La sustentabilidad de IKEA es más que una tendencia: es su hoja de ruta. Recientemente, el brazo inversor de la compañía, Ingka Investments, anunció una inversión de más de 1,030 millones de dólares (mil millones de euros) para apoyar empresas dedicadas al reciclaje de plásticos y colchones. Este movimiento refuerza su compromiso de alcanzar la circularidad total para 2030 y lograr cero emisiones netas para 2050. Lukas Visser, gestor de cartera de inversiones circulares, explicó que estas acciones buscan «prevenir el desperdicio y conservar el valor de los materiales», un enfoque clave para el futuro del negocio.
Con activos gestionados por 20 mil millones de euros en 2022, Ingka Investments no solo financia energía renovable y bienes raíces, sino también iniciativas en startups que promueven la economía circular. IKEA ha destacado en años recientes por sus programas de reventa de muebles usados, eliminación de plásticos de un solo uso y el desarrollo de productos fabricados con materiales reciclados o renovables. Estos esfuerzos no solo contribuyen al planeta, sino también a mantener su competitividad en un mercado que cada vez demanda más responsabilidad ambiental.
La sustentabilidad de IKEA impulsa la economía circular
La transición hacia una economía circular es uno de los pilares clave para la sustentabilidad de IKEA. Por ello, Ingka Investments ha destinado más de 1,030 millones de dólares para financiar empresas dedicadas al reciclaje de plásticos y colchones en Europa. Este esfuerzo no solo refuerza la cadena de suministro de materiales reciclados de la compañía, sino que también genera un impacto positivo en la reducción de residuos a gran escala.
Al colaborar con empresas líderes en el sector del reciclaje, IKEA busca construir un modelo de negocio que combine rentabilidad con respeto al medio ambiente, posicionándose como un referente global en sostenibilidad y circularidad. Este movimiento estratégico es esencial para alcanzar sus metas de cero emisiones netas y circularidad total para 2030.
Ingka Investments detalló que la financiación beneficiará a tres empresas clave en Europa, todas con un historial sólido en reciclaje:
- RetourMatras (Países Bajos): Especialista en reciclaje de colchones desde 2009, su tecnología transforma espuma de poliuretano en repolyol, una materia prima reutilizable. Con apoyo de Ingka, la empresa recicló 1,5 millones de colchones anuales en los Países Bajos y estima que, si se reciclaran los 40 millones de colchones desechados en Europa, se evitarían 3 mil millones de kilogramos de emisiones de CO2.
- Morssinkhof Rymoplast (Países Bajos): Líder en reciclaje de plásticos, procesa 515 mil toneladas anuales de materiales posconsumo y posindustriales. Desde que IKEA adquirió una participación del 15% en 2017, ha duplicado su capacidad, fortaleciendo el suministro de plásticos reciclados para diversas industrias.
- Next Generation Group (Austria): Proveedor de equipos de reciclaje de plásticos desde 1996, enfocado en materiales como PET. Este plástico, común en botellas, es clave para productos de IKEA, alineándose con sus metas de sustentabilidad.
Estas acciones no solo fortalecen la economía circular, sino que reflejan el compromiso con la sustentabilidad de IKEA, que busca minimizar el impacto ambiental en todas sus operaciones.
Rumbo a la circularidad total
Alcanzar la circularidad no es solo un desafío técnico, sino también un cambio cultural para IKEA. La empresa busca que todos sus productos sean duraderos, fáciles de desmontar y reciclables para 2030. Iniciativas como la eliminación de plásticos de un solo uso y el uso de materiales reciclados ya están dando frutos, con la mitad de sus materiales de origen renovable o reciclado previstos para 2025.
Los resultados son evidentes. Entre 2022 y 2023, IKEA redujo un 12% sus emisiones en los alcances 1, 2 y 3, con un enfoque particular en el alcance 3, que representa el 99,3% de su huella. Adicionalmente, las emisiones incorporadas en los productos que usan sus clientes se redujeron en un 52% desde 2016, con una meta de llegar al 70% para 2030.
Estos logros son un claro ejemplo de cómo la sustentabilidad de IKEA impulsa cambios profundos, no solo en sus procesos, sino también en la forma en que los consumidores y otras empresas perciben la responsabilidad ambiental.
Un compromiso que inspira
La inversión de 1 MDD por parte de IKEA representa más que un aporte financiero: es una apuesta por un modelo económico que respete los límites planetarios. Al fortalecer la capacidad de reciclaje en Europa, fomentar el uso de materiales renovables y reducir su huella ambiental, la empresa no solo lidera el cambio hacia una economía circular, sino que también desafía al sector minorista a seguir su ejemplo.
Con metas claras para 2030 y 2050, IKEA demuestra que el camino hacia la sostenibilidad no solo es posible, sino necesario. Su enfoque innovador y compromiso constante son un recordatorio de que cada decisión empresarial puede tener un impacto positivo en el planeta y la sociedad, consolidando así la sustentabilidad de IKEA como un referente global.
