Por Edgar López Pimentel
Qué mejor marco que el Día Mundial sin Auto para hacer un comentario sobre la actual crisis de reputación a la que se enfrenta la automotriz alemana Volkswagen, derivada de sus prácticas de greenwash* respecto de sus vehículos versión diésel; crisis que entre otros aspectos hasta el momento le ha representado la caída de hasta el 30% de su valor accionario.
Muchas veces son estas situaciones las que nos demuestran la verdadera relevancia que los asuntos de responsabilidad social y sustentabilidad tienen en los negocios. Por eso este caso nos debe servir para entender y demostrar que a estos asuntos hay que entrarle, al menos, con una auténtica intención de llevar al negocio a una gestión paulatina de mejora continua respecto de los diferentes impactos que la organización genera.
En lo particular, soy de los que piensan que la responsabilidad social no debe de servir para juzgar a cualquiera que lo haga mal, sino para reconocer a quienes lo quieren hacer bien y mejor.
La actual crisis que enfrenta Volkswagen amerita reconocer la responsabilidad que toca enfrentar a esta empresa que venía construyendo un posicionamiento en el creciente mercado sustentable a base de lo que ahora vemos como una estrategia vacía y tramposa que por culpa de algunos directivos, impulsados por motivadores comerciales, ha generado la que seguramente es la peor crisis de la armadora y que irónicamente fractura la sostenibilidad del negocio.
Esta crisis cobrará una mayor factura que la dolorosa pérdida bursátil registrada hasta el momento. Costará reconstruir confianza en grupos de interés claves tales como los consumidores, ciudadanos, gobernantes, proveedores, lideres de opinión, accionistas, inversionistas, ONG ambientalistas y qué decir de los colaboradores, quienes seguramente tendrán muchas heridas que lamer.
Ahora bien, dejando de hacer leña del árbol caído, me provoca encauzar este lamentable caso como uno que traerá consigo un gran aprendizaje para la marca VW, un silencioso llamado de atención para las otras armadoras, un jalón de orejas para los reguladores ambientales y sobre todo un mercado responsable más maduro.
Recordemos que el significado de responsabilidad no sugiere prevenir, sino responder al impacto que las operaciones generan, por lo que es momento de que Volkswagen nos muestre su verdadera responsabilidad social empresarial y que dé respuesta con carácter y determinación a las expectativas de sus diferentes grupos de interés.
En materia de responsabilidad social, al parecer el caso comienza a escribirse con las disculpas otorgadas por presidente de la marca.
* Greenwash se entiende como “la desinformación difundida por una organización a fin de presentar una imagen pública ambientalmente responsable pero que es infundada o engañosa intencionalmente”.
Edgar López Egresado de la Universidad Anáhuac es actualmente Director de Expok, empresa mexicana especializada en Asesoría, medios y desarrollo de conceptos innovadores relacionados a la Responsabilidad Social, así como integrante de diferentes comités enfocados al desarrollo del mismo tema.