Si dispones de una terraza, balcón o patio soleado te proponemos una idea eco-sostenible: montar un huerto urbano en casa. Porque eres 100% urbanita pero también tienes tu punto rural, descubre el placer de consumir los productos cultivados con tus propias manos: lechugas, tomates, pimientos, hierbas culinarias, plantas
Si quieres comer las mejores ensaladas y hortalizas, no hay nada como cultivarlas tú mismo. Además, construir nuestro propio huerto urbano sale a cuenta: el desembolso económico es realmente bajo y el resultado es 100% ecológico.
El primer paso es ubicar el huerto. Hay dos factores fundamentales que debes tener en cuenta:
– La luz del sol. Lo ideal es contar con un espacio que cuente con 5 ó 6 horas de luz directa al día, tomando como referencia la estación de verano. La luz es la energía que utilizan las plantas para crecer, por lo que a mayor luz, mayor cosecha.
– El agua. Es fundamental tener un acceso directo al agua, puesto que en verano las labores de riego se intensifican. Pero si no es tu caso, puedes colocar un depósito de 25 ó 50 litros en la terraza que te facilitará la tarea.
Ahora tienes que pensar en los recipientes para cultivar. Un contenedor para un huerto urbano debe cumplir una serie de requisitos: que sea ligero, para poder transportarlo sin problemas; que tenga un buen drenaje; y que tenga mucha capacidad para la tierra, no de profundidad, que con 10 centímetros puede bastar, sino de volumen.
¿Qué cosechar?
Seguramente estés pensando: y yo, ¿qué puedo plantar? Hay un sinfín de posibilidades y combinaciones de cultivo, todo dependerá de tus gustos culinarios y de la temporada. Te proponemos algunas ideas.
– Para ensaladas. Si quieres llevar una dieta sana y equilibrada basada en las ensaladas, elige el huerto verde. La mejor época para plantar cualquier tipo de lechugas empieza ahora en primavera.
– Todo verduras y hortalizas. Es el cultivo urbanita estrella y el más agradecido. Plantar coles, berenjenas, ajos, acelgas, espinacas, cebollas, apio, calabacines, pimientos, pepinos, tomates… la variedad es enorme. La mayoría de estas hortalizas se plantan entre abril y mayo.
– Para beber. Si lo tuyo son las plantas medicinales o te pirras por los mojitos, piensa en el huerto para beber. Menta fresca, manzanillas, tilas… Puedes combinarlo perfectamente con plantas aromáticas para cocinar, como romero, tomillo, albahaca… Puedes encontrarlas en los viveros ya preparadas para trasplantar. La mejor época de plantación es el mes de mayo y, lo que es mejor, sólo requerirás de un espacio XS para disfrutar del placer de la agricultura.
– Flores comestibles. Si te gusta ser original y quieres dejar a todos con la boca abierta, puedes iniciarte en el cultivo de las flores comestibles. Caléndulas, pensamientos y capuchinas ya se utilizan en las cocinas más innovadoras. Su plantación es más temprana, por el mes de febrero.
No debes olvidarte del riego. Es lo que más trabajo da y es clave en el resultado. Puedes optar por dos sistemas:
– Manual. A base de regadera o con manguera con poca presión. La cantidad de agua a echar lo indicará el propio cultivo y la época del año. En verano hay que regarlo todos los días y cuando el calor se va, puede bastar con una vez cada tres días o incluso una vez a la semana. Si quieres saber si te estás pasando de cantidad, nada mejor que estar atento al drenaje que incorpora la mesa o las jardineras que estés empleando.
– Por goteo. Puedes instalar un sistema por goteo o riego automático a partir de un grifo o un depósito. Este sistema es perfecto si pasas fines de semana fuera o te vas de vacaciones. Ten en cuenta que conviene activarlo en verano, al menos, dos veces al día.
Y para abonar…
Abonar periódicamente la tierra es la mejor garantía para obtener unos frutos sanos, sabrosos y de muy buen ver. Los cultivos de mesa requieren mayor cantidad de nutrientes que los de un huerto tradicional que está en el suelo, pero deberás estar atento a la dosificación, el tiempo y el tipo de abono.
La época ideal para abonar es el inicio de la primavera. Apunta el abono vermicompost (compost de lombriz) porque es ecológico, no produce quemaduras en los brotes jóvenes ni en caso de sobredosificación, elimina los elementos contaminantes del suelo y permite la recuperación de las sustancias nutritivas.
Fuente: eleconomista.es
Por: Iwan M.
Publicada: 19 de abril de 2012