Ante el creciente número de emisores contaminantes en el planeta, tanto gobiernos como miembros de la sociedad civil ya se han organizado para tratar de revertir la contaminación y el incremento de gases efecto invernadero, sin embargo queda mucho por hacer.
Además de separar la basura, reciclarla, decirle no al plástico o a los productos desechables , también se debe analizar qué tipo de productos se utilizan en el trabajo, en la oficina y hasta en casa, esto con el fin de verificar si éstos son amigables con el planeta, o no.
Los productos como pinturas, barnices, aromatizantes del aire, lacas, tintas de impresión, adhesivos, pesticidas, cosméticos y artículos de limpieza contribuyen a la contaminación del aire urbano tanto como las emisiones de los coches.
Este tipo de artículos, presentan compuestos orgánicos volátiles, unos hidrocarburos que se presentan en estado gaseoso a temperatura ambiente.
Adhesivos, pesticidas, cosméticos y artículos de limpieza contribuyen a la contaminación del aire urbano tanto como las emisiones de los coches.
De acuerdo con El País, estas partículas diminutas entran hasta la parte más profunda de los pulmones y pueden generar enfermedades respiratorias.
Según el ingeniero químico José Luis Jiménez, coautor del estudio publicado en la revista Science, dice que solo el 5% del petróleo se refina para obtener ingredientes de estos productos de consumo diario, mientras que el 95% se dedica a los combustibles. Sin embargo, los investigadores aseguran que las emisiones de compuestos orgánicos volátiles se reparten al 50% entre estas dos fuentes en Los Ángeles.
“Perfumes, desodorantes, champús, adhesivos y hasta pinturas emiten compuestos orgánicos volátiles. En el aula de mi universidad medimos estos compuestos y son mucho más altos por la mañana que por la tarde”, explica Jiménez.
Por su parte, Javier Roca, director técnico del Laboratorio del Centro de Medio Ambiente de la Universidad Politécnica de Cataluña dice que los compuestos orgánicos volátiles son los grandes olvidados en la valoración de la calidad del aire.
Según la clasificación del Ministerio de Medio Ambiente, los compuestos orgánicos volátiles pueden ser extremadamente peligrosos para la salud, como el benceno y el cloruro de vinilo, y existen otros que pueden causar daños significativos al medio ambiente, como el acetaldehído, la anilina y el tricloroetileno.
“En España no hay una legislación que limite un determinado tipo de compuesto. Como mucho, se limita el número total de compuestos orgánicos volátiles. Cada autonomía fija límites máximos para cada actividad industrial y no se sabe muy bien qué tipos de criterios siguen. El benceno es el único que figura en las directivas europeas”.
“En los países en vías de desarrollo, donde se queman grandes cantidades de combustibles fósiles o madera en el interior para cocinar o calentarse, las emisiones de dióxido de nitrógeno o de partículas sí que pueden afectar al aire exterior. En el caso de los compuestos orgánicos volátiles de los países desarrollados, claramente serán necesarios más estudios para confirmarlo”.