio de Clean Cities indica que ahora es el momento de intensificar la acción, creando estos espacios, antes de la eliminación gradual planificada de vehículos de combustibles fósiles en la UE para 2035 y en Reino Unido para 2030.
En este sentido, la contaminación del aire se manifiesta como un problema de salud pública que los gobernantes y empresas deben abordar de forma inmediata, pues, el esquema de zonas de bajas emisiones actualmente en operación, parece estar haciendo frente para reducir y prevenir los riesgos a la salud de todas las personas.
Zonas de bajas emisiones, respuesta a la emergencia de salud
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que la contaminación del aire es una «emergencia de salud pública», responsable de más de 300,000 muertes prematuras al año en la UE. Pero eso no es todo, como lo señala la agencia de sanitaria, se ha asociado al aire sucio con la reducción de la esperanza de vida global en un promedio de casi dos años, lo que lo convierte en la mayor amenaza ambiental para la salud humana.
Ante esto, las zonas de bajas emisiones están demostrando ser una medida eficaz para contrarrestar la mala calidad del aire. Por ejemplo, en Madrid se observó una caída del 32% de las concentraciones de dióxido de nitrógeno (NO2) tras la introducción de la iniciativa en 2018, según cita Clean Cities.
En el Reino Unido, está previsto que a finales de julio de 2022 se concluya una consulta pública —lanzada por el alcalde de Londres, Sadiq Khan— sobre la ampliación de la zona de emisiones ultrabajas (Ulez) para cubrir toda la capital en 2023.
«Acabamos de ver cuán efectivo ha sido London Ulez para reducir la contaminación del aire. Ha habido una caída del 20% en NO 2 desde que se amplió la zona. Es fantástico saber que un número cada vez mayor de otras ciudades europeas están tomando en serio la calidad del aire».
Jemima Hartshorn, fundadora de Mums for Lungs, asociación ambiental.
De esta forma las zonas de bajas emisiones podrían constituir un aliado clave tanto en las metas climáticas como en las crisis de salud.