«No contratamos a homies para hornear pan, horneamos pan para contratar homies»
Esta frase del Padre Gregory Boyle define Homeboy Industries, la empresa que fundó en 12 para emplear a ex convictos, pandilleros y otros jóvenes con problemas para encontrar trabajo en los barrios bajos de Los Ángeles.
Después de luchar sin mucho éxito para colocar en empleos dignos a ex convictos, Homeboy Industries nació gracias a una generosa donación que permitió al Padre Boyle comprar una vieja panadería. Otros beneficios fueron surgiendo sobre la marcha: ¿no te contratan por tener un tatuaje en la cara? también se ofrecen tratamientos de eliminación de tatuajes.
La empresa fue creciendo poco a poco, sin un plan financiero y sin dejar de contratar, ya que los solicitantes aumentaban conforme lo hacía la crisis económica. Aún con la ayuda de donaciones, Homeboy Industries se encontraba en una gran crisis para 2010. Pero ,de nuevo, una ayuda pareció caer del cielo: Bruce Karatz, ex CEO de KB Home, estaba esperando que los tribunales decidieran su caso. Había sido acusado de irregularidades en transferencia de bonos, y estaba preocupado y aburrido.
Karatz creó un nuevo plan económico, contrató a un nuevo CFO y se convirtió en la voz de la razón. Él y el Padre Boyle hacen una pareja perfecta de pragmático e idealista; con esta nueva visión, Homeboy Industries opera cafés, delis, tiene una línea de salsas y, aunque sigue contratando sin parar y depende de donaciones, es una institución mucho más sólida financieramente.
Lo que este caso demuestra es que el gobierno y la sociedad hacen muy poco por acabar con el círculo de violencia de quienes han pasado por la cárcel: como no pueden obtener un trabajo (y en algunos estados de Estados Unidos, pierden su derecho a ayuda alimenticia, préstamos para educación y otros beneficios sociales) acaban de nuevo tras las rejas, costándole aún más dinero al estado. En medio de este callejón sin salida, Homeboy Industries demuestra que una alianza entre individuos, instituciones no gubernamentales, autoridades y en este caso, la iglesia, puede generar soluciones que no se darían si cada agente trabajara por separado.
Homeboy Industries necesita de personas ricas y generosas para sostenerse, pero también de contratos con el gobierno y con empresas, de la inteligencia y el colmillo de profesionales en finanzas. Pero sobre todo, de la labor de inspiración y generosidad del Padre Boyle,
Si yo siempre he dicho que, en vez de andar construyendo cárceles donde, además de capacitarse en delincuencia organizada, los criminales viven haraganeando, de zanganos parásitos de la sociedad, en vez de eso, hay que ponerlos a trabajar, hay que ponerlos a que «indemnicen a la sociedad» por el daño que han hecho. Mantenerlos en las cárceles, por muy deterioradas que estén, es premiarlos con vivir sin trabajar. Analizando la historia podemos observar que las grandes potencias mundiales han llegado a serlo gracias al trabajo de sectores de la población en condiciones de esclavitud ó muy similares. Eso incluye a estados unidos, desde luego…la reflexion es , ¿por qué no emplear a esta mano de obra baratisima (los convictos) para hacer crecer la economía de una nación? estamos desperdiciando ese recurso, y sobre los derechos humanos y laborales de estos individuos, que no se quejen porque más vulnerados de lo que ya estan hoy en las cárceles no pueden estar…