Europa Press.- Las ONG ambientales han lamentado la final decisión de Estados Unidos, cuya administración anunció ayer que ha iniciado el proceso formal para abandonar el Acuerdo del Clima de París, aunque confían en que pese a los «gestos» del presidente Donald Trump la lucha contra el cambio climático seguirá su curso, por lo que piden al resto de países que hagan «caso omiso» a la actitud del norteamericano.
Amigos de la Tierra
Desde Amigos de la Tierra lamentan que Trump esté «más preocupado por proteger sus campos de golf que de la amenaza que supone la crisis climática para las 300 millones de personas que vivirán en la costa en 2050». Por ello, ven necesario que el resto de países ignoren a Trump y no usen la salida del Acuerdo de París como «excusa para la inacción política», ya que el Acuerdo «debe seguir su curso».
Consideran que aunque la Casa Blanca decida destruir el mundo, el mundo debe «avanzar» en la agenda climática y anima a el resto de países a que hagan «todos los esfuerzos necesarios» para lograr emisiones netas cero en 2040 porque los compromisos actuales son «insuficientes».
Respecto a la Unión Europea, Amigos de la Tierra pide que asuman su «responsabilidad histórica» y acuerden objetivos de reducción acordes con la ciencia del clima.
Greenpeace
Greenpeace ha criticado el «aislacionismo» de Trump y califica que su postura en este momento «crítico» para el planeta es «moralmente censurable». Sin embargo, ha pronosticado que su «intento de descarrilar» el avance global en la lucha contra el cambio climático «fracasará» porque el Acuerdo de París seguirá vigente, con o sin el Gobierno de Estados Unidos.
La directora ejecutiva de Greenpeace en Estados Unidos, Annie Leonard, ha asegurado que «la transición a la energía limpia continuará» ya que las energías renovables crecen «exponencialmente» y confía en que el progreso energético del sentido común continuará «con o sin» Trump.
No puede cancelar un tratado multilateral firmado por casi 200 naciones soberanas: Trump está manteniendo a Estados Unidos anclado en el pasado de los combustibles fósiles, dejando que China y otras naciones sean quienes se conviertan en líderes del siglo XXI.
SEO/BirdLife
Por su parte, el portavoz de políticas ambientales de SEO/BirdLife, David Howell, opina que pese a sus esfuerzos, Trump no ha conseguido evitar y revertir el declive del carbón, que está pasando por «muy malos momentos, afortunadamente para el clima». A su juicio, el fin del carbón es irreversible, pero además ha dicho que las emisiones en Estados Unidos han disminuido.
«Trump no ha podido con los inversores y el mercado que están huyendo del carbón. Tanto los mercados financieros, los grandes bancos y empresas están huyendo de los negocios del carbón y los combustibles fósiles y se están organizando para una economía fuerte y descarbonizada».
En todo caso, Howell ha precisado en declaraciones a Europa Press que datos a 1 de noviembre de la consultora Climate Action Tracker, en 2030 las emisiones de CO2 de EEUU estarán un 2 por ciento por debajo de lo que estimaron cuando Trump llegó al Despacho Oval y se situarán un 13 por ciento por debajo de los niveles de 2005. «El carbón en Estados Unidos va hacia el cierre y las energías renovables han aumentado de forma notable», ha añadido.
Sin embargo, ve con preocupación la apuesta por la explotación del gas porque supone un aumento de la quema de combustible y de las emisiones de metano en toda la cadena de producción.
Como algo positivo, celebra que cuando Trump anunció que saldría del Acuerdo, corrió el temor de una salida masiva de los países, pero ese supuesto no ocurrió y provocó que las partes hicieran «piña» y sigan intentando aplicar el Acuerdo de París, aunque los esfuerzos, de momento sean insuficientes.
Trump va contra toda la racionalidad científica y política al intentar mantener un modelo económico que ha provocado esta emergencia ambiental, tanto en el clima como en la biodiversidad. Es un modelo injusto, insolidario y clarísimamente insostenible. Afortunadamente en ese país hay muchas administraciones que están apostando fuerte por la transformación necesaria.
Howell confía en que la salida de Estados Unidos en 2020 quede en «un mero gesto de Trump».
WWF
Desde WWF, la portavoz de energía y clima, Mar Asunción, ha explicado a Europa Press que desde luego «no es una buena noticia» que Estados Unidos se salga tres años después del primer aviso, pero confía en que el proceso, que es lento, se hará efectivo el próximo año, incluso después de las elecciones presidenciales de noviembre, por lo que «puede que nunca llegue a hacerse efectivo».
En cuanto al daño potencial de esta decisión, cree que está verdaderamente «limitado» porque Estados Unidos «no es solo su presidente» y está formado por Estados, muchos de los cuales tienen un «claro compromiso climático». De hecho, ha apuntado que buena parte del sector empresarial, inversores y administraciones estatales y municipales se han unido en la coalición ‘We are still in’, que propone sobre la mesa objetivos de reducción.
A su juicio, el triste anuncio ha provocado, sin embargo, la movilización de las fuerzas productivas y de la sociedad civil de Estados Unidos que no está de acuerdo con la decisión del presidente. «Sería deseable que Estados Unidos no se vaya del Acuerdo, pero a nivel internacional, su marcha ha provocado también que los países hayan apostado por quedarse», ha celebrado.
Por último, ha pedido al Gobierno de España, país al que se ha trasladado la XXV Cumbre del Clima ante las revueltas sociales en Chile donde estaba inicialmente prevista, que aumente la ambición nacional y apoye posturas más ambiciosas para que en la COP se pueda aumentar el nivel de ambición para asegurar que la temperatura media global del planeta no aumenta por encima de 1,5ºC.
Fuente: La Vanguardia