Iker Casillas ha demostrado estos días que lo suyo no es sólo parar esféricos como nadie. El capitán de la Selección española, campeona de la Eurocopa, se ha convertido también en el guardameta de la solidaridad.
Y lo ha hecho en Perú como embajador de Plan, la ONG internacional nacida en España en 1937 para ayudar a los niños de la guerra civil, que tiene como objetivo la protección de la infancia en más de 60 países en vías de desarrollo.
Iker y Emilio Butragueño, histórico delantero del Real Madrid, visitaron las comunidades de Crisnejas, Cuzco, Lima y Piura, así como las ruinas de Machu Pichu.
¡Hola!, p. 92-94, Nº 89