El homicidio, entendido como la muerte de un ser humano en manos de otro, es una de las principales causas de muertes de niños y niñas en EE. UU., y la tasa general ha aumentado cada año durante casi una década, señaló un estudio reciente publicado por la revista JAMA Pediatrics.
La tasa alarmante de homicidios en la niñez refleja la necesidad de que gobiernos y empresas emprendan acciones para revisar las desigualdades sistémicas que exacerban los factores de riesgo en la infancia —particularmente en las comunidades negras—, así como abordar medidas inmediatas de manera colaborativa.
Principales causas de muertes en la niñez
De acuerdo con el estudio titulado Tendencias en las tasas de homicidio de niños estadounidenses de 0 a 17 años, 1999 a 2020 (2022), la tasa general de homicidios tuvo un aumento especialmente «precipitado» de 2019 a 2020, con tasas que aumentaron en varios grupos demográficos. Solo en ese período de tiempo, el número de niños asesinados en un homicidio aumentó un 27.7%.
El marcado aumento puede deberse en parte a la tendencia general de los homicidios de niños relacionados con armas de fuego, que aumentaron un 47.7% entre 2019 y 2020, según el estudio. Además, las tasas generales de homicidio aumentaron más para los niños, con un aumento del 16.1% entre 2018 y 2020. Sin embargo, hubo una disminución en los homicidios de niñas entre 1999 y 2020.
Desigualdades sistémicas
Otro de los hallazgos que más preocupa es el aumento de las tasas de asesinatos de la niñez de color, ya que aumentó un 16.6 % entre 2018 y 2020. Asimismo, la infancia de ascendencia afroamericana e hispana ha sido víctima de un aumento constante de homicidios desde 2012 y 2014, respectivamente.
Por otra parte, el estudio encontró que la niñez de nativos americanos y de Alaska tuvieron una disminución en las tasas de homicidios entre 1999 y 2020, pero no fue estadísticamente significativa, dijeron los investigadores. Sin embargo, en la mayoría de los años, han tenido las segundas tasas más altas de homicidio entre los grupos raciales y étnicos. Los investigadores también dijeron que estos números pueden estar subestimados, ya que la raza de algunas víctimas puede haber sido identificada erróneamente como hispana.
La razón que encuentra el estudio para este fenómeno —que ya se ha demostrado en estudios anteriores— son las disparidades raciales, además de las desigualdades basadas en el sistema de los vecindarios en los que viven muchos menores, con altas concentraciones de pobreza, pocos lugares seguros para jugar y sistemas escolares con fondos insuficientes.
Problemas estructurales exacerban homicidios en la niñez
Estos vecindarios también están dirigidos por figuras de autoridad que, debido a un sesgo inconsciente, deshumanizan a ciertos grupos de infantes y los perciben como «menos infantiles e inocentes» y «más culpables por sus acciones», con «menos protecciones y beneficios infantiles en comparación con sus compañeros blancos «.
La tasa de homicidios también ha aumentado desde 2011 en áreas rurales que han enfrentado oportunidades de empleo limitadas y desafíos con la pobreza. Es un ascenso más lento que en las áreas urbanas, pero es un período más largo de una tendencia ascendente, dice el estudio.
Asimismo, los investigadores también observaron las muertes por edad. Los grupos de edad de 10 años o menos fueron asesinados con mayor frecuencia por negligencia o abuso, generalmente por parte de los padres o cuidadores, particularmente el compañero del padre o la madre.
Por otro lado, la mayoría de las víctimas que tenían 11 años o más fueron asesinadas en discusiones, durante un crimen o por un amigo o conocido. No obstante, la niñez de color de 16 a 17 años tiene una tasa de homicidios 18 veces mayor que la de la niñez blanca y 4.6 veces mayor que la de los niños hispanos.
