Las consecuencias de la pandemia de COVID-19 aún se viven, y parecía que el 2022 sería un año de crecimiento económico y estabilidad. Sin embargo, el 24 de febrero Rusia comenzó un ataque contra Ucrania. Tras este acontecimiento, se han tomado diversas medidas económicas por parte de gobiernos y empresas, entre ellas, la decisión de que IKEA se va de Rusia.
IKEA —cadena sueca que vende muebles listos para armar, artículos para el hogar y un espacio tipo almacén— deja Rusia, sin embargo, su decisión ha abierto un debate sobre las sanciones económicas al país europeo.
¿IKEA se va de Rusia cuáles son las consecuencias?
Desde el 3 de marzo IKEA decidió suspender sus actividades en Rusia y Bielorrusia por la guerra con Ucrania, empero, la decisión de esta empresa tendrá un impacto directo sobre un aproximado de 15 mil trabajadores.
IKEA declaró en un comunicado que su decisión de suspender temporalmente sus operaciones en Rusia y en Bielorrusia se debe a que:
- La guerra está teniendo un fuerte impacto humano.
- Está resultando en alteraciones serias en la cadena de suministro.
- Modifica las condiciones para comerciar.
La devastadora guerra en Ucrania es una tragedia humana y nuestra más profunda empatía y preocupación están con los millones de personas afectadas.
Las acciones inmediatas de Inter IKEA Group e Ingka Group han sido apoyar la seguridad personal de los compañeros de trabajo de Ikea y sus familias, y continuaremos haciéndolo.
Comunicado de IKEA.
Las decisiones del corporativo escandinavo ha sido meditada de acuerdo a sus informes, y sustentada a largo plazo. IKEA se va de Rusia, y también lo acompañan otras decisiones importantes como:
- Donación de 20 millones de euros: A través de la fundación IKEA, este donativo se encuentra destinado para ayuda humanitaria a los desplazados por el conflicto bélico, respondiendo a una llamada de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
- Empleos: El corporativo afirma que han «asegurado estabilidad de empleo e ingresos para el futuro inmediato y proporcionado apoyo a estos (trabajadores) y a sus familias en la región».
¿Es una decisión responsable?
Las sanciones económicas a Rusia tienen como objetivo presionar al país para que desista de sus ataque contra Ucrania, una estrategia que ya ha sido utilizada en el pasado. En particular para terminar con la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas).
El objetivo de las sanciones económicas financieras es privar al enemigo de los recursos económicos que necesita para mantener su economía funcionando y, a la vez, poder financiar la confrontación armada.
Armando Jiménez San Vicente, Director Máster Geopolítica,Competitividad y Desarrollo Sostenible, Instituto Universitario y de Investigación Ortega y Gasset
Si bien esta ha sido la orientación de las sanciones económicas por parte de diversos países. Las empresas siguen otra lógica, entre ellas en efecto se encuentra la condena a acciones violentas, pero también salvaguardar la seguridad de sus colaboradores y sus activos.
En el caso de IKEA, es cierto que más de 15 mil trabajadores rusos se quedarán sin empleo y esto implica dificultades para su sobrevivencia; sin embargo, los problemas con las cadenas de suministros también imposibilitan a la empresa a continuar con sus operaciones.
Además, dichas medidas apelan a un sentido humanitario de cese al fuego y frente a ello, la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) funge como una excelente guía, ya que al tener en cuenta los valores empresariales y el impacto de las empresas en la sociedad, las decisiones pueden ir más acorde con la misión empresarial.
La RSE orienta sobre el comportamiento corporativo, el cual tiene efectos no solo en las partes interesadas y los accionistas, sino también en toda la economía.
Cuando una corporación actúa de manera ética y socialmente responsable en sus decisiones comerciales y planificación estratégica, tal corporación será más sostenible e incluso dará pautas de acción como el caso de IKEA.
