¿Mantener o no el home office? Esta ha sido una de las preguntas más sonadas desde que inició la emergencia sanitaria, y puede que hoy tengamos la respuesta: los colaboradores piden continuar trabajo remoto.
Tras las olas de contagios que se desataron desde el otro lado del mundo y en nuestro país, el trabajo remoto comenzó a ser la opción más viable para salvaguardar la salud y vida de todos aquellos que solían laborar en oficinas.
Sin embargo, hoy México y otros países ya se encuentran en «semáforo verde», un indicativo de que las restricciones están disminuyendo y posiblemente haya… sí, un reintegro a las oficinas.
Ante ello, los colaboradores han hablado, pero… ¿Qué tienen que decir? ¿Es posible tener voz en esta transición? ¿Cuál es el rol de la RSE?
Colaboradores piden continuar trabajo remoto
McKinsey & Company, Inc., consultora de renombre enfocada a resolver problemas sobre la administración estratégica, publicó recientemente una encuesta que afirma:
El 63% de los colaboradores prefiere el trabajo remoto o híbrido (3 días o más desde casa).
Más de la mitad de los empleados dijeron que les gustaría trabajar bajo un modelo híbrido de trabajo virtual más flexible, en el cual a veces se acuda a la oficina y a veces se trabaje desde casa.
Aunado a ello:
En Latinoamérica, el 32% de los colaboradores dice que prefiere renunciar a regresar al trabajo fijo de oficina.
Mientras un informe de tendencias laborales publicado por Microsoft reveló que:
El 81% de los trabajadores mexicanos está de acuerdo en que se mantengan las opciones de trabajo remoto flexible.
¿Cómo llegamos a tal panorama?
Entre el paraíso y el infierno a más de un año de pandemia
Hacer trabajo remoto y vivir los pros y contras, ya ha sido una experiencia que al menos en junio de 2020 (uno de los momentos más críticos de la pandemia) el 73% de mexicanos vivió. Y lo que encontraron en su camino fue un contraste de ventajas y desventajas.
Entre los pros se encontró el ahorro de tiempo. De acuerdo con información de la firma Regus, el 28% de los mexicanos emplean más de 45 minutos en llegar a su lugar de trabajo, eso significa más de hora y media diaria invertida en desplazarse del hogar a la oficina.
Situación que se vio modificada al trabajar desde casa, ya que según el portal OCC, para muchos mexicanos los tiempos pueden superar 4 horas de viaje diario. Trabajando desde casa se recuperan muchas horas invertidas en trayectos.
Otro de los grandes beneficios, reportados por la revista Forbes es la fórmula: mayor calidad de vida = a más productividad. Una investigación realizada por la Universidad de Brown a más de 13 mil empleados de NASDAQ encontró un incremento del desempeño de 12% a los empleados que hicieron home office, además, estos dijeron sentirse más satisfechos.
Sumado a esto, se han generado horarios flexibles. Uno de los grandes problemas para muchos empleados es el tradicional horario de 9 a 6 que a muchas ocasiones les impide que se ocupen de tareas importantes. El trabajo remoto ha permitido más accesibilidad, empero, no todo es color de rosa en ningún rubro.
Entre las desventajas está, sí, también la productividad, porque… ¿a qué costo se está obteniendo? Es la pregunta que podemos hacernos con la encuesta de McKinsey & Company, Inc., ya que si bien esta ha aumentado, muchos informan que se sienten ansiosos y agotados.
Además, respecto a la flexibilidad de horarios, se ha convertido en algo difícil el separar la vida laboral de la personal. Y muchos aún no saben si esto puede estar trayendo más ventajas que beneficios a largo plazo, convirtiendo ese de 9-6 en un horario infinito.
Finalmente y uno de los problemas más graves del trabajo remoto es el Burnout. Este es se define como el agotamiento ocupacional o un un síndrome conceptualizado como resultado del estrés crónico en el lugar de trabajo causado por carga de trabajo insostenible, falta de equidad o control, entre otras. Es decir, un conjunto de las desventajas del home office.
