Ryan Gellert, CEO de Patagonia —popular marca de ropa sustentable— señaló la disparidad entre el marketing pro-climático que realizan las corporaciones y sus marcas, y la oposición de sus grupos de presión (lobbying) a la legislación climática, de acuerdo con Fast Company.
A medida que avanza un proyecto de ley en EE.UU. —que busca financiar el combate contra el cambio climático, promover la energía renovable, reducir los precios de los medicamentos recetados y, continuar con los subsidios para la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio— muchas de las grandes corporaciones que han alardeado sus compromisos sociales y climáticos, expresaron su oposición. En respuesta, el director ejecutivo de Patagonia, Ryan Gellert las ha tildado de empresas hipócritas.
Iniciativa contra el cambio climático
La iniciativa mejor conocida como Ley de Reducción de la Inflación de 2022 se ha acercado más a la aprobación de lo que nunca antes se pensó posible en sus 18 meses de existencia. Sin embargo, la Cámara de Comercio de EE.UU. conocida como Business Roundtable —un grupo de casi 200 directores ejecutivos de compañías como Apple, Walmart y General Motors (GM)— que en 2019 se comprometió a abordar las preocupaciones sociales junto con los intereses de los accionistas, ha manifestado su negativa.
El proyecto de ley, aunque significativamente reducido con respecto a iteraciones anteriores, aún incluye cientos de miles de millones en financiamiento por parte de las empresas para programas climáticos y energéticos, lo que lo convierte en una inversión histórica para abordar el cambio climático.
Sin embargo, ante la negativa de dichas empresas hipócritas, Ryan Gellert ha pedido a los miembros de sus corporativos que aguanten o se callen cuando se trata de hablar de acción climática.
Gellert es el CEO de la prestigiosa Patagonia desde 2020.
Empresas carecen de compromiso climático
Los puntos conflictivos en la legislación que crearon esta disonancia son los aumentos de impuestos corporativos en el proyecto de ley, como los que harían que las tasas para aquellas empresas con mil millones de dólares o más en ganancias, paguen al menos el 15%.
En este sentido, aunque miembros de Business Roundtable, como Google, Pepsi y Chipotle, han invertido decenas de millones para hacer que sus propias operaciones sean más sostenibles y crean materiales de marketing elegantes para promover sus esfuerzos, no abogan real y públicamente por una política a favor del clima y un cambio sustancial más amplio.
Por su parte, el senador demócrata de Rhode Island, Sheldon Whitehouse, también ha salido a mencionar que durante años, mientras el cabildeo corporativo en el Congreso ocurre en torno a casi todas las industrias y temas, el clima permanece prácticamente intacto. Ninguna empresa se acerca para apoyar.
«Estoy involucrado en una serie de conversaciones climáticas secretas con algunos de mis colegas republicanos, pero no pueden encontrar una sola corporación que salga y diga ‘te cubro las espaldas’.
No debería ser demasiado pedir a las empresas estadounidenses que alineen su cabildeo con sus valores declarados».
Sheldon Whitehouse, senador demócrata de Rhode Island.
Y añade que, esos valores declarados a favor de la sustentabilidad y el cambio climático se expresan con frecuencia en el marketing de marcas, pero nada de eso incluye presionar al gobierno federal para que inicie o financie programas que reduzcan colectivamente las emisiones contaminantes del país.
Esfuerzos ambientales sin un verdadero cambio
De acuerdo con Fast Company, las empresas han trabajado en abordar individualmente sus problemas de emisiones, y ello es aplaudible, pero alcanzar un cambio significativo requiere esfuerzos mayores. No basta con hacer marketing climático, que independientemente de la intención, ante el escenario actual se parecería mucho más a greenwashing.
Hay varios de ejemplos de ello, en el caso de Coca-Cola tiene una biblioteca completa de contenido dedicada a sus esfuerzos de sustentabilidad, todo gira en torno a la misión de la compañía de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 25% para 2030. Mientras Levi’s ha mantenido una estrategia de acción climática para 2025 que describe los planes de la compañía para reducir su huella, sin embargo, nada de lo anterior incluye presiones al gobierno para realizar esfuerzos mayores a favor del planeta.
Google tiene un sitio completo dedicado a detallar todo lo que está haciendo en materia ambiental, incluido cómo está descarbonizando su consumo de energía para operar con energía libre de carbono y cómo pretende para 2030, reponer un 20% más de agua de la que consume en promedio.
El año pasado, Chipotle dijo que tenía como objetivo reducir sus emisiones de carbono en un 50% para 2030, y el marketing de la marca de la compañía se ha apoyado en gran medida en sus principios de sostenibilidad, desde la banda sonora de Kacey Musgraves «Back to the Start» hasta Bill Nye promocionando la marca «Real Foodprint» tracker que muestra los beneficios ambientales de su cadena de suministro.
Hasta este punto, el trabajo individual de las marcas es bienvenido, pero si sus esfuerzos están aislados mientras retienen una legislación impactante, ¿están siendo las empresas hipócritas? Desafortunadamente, incluso si el 20% de las empresas reduce su huella de carbono, eso no resolvería el cambio climático, de acuerdo con el climatólogo Mark Trexler.
«he visto los documentos de estrategia, por lo que esto no es un rumor o una insinuación: están buscando activamente socavar el paquete actual de la administración Biden, que incluye compromisos climáticos realmente ambiciosos».
Sheldon Whitehouse, senador demócrata de Rhode Island.
Avanza ley contra cambio climático en EE.UU.
A pesar de que dicho grupo de empresas hipócritas manifestaron inicialmente su negativa a la iniciativa: Ley de Reducción de la Inflación de 2022, la presidenta y directora ejecutiva de GM, Mary Barra, decidió romper filas y respaldar la legislación.
La directora ejectutiva de GM firmó una carta publicada por la organización sin fines de lucro de sustentabilidad Ceres que establece: “Las inversiones en la Ley de Reducción de la Inflación de 2022 reducirían los riesgos relacionados con el clima en toda la economía al tiempo que combaten la inflación, reducen los costos para las familias y mejoran la seguridad energética. Si bien estas inversiones deben pagarse, los beneficios económicos superan los costos. Este paquete promete dar rienda suelta a la innovación y el ingenio estadounidenses y, como resultado, fomentar la creación de millones de puestos de trabajo».
A la par, Carrier y Salesforce, también han emitido declaraciones en apoyo de la ley. ¿La razón? probablemente no sea el jalón de orejas del CEO de Patagonia, pero sí el resultado de que la senadora demócrata de Arizona, Kyrsten Sinema, haya restaurado la laguna del interés acumulado, que permitiría a los socios de fondos de inversión privados gravar sus ingresos como ganancias de capital, es decir, disminuirían el pago de sus impuestos.
En este contexto, la lucha detrás de esta legislación en los últimos dos años muestra cómo las corporaciones y sus marcas de cara al público, pueden utilizar sus poderes de persuasión para impulsar activamente una legislación que coincida con sus propias ambiciones de sostenibilidad, y un futuro sustentable para todas las personas.