El primer ministro dice que es la peor catástrofe ecológica en el país
Un derrame de lodo tóxico de una planta de alúmina en el oeste de Hungría llegó ayer al río Danubio, el segundo más largo de Europa, mientras equipos de trabajadores intentaban diluirlo para proteger la importante vía fluvial europea de lo que el primer ministro húngaro calificó como una “catástrofe ecológica sin precedentes”.
El depósito se rompió el lunes y descargó un torrente tóxico en riachuelos locales que descargan en canales conectados al Danubio. Los riachuelos estaban crecidos y tenían un color rojizo en Kolontar, a 70 km del Danubio; en las primeras horas de ayer el torrente rojizo alcanzó la ramificación occidental del Danubio, informó el vocero de la entidad de protección civil de Hungría, Tibor Dobson.
“Las consecuencias para el Danubio van a ser limitadas”, explicó Philip Weller, secretario ejecutivo de la Comisión Internacional para la Protección del Danubio, quien dijo que las medidas adoptadas por las autoridades húngaras “han reducido el nivel de pH a una escala asimilable” que tendrá un impacto menor.
Expertos dijeron que es improbable que los daños se extiendan más allá de las fronteras de Hungría, pero que la amenaza debe ser vigilada de cerca. Dobson dijo que se han registrado algunas muertes de peces en los ríos Raba y Mosoni-Danubio. Agregó que todos murieron en el río Marcal.
Los equipos trabajaban para reducir la alcalinidad del vertido, que comenzó a filtrarse el lunes desde la reserva de contención de una planta de alúmina e inundó poblados locales, dejando cuatro muertos, más de 150 heridos y tres desaparecidos.
Cuando el derrame llegó a los ríos Raba, Mosoni-Danubio y al Danubio, su contenido alcalino se mantenía cerca del pH9, por sobre el nivel normal e inocuo de entre 6 y 8, declaró Dobson. Equipos vertían cientos de toneladas de yeso y ácido acético para neutralizar la alcalinidad.
En Gyor, una ciudad al noroeste de Hungría donde las aguas del Raba, alimentado por el Marcal, que fue el primero en contaminarse, desembocan en el Mosoni-Danubio, un periodista vio espuma blanca en el río y muchos peces muertos en la orilla.
Gabor Figeczky, director de la rama húngara del grupo ecologista WWF que visitó la zona junto a expertos, dijo que el impacto en el río Marcal fue peor de lo previsto y que esperaba que la alcalinidad caiga cuando alcance el Raba, un río de mayor tamaño. Pero el derrame seguía con un pH de entre 9 y 10. “Según nuestras actuales estimaciones, (la contaminación) seguirá limitada a Hungría y también confiamos en que alcance Budapest con valores aceptables de pH”, añadió.
Río abajo, desde la zona del desastre, el Danubio pasa por territorio croata, serbio, búlgaro, rumano, moldavo y ucraniano en su camino al mar Negro.
El primer ministro, Viktor Orban, visitó Kolontar y dijo que no tenía sentido retirar los escombros de parte del poblado, ya que era imposible volver a vivir allí. “Es una catástrofe ecológica sin precedentes en Hungría. El error humano es más probable. El muro (del depósito) no se desintegró en un minuto. Debería haberse detectado”, indicó. En la misma sintonía, organizaciones ecologistas han definido lo sucedido como uno de los peores desastres ecológicos ocurridos en Europa en los últimos 20 años, y temen que las consecuencias se dejen sentir en la flora y la fauna de las regiones afectadas durante años.
Hungría pidió ayuda a la Unión Europea (UE) para combatir el vertido de lodo tóxico, informó el portavoz de la Comisión Europea en Bruselas. En el caso de accidentes como el ocurrido en Hungría se requieren en el lugar de inmediato hasta cinco especialistas experimentados.
Fuente: El Universal; El Mundo, p. A16
Publicada: 08 de Octubre 2010