Antes de llegar a tu trabajo todos los días, probablemente atraviesas un largo camino en el tráfico o a bordo del transporte público. La cantidad de gente que debe trasladarse a la misma hora con mucha prisa y poco respeto por el espacio de otras personas seguramente te ha hecho preguntarte más de una vez por qué tu oficina no puede quedar un poco más cerca de casa. Junto a tu sala, por ejemplo.
Parece ser un síndrome especialmente común en la generación del milenio, que suele sentirse atraída por aquellos empleos que le permiten equilibrar adecuadamente su vida personal con su desarrollo profesional. De acuerdo con un informe Technology Landscape que pronostica las transformaciones de los modelos de trabajo dentro de los próximos cinco años, también constituye el futuro de las empresas.
El informe estima que para el año 2020 sólo el 20% del trabajo se realizará en oficinas tradicionales, mientras que el 80% restante se producirá desde casas, cafeterías, salas de coworking o cualquier espacio en el que los profesionistas puedan tener acceso a internet y una computadora. Esto además permitirá a cada colaborador establecer sus propios horarios de forma responsable fijando metas específicas y midiendo su propio desempeño con base en resultados.
De acuerdo con información de Coparmex, la productividad de las empresas que implementen este modelo dentro de los próximos años por uno o dos días a la semana podría incrementarse hasta un 28%. ¿Consideras que vale la pena?
Para responder esta pregunta, la Revista del Consumidor compartió en su edición de mayo 2016 algunas de las ventajas y desventajas que empresas y profesionistas pueden encontrar al practicar el home office, especialmente si se trata de colaboradores de la generación del milenio; aunque también se encarga de recordar que cada uno de los inconvenientes puede constituir también un área de oportunidad. ¡Descubre todos los detalles en la siguiente infografía!