En el Estado de México, la realidad de la pobreza afecta significativamente a su población. Según la medición de la pobreza en 2018, el 42.7% de los habitantes, alrededor de 7,546,500 personas, vivían en condiciones de pobreza. Por ello, es necesario abordar la autosuficiencia como medida para enfrentar las carencias sociales a través de proyectos como los huertos de traspatio.
Este tipo de iniciativas, en este caso, promovidas y sostenidas por Fundación Origen (una organización sin fines de lucro, con 25 años de creación, que busca el desarrollo integral de la mujer y sus familias en comunidades vulnerables de pobreza y violencia, con el objetivo de reconstruir el tejido social de las comunidades en las que tienen presencia), son una alternativa innovadora y transformadora que les proporciona herramientas para cultivar alimentos de calidad y generar ingresos sostenibles. Sin embargo, no se podrían llevar a cabo sin el apoyo de personas e instituciones interesadas en generar un impacto positivo en la sociedad.
¿Qué son los huertos de traspatio?
Los huertos de traspatio son una forma de agricultura de pequeña escala que se lleva a cabo en el área trasera o patio de una vivienda, generalmente en entornos urbanos o suburbanos. Se centran en el cultivo de plantas comestibles, como verduras, hierbas, frutas o legumbres, proporcionando a las personas la oportunidad de cultivar sus propios alimentos frescos para el consumo familiar. Además, pueden tener beneficios terapéuticos y educativos.
Reconociendo la importancia de este tipo de agricultura como una respuesta innovadora a la problemática de la pobreza en el Estado de México, Fundación Origen convirtió esta práctica en un motor de empoderamiento para las mujeres en el municipio de Villa Victoria. Y, habiendo comprobado los alcances de esta iniciativa, un equipo de estudiantes del programa Chief Sustainability Officer del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), encabezados por Rebeca Medellín, Alianza Estrategia y Sostenibilidad de Fundación Origen, decidieron sumarse para potencializar el alcance del proyecto.
«Agradezco mucho a quienes nos han respaldado y han sido de gran ayuda para nosotros».
Yolanda, madre de familia beneficiaria del proyecto.
Gracias a ello, las mujeres participantes no solo adquieren conocimientos prácticos sobre la agricultura de traspatio, sino que también se sumergen en un proceso educativo integral. Es decir, comprenden el ciclo completo: desde la siembra y los cuidados necesarios hasta la floración, reproducción y cosecha. Este enfoque no solo tiene fines productivos, sino que también fomenta la integración y fortalece el trabajo en equipo, contribuyendo así a una comunidad más unida.
La academia se suma a un proyecto social
El proyecto de huertos de traspatio no estaría alcanzando su potencial transformador sin el respaldo sólido de instituciones académicas de renombre como el MIT y el Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe. Este último se sumó al proyecto debido a la necesidad técnica de mejoras para sobrellevar de manera eficiente y sostenible las temporadas de sequía en la zona de Villa Victoria.
De esta manera, el Tec de Monterrey, con la experiencia en ingeniería y tecnología de sus profesores y estudiantes, ha colaborado con los huertos urbanos para desarrollar soluciones tecnológicas que mejoren la captación y gestión del agua, un recurso crucial para el éxito de estos proyectos.
«Nuestra intención es seguir creciendo, pero necesitamos más inversión para implementar proyectos y llegar a abrir huertos en otras comunidades, dado el interés significativo que hemos observado».
María Elena Rodríguez Hernández, Coordinadora de Centro Comunitario Casa Origen Villa Victoria.
Sin embargo, la alianza estratégica entre estas instituciones académicas no solo se limita a la mejora continua del proyecto existente, sino que también busca replicar este modelo en otras comunidades. La idea es establecer huertos urbanos sostenibles basados en el aprendizaje y la participación activa de las mujeres, contribuyendo así a la autonomía y al desarrollo económico de diversas regiones afectadas por la pobreza.
Por ello, con el respaldo del Tec de Monterrey y Fundación Origen, se planea exponer y destacar la importancia y los logros del proyecto de huertos de traspatio. Esto con el objetivo de atraer inversionistas interesados en apoyar financieramente el proyecto, mientras que, al mismo tiempo, tiene la finalidad generar conciencia sobre la relevancia de la agricultura a pequeña escala y su potencial para transformar vidas.
Mujeres en un mundo de carencias sociales
Las carencias sociales son un desafío constante, pero proyectos, como el de huertos de traspatio, que impulsan el desarrollo económico de las mujeres y sus familias son una muestra de que es posible romper el ciclo de pobreza.
Al cultivar sus propios alimentos y generar ingresos a través de la venta de productos, estas mujeres no solo satisfacen sus necesidades básicas, sino que también encuentran una vía para independizarse económicamente. Este empoderamiento no solo impacta sus vidas, sino que también se extiende a sus familias y comunidades.
«Hay momentos en los que veo que el dinero no nos alcanza. En esos momentos, obtengo productos de nuestro propio cultivo, como rábanos y cilantro, los vendo, y gracias a Dios, me ha ido muy bien».
Angelina, beneficiaria del proyecto.
Además, el proyecto también influye en los más jóvenes. Puesto que los hijos e hijas de las participantes, inspirados por el ejemplo de sus madres, comienzan a involucrarse en la agricultura sostenible desde temprana edad. Esto no solo promueve la continuidad del proyecto, sino que también educa a las nuevas generaciones dándoles una alternativa para la autosuficiencia económica y la esperanza de un futuro mejor.
El cambio social no es el resultado de esfuerzos individuales, sino de la colaboración integral entre la academia, fundaciones y, sobre todo, mujeres valientes. Este proyecto de Fundación Origen «Huertos de traspatio», es un testimonio viviente de cómo la educación, la filantropía y la determinación individual pueden converger para crear un impacto duradero en las vidas de quienes más lo necesitan.
