Human Rights Watch, es una organización de derechos humanos fundada en 1978, actualmente se conforma por 400 miembros alrededor del mundo. Esta organización no gubernamental cuenta con profesionistas en materias de derechos humanos, abogados, periodistas y académicos.
Debido a la influencia que ha ganado a lo largo de los años, esta ONG se reúne con los gobiernos, organizaciones como la ONU, así como con grupos regionales como la Unión Africana y la Unión europea, instituciones financieras y las corporaciones; todo esto con el fin de ejercer cierta presión en temas como política, justicia alrededor del mundo y acciones que promueven los derechos humanos.
De acuerdo con El economista, la ONG advirtió este jueves 26 de marzo como “sumamente peligroso” para la salud del pueblo de México, las acciones del mandatario Andrés Manuel López Obrador frente a la pandemia del COVID-19 ponen en un mayor riesgo a la población.
Las cifras que se tenían registradas hasta el miércoles 25 de marzo eran las siguientes: en cuanto a incidencia de la enfermedad se reportaron 475 caso en todo el país, mientras que la mortalidad era tan solo de 6 casos. Con estas cifras el presidente de México decidió no hacer caso a las indicaciones hechas por parte del personal de salud con el fin de evitar más contagios.
El gobernante incitó a los mexicanos a salir a espacios públicos y hace unos días llevó a cabo actos públicos en donde convivió con sus seguidores, ahí mismo hubo abrazos, besos y apretones de manos por parte de la autoridad hacia los ciudadanos.
El comportamiento del presidente López Obrador de cara a la crisis del Covid-19 es un ejemplo sumamente peligroso que amenaza la salud de los mexicanos. Con su desinterés temerario en brindar información veraz sobre la pandemia del Covid-19, expone a graves peligros a la población de México. Ha mostrado una renuencia indignante a brindar información precisa y comprobada sobre los riesgos de un virus que ya ha matado a miles de personas en todo el mundo. Es necesario que aborde este problema con seriedad, a fin de proteger la salud y la vida de la población mexicana
José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW.
Claramente se ve que el comportamiento que ha tenido el presidente Obrador no contrasta con el de algunos gobiernos locales, los cuales han pedido a la población que mantenga un distanciamiento en el ámbito social y si es posible un aislamiento voluntario.
Después de que entráramos en una fase donde los casos reportados del COVID-19 no fueran de origen extranjero sino local, el ejecutivo sugirió que la población no saliese de sus casas y así evitar en mayor medida el contacto físico.
EL jueves, toda la administración federal mexicana opto por cancelar las actividades “no esenciales”.
Hay actividades esenciales que no se pueden suspender, porque necesitamos hospitales, combustibles, energía eléctrica, servicio de limpia, etc. Cada titular de dependencia determinará quiénes no pueden suspender porque pondrían en riesgo el funcionamiento de la institución, debido a la función que cumplen.
Gracias a que se tomaron distintas acciones como el cancelar actividades masivas y el aislamiento voluntario, también se pudo desplegar un operativo militar que ayudará con la emergencia sanitaria que vive México.