La noticia del colapso del Silicon Valley Bank (SVB) a última hora del 10 de marzo provocó el caos en muchas empresas emergentes que trabajan en ciencia y tecnología sostenible, y ha dejado a muchos preguntándose de dónde vendrán las inversiones en el futuro.
La sostenibilidad se ha convertido en una prioridad para muchas empresas, y la falta de inversión podría retrasar los avances en tecnologías limpias que son esenciales para combatir el cambio climático y construir un futuro más sostenible, de acuerdo con Corporate Knigts.
Colapso de Silicon Valley Bank en sostenibilidad
El Silicon Valley Bank había sido durante mucho tiempo uno de los favoritos de las empresas de tecnología limpia debido a su profundo conocimiento del mercado y sus sofisticadas herramientas financieras únicas en la industria.
No obstante, su declive ha creado nuevos desafíos no solo para el sistema bancario de la nación, sino también para la agenda climática de la administración del actual presidente de EE. UU., Joe Biden, después de un angustioso fin de semana en el que muchas de las principales empresas de tecnología limpia se enfrentaron a la insolvencia.
Con una participación del 62% en la financiación de proyectos solares comunitarios en EE. UU., que a menudo están destinados a servir a barrios de bajos ingresos, según informa The New York Times, «la devastación llega en un momento crítico para una industria incipiente que es fundamental para el esfuerzo de reducir los Gases de Efecto Invernadero (GEI) que calientan peligrosamente el planeta», señala el Times.
“Era el banco de referencia para las nuevas empresas de tecnología limpia”.
Leah Ellis, directora ejecutiva y cofundadora de
Sublime Systems , una nueva empresa escindida del Instituto de Tecnología de Massachusetts que se enfoca en descarbonizar la fabricación de cemento.
El banco de la sostenibilidad
SVB, ubicado en Silicon Valley en el norte de California, era conocido por financiar nuevas empresas tecnológicas y proyectos solares comunitarios que otros bancos consideraban engorrosos. Sin embargo, a última hora del 10 de marzo, el colapso del banco ha llevado al caos a muchas de las empresas emergentes que trabajan en ciencia y tecnología sostenible, y ha dejado a muchos preguntándose de dónde vendrán las inversiones en el futuro.
Además, el banco fue fundamental para lanzar proyectos solares comunitarios, proporcionando préstamos complicados a pequeños desarrollos que los bancos más tradicionales consideraban demasiado engorrosos para financiar. A pesar de que la administración de Biden ha impulsado acciones y medidas para mitigar el cambio climático, como la Ley de Reducción de la Inflación, no ha logrado encontrar un comprador dispuesto a asumir la cartera de préstamos nacionales de SVB, dejando a algunas empresas importantes luchando por asegurar nuevas líneas de crédito.
Los inversionistas esperan que la inyección de cientos de miles de millones de dólares en dinero público de la Ley de Reducción de la Inflación mitigue las consecuencias del colapso del banco y restaure rápidamente la confianza en el mercado de tecnología limpia.
Entre la incertidumbre inversión en tecnología limpia
Más de 1,550 empresas comunitarias de energía solar, almacenamiento de baterías e hidrógeno en los Estados Unidos han expresado su preocupación por el colapso de Silicon Valley Bank en lo que respecta a la sostenibilidad. Señalan que esta crisis llega en un momento en que la tecnología climática es crucial para lograr la descarbonización de las economías.
«No son personas en Silicon Valley construyendo aplicaciones para compartir fotos. Son personas de todo el país, en Detroit, Texas y en todas partes, construyendo cosas que importan».
Sarah Sclarsic, socia gerente de la empresa de capital de riesgo climático Voyager.
El Times entrevistó a algunas de las empresas afectadas por la caída de SVB y siguió la incertidumbre que enfrentarán en los próximos meses. En su columna para Forbes, Le Dain destaca la gran brecha que deja la salida del banco en la financiación privada que está impulsando el auge de la tecnología limpia en Estados Unidos.
«SVB formó una práctica de tecnología limpia dedicada hace aproximadamente 15 años, mucho antes que la mayoría de sus pares financieros. Esto fue una señal para muchos empresarios de tecnología limpia de que este era el banco para ellos, y también significó que el banco típicamente tenía más experiencia en el sector».
Le Dain, columnista de Forbes.
Si no es SVB, ¿quién será?
Para muchos, la pregunta de cómo serán afectadas sus empresas queda en el limbo. Mary Powell, directora ejecutiva de la gigante de energía solar de azotea Sunrun, dijo que su compañía tenía menos de $80 millones depositados en SVB, y agregó que estaba «complacida» de que el gobierno federal se hubiera asegurado de que esos fondos estuvieran disponibles.
El analista de investigación de energía renovable de Raymond James, Pavel Molchanov, dijo que los bancos estadounidenses tienen un «fuerte apetito» por la energía solar y otros proyectos de energía renovable debido al «bajo riesgo involucrado». Ese interés asegurará que otros prestamistas tomen el lugar de SVB.
«Por supuesto, otros financieros llenarán el vacío porque estos son algunos de los mejores proyectos de infraestructura en Estados Unidos», señaló Kiran Bhatraju, CEO de Arcadia, el administrador solar comunitario más grande del país. «Pero las canalizaciones [de financiación] estarán en constante cambio durante algún tiempo a medida que se resuelvan esas nuevas relaciones y se pongan en marcha los procesos de diligencia debida».