Latinoamérica, son la de la torre corporativa de HSBC, ubicada en avenida Reforma, habilitada hace cinco años, y la del Infonavit, adaptada este año.
La azotea verde del HSBC, frente al Ángel de la Independencia, tiene 400 metros cuadrados de superficie. Es considerada la más grande en un edificio corporativo en América Latina.
La del Infonavit, inaugurada el 7 de junio pasado, tiene una superficie total de cinco mil 300 metros cuadrados y es también una de las más grandes de la región.
El gerente de desarrollo inmobiliario del Infonavit, Miguel Ángel Hernández Pastrana, resalta que la azotea del instituto podría ser la tercera más grande del continente americano, detrás de una localizada en Quebec, Canadá y otra en el Chicago Hall, Estados Unidos -ambos edificios privados-, las cuales son más grandes por 80 metros cuadrados.
Comenta que al estar el Infonavit dedicado a generar hipotecas verdes e incentivar a los acreditados a que manejen ecotecnologías y entiendan los beneficios de la sustentabilidad, tenía que «pregonar con el ejemplo». El proyecto se emprendió con Grupo Firenda hace poco más de tres meses.
En entrevista, el funcionario señala que de los cinco mil 300 metros cuadrados totales de la azotea verde, cuatro mil 500 son utilizables, y de ellos, dos mil 500 metros son de vegetación, huerto, pista de jogging, zonas de estar y andadores, entre otros atributos. Cualquier empleado puede subir a la hora que lo desee.
Está diseñada con tecnología sustentable, con iluminación a partir de celdas solares por la noche y riego a través de un sistema de captación de agua pluvial; tiene también calentadores solares en los vestidores.
¿Y los trabajadores?
Toda la azotea verde del Infonavit cuenta con servicio de internet inalámbrico, con la finalidad de que los colaboradores la utilicen como un espacio alternativo para realizar juntas o reuniones.
Tiene entre 75 y 80 especies vegetales distribuidas en tres tipos de ecosistemas: bosques altos, zona desértica y el trópico; hay desde plantas rastreras como cola de borrego, cactus, biznagas, hasta árboles frutales en macetas, por citar algunos ejemplos.
También cuenta con una parte estética: el logotipo de Infonavit se hizo con piedras y especies vegetales diferentes; y se realizaron atmósferas similares a las de un jardín tipo zen, considerada como un área ideal para la relajación, dada la tranquilidad que genera el agua que transita en el estanque anexo, en donde también cohabitan peces de colores.
Hernández Pastrana externó que hasta el momento entre 15 y 20 personas ya utilizan la pista de jogging, en diferentes horarios; y cerca de 30 personas al día suben a «dar una vuelta».
Manifiesta que el alivio del estrés es uno de los beneficios laborales que ha atraído la azotea, aunque los logros más sobresalientes son la reconversión de áreas urbanas en verdes y los ahorros de energía en el ambiente.
El directivo detalla que la inversión total del proyecto supuso 10.5 millones de pesos, que esperan recuperar con el ahorro del 30 por ciento del gasto que supone el pago del predial y el consumo de agua; sólo de predial el organismo paga dos millones de pesos.
Asimismo, la azotea permitirá disminuir entre 10 y 15 por ciento la temperatura del edificio, generando un ahorro en el consumo de aire acondicionado.
No detalla el costo del mantenimiento, pues el Infonavit contrató a dos jardineros para cuidarlo.
Ideas sustentables
A diferencia del Infonavit, la azotea verde del banco HSBC se creó hace cinco años a la par del edificio, el cual fue el primer corporativo en el país en ostentar la certificación LEED (Leadership in Energy & Environmental Design) grado oro, desarrollado por US Green Building Council, por sus características amigables con el ambiente.
El director de sustentabilidad corporativa de HSBC México, Miguel Ángel Laporta de Caso, indica que la inversión que supuso sólo la azotea verde fue cercana a los 705 mil pesos y el costo de mantenimiento no excede los diez mil pesos al año, por lo que no representan un gasto oneroso para la compañía.
El banco tiene cinco sucursales en el Distrito Federal y Monterrey con paneles solares y azoteas verdes mediante la técnica de hidromaceteros, menos pesados y movibles.
El ejecutivo expresa que la sustentabilidad puede traer a una corporación un gasto adicional del 30 por ciento para un edificio, pero el tema importante no es el «costo de hacer las cosas, sino el costo de no hacerlas», por el impacto ambiental a futuro.
Explica que aún no tienen cuantificado el ahorro en energía eléctrica que les arroja sólo la azotea verde en el corporativo, pero afirma que han logrado disminuir 10 por ciento el uso de aire acondicionado en el piso inmediato inferior; ahí se encuentra el cuarto de control del edificio en donde la alta temperatura que se genera obliga a requerir hasta ocho toneladas de aire acondicionado.
Laporta considera que lo caro que puede suponer una azotea verde será un factor permanente que incida en la masificación de este tipo de alternativas, sin importar que sean organismos públicos o privados.
Miguel Ángel Hernández indica que se han acercado diversos organismos como la Secretaría de Energía, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la Secretaría de Gobernación y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), así como empresas privadas, como Televisa, para replicar el proyecto, pero aún sin nada concreto.
Afirma que en las instituciones de gobierno además del costo enfrentan el tema de cómo licitar un proyecto como éste; señala que una alternativa es la adjudicación directa para que la dependencia ahorre la inversión de realizar un anteproyecto y diseñe la azotea verde bajo sus requerimientos.
Fuente: El Financiero, Negocios, p. 20.
Por: Claudia Alcántara.
Publicada: 25 de julio de 2011.