Abordar las principales causas de muertes en niños desde la educación
La Dra. Karen Sheehan, médica asistente de medicina de emergencia en el Hospital Infantil Ann & Robert H. Lurie, en la ciudad de Chicago, coincide en que los programas sociales como el Programa de visitas domiciliarias para madres y padres, en comunidades altamente vulnerables, puede ayudar a disminuir la cifras de homicidios en la niñez.
Sheehan, junto con otros médicos, ha estado trabajando para mejorar la salud de los niños a través de sus Programas Juveniles de Chicago. Los cuales ofrecen tutoría, cuidado de la salud y recreación. Puesto que las investigaciones muestran que este tipo de programas de desarrollo juvenil son efectivos para mejorar la estabilidad financiera, la educación y el bienestar de los niños. Por lo que programas similares también pueden prevenir la violencia contra los niños.
«Si invertimos estratégica, podemos mover la aguja hacia la muerte violenta».
Dra. Karen Sheehan, médica asistente de medicina de emergencia en el Hospital Infantil Ann & Robert H. Lurie.
Por lo tanto, se deben redirigir los programas de prevención de violencia, ya que generalmente se han centrado en el abuso sexual, el acoso escolar, pero poco ha abordado la violencia entre la familia. Además, se tiene que reducir el acceso a «medios letales», como las armas, porque podría reducir las muertes en niños de 6 a 10 años.
«Creo que la gente a menudo se olvida de este grupo de edad. Pensamos en los niños más pequeños con abuso infantil y los niños mayores con lesiones por armas de fuego, pero ese grupo de 6 a 10 años es algo que debemos tener en cuenta y prestar atención», señaló Sheehan.
Redefinir los sistemas de protección a la niñez
La Dra. Elinore Kaufman, profesora asistente en el departamento de cirugía de la Facultad de Medicina Perelman de Penn, dijo que los aumentos en los homicidios no eran sorprendentes, pero «eso no significa que no sean alarmantes».
«Creo que, como sociedad, tenemos que analizar detenidamente los sistemas que tenemos para proteger a los niños y tratar de comprender por qué no están funcionando mejor para estos niños pequeños», dijo Kaufman. Y agregó:
«Estados Unidos necesita una respuesta multisectorial para reducir la cantidad de homicidios que involucran a niños».
Dra. Elinore Kaufman, profesora asistente en el departamento de cirugía de la Facultad de Medicina Perelman de Penn.
Para todos los niños, reducir el acceso a las armas de fuego tiene el potencial de salvar vidas, dijo Kaufman. También cree que se necesita más investigación para comprender mejor la asociación entre la inequidad social y la pobreza en las comunidades.
«Los homicidios de niños se pueden prevenir», dice el estudio. «La disminución de las tasas de homicidio para algunos grupos geográficos y demográficos infantiles es alentadora; sin embargo, se puede hacer más para proteger a todos los niños».
Aumentan lesiones en la niñez por armas de fuego
Un estudio separado publicado también en JAMA Pediatrics encontró que las tasas de lesiones por armas de fuego tratadas en hospitales infantiles en los EE. UU. aumentaron significativamente durante el primer año de la pandemia de la COVID-19 y se mantuvieron elevadas durante 2021.
La investigación comparó la cantidad de lesiones por armas de fuego tratadas en hospitales infantiles entre abril de 2020 y diciembre de 2021 con las de abril de 2018 a diciembre de 2019. Hubo 1815 lesiones por armas de fuego en el período anterior y 2759 durante la pandemia, un aumento del 52%.
En cada período de tiempo, una mayor proporción de las víctimas eran niños y niñas de color que estaban cubiertos por el seguro público y niños de hasta 5 años. No hubo otras diferencias demográficas significativas entre las víctimas.
Para Kaufman, las condiciones de la pandemia de la COVID 19 exacerbaron las desigualdades estructurales que contribuyen a las principales causas de muertes en niños y niñas. Sin embargo, sugiere que abordar problemas como la pobreza y la violencia requiere de la colaboración de todos los sectores de la sociedad, incluyendo a la iniciativa privada, para marcar la diferencia y acelerar el cambio.