No obstante, parece que al hacer la balanza entre pros y contra, los pros han ganado y los colaboradores piden continuar trabajo remoto. De hecho, tan lejos ha llegado este fenómeno que hay quienes han levantado la voz. Un ejemplo es la carta enviada recientemente a Tim Cook, CEO de Apple por parte de sus empleados.
Carta a Tim Cook: ¡No queremos dejar el trabajo remoto!
Según información del portal Infobae, Apple ha optado por trabajar en un esquema híbrido para que los colaboradores vuelvan a la oficina tres veces a la semana, política que se aplicaría desde septiembre de este año.
Empero, un grupo de empleados se ha mostrado en contra de esta nueva forma de trabajo, y ha escrito y firmado una carta en la cual solicitan que haya una modalidad más flexible que les permita, a quienes así deseen hacerlo, trabajar 100% de forma remota.
La respuesta llegó apenas unos días luego de que Tim Cook enviara un comunicado a sus colaboradores, diciendo que necesitarían regresar a la oficina los lunes, martes y jueves a partir del otoño del hemisferio norte, y que la mayoría de ellos pueden trabajar de forma remota dos veces por semana. También comentó que pueden trabajar a la distancia hasta dos semanas al año, si es que su gerente aprueba esta opción.
Ante lo que los colaboradores respondieron:
Esta política de trabajo remoto de ubicación de Apple, y la comunicación en torno a ella, ya han obligado a algunos de nuestros colegas a renunciar.
Sin la inclusividad que brinda la flexibilidad, muchos de nosotros sentimos que tenemos que elegir entre una combinación de nuestras familias, nuestro bienestar y estar capacitados para hacer nuestro mejor trabajo, o ser parte de Apple.
Fragmento de la carta a la cual tuvo acceso el portal especializado The Verge.
Cabe destacar que dicho fenómeno sucede en una de las compañías popularmente conocidas por tener instalaciones de primer nivel con oficinas sin paredes, zonas verdes, servicios de buffet y más; y que busca para los empleados un mejor estilo de vida en el sitio de trabajo.
Tal es el caso de las instalaciones de Nueva York, estas son las segundas más grandes del mundo y cuentan con una amplia terraza que ofrece una magnífica vista de “La Gran Manzana”, así como con cuartos para conferencias decorados con motivos caseros: refrigerador, estufa, televisión, etc.
Así que si incluso teniendo todos estos beneficios los empleados no desean volver, es porque la situación va mucho más allá, y los colaboradores están siendo capaces de ver las ventajas que esta forma de trabajo representa.
Hoy la respuesta es clara y los colaboradores piden continuar trabajo remoto en la nueva normalidad. Y ante este panorama… la RSE tiene un papel que jugar.
La aportación de la RSE
Si esta forma de trabajo se convierte en una generalidad, habrá que poner manos a la obra por parte de las compañías, quienes siguiendo su Responsabilidad Social Empresarial (RSE) requerirán líderes que aborden las nuevas estrategias de trabajo así como aquellos temas que no están siendo benéficos.
Muchos encuestados en el estudio de McKinsey & Company, Inc dicen que uno de los problemas más comunes en el tema y que les causa incertidumbre es que aún no han escuchado lo suficiente sobre los planes de sus empleadores para los arreglos laborales posteriores al COVID-19.
Y es que a medida que los líderes organizacionales se encuentran trazando el camino hacia el mundo pospandémico, necesitan poner manos a la obra y sobre todo comunicarse con más frecuencia con sus empleados, incluso si sus planes aún no se han solidificado por completo.
Hoy más de la mitad de colaboradores pide continuar trabajo remoto o híbrido, pero falta ver la reacción por parte de las empresas, y sobre todo si las decisiones que tomen en esta nueva normalidad serán responsables y velarán por el bienestar de su elemento principal.
¿Será momento de seguir el ejemplo de compañías como Twitter o Facebook quienes les han dicho a los empleados que pueden trabajar desde casa para siempre, incluso al terminar la pandemia?
