El informe «Impactos del sistema alimentario en la pérdida de biodiversidad«, elaborado por el centro de estudios Chatham House y respaldado por la ONU, ofrece un panorama estremecedor de las formas en que los actuales sistemas de uso de la tierra están alimentando la sexta extinción masiva de la Tierra.
Basándose en el histórico informe del Grupo Intergubernamental de Expertos acerca del Cambio Climático en relación al impacto de los sistemas agrícolas, que concluyó que la producción de alimentos y bebidas ha impulsado el 75% de la deforestación hasta la fecha.
La principal amenaza
De acuerdo con edie, el nuevo informe afirma que la agricultura es la principal amenaza para alrededor del 86% de las más de 28,000 especies de plantas y animales que se sabe que están en peligro de extinción.
El informe nombra la conversión de ecosistemas naturales para nuevas explotaciones de pastos y cultivos como el mayor impulsor de la pérdida de hábitat a nivel mundial en los últimos 50 años.
Estas instalaciones cubren actualmente alrededor de la mitad de la tierra habitable del mundo.
Aunque reconoce que «los impactos sobre la vida silvestre difieren de un método de cultivo a otro«, el informe advierte que los impactos negativos de la agricultura intensiva de rápida expansión están superando los beneficios de los métodos más respetuosos con la vida silvestre a escala mundial.
Afirma que los gobiernos y el sector privado están alimentando un círculo vicioso que da prioridad a la sobreproducción de alimentos baratos frente a las fuertes exigencias medioambientales.
Esto ha supuesto un impulso económico en el pasado, es probable que se produzcan pérdidas al persistir los problemas de residuos y calidad del suelo. Un tercio de todos los alimentos producidos en el mundo cada año se desperdicia, y este reto conlleva una huella climática y social, además de una huella de recursos.
Los políticos siguen diciendo ‘mi trabajo es hacer que los alimentos sean más baratos para ti’, sin importar lo tóxicos que sean desde el punto de vista planetario o de la salud humana.
Debemos dejar de argumentar que tenemos que subvencionar el sistema alimentario en nombre de los pobres y, en cambio, ocuparnos de los pobres sacándolos de la pobreza.
Tim Benton, profesor de Chatham House.
3 elementos de cambio
Aunque la magnitud del reto es evidente, el informe destaca que existen soluciones y que todavía hay una oportunidad para aplicarlas, siempre que se actúe con rapidez, de forma integral y a gran escala, y que se resuelva la causa de los problemas sistémicos.
Si quiere conocer algunos elemento para la creación de un sistema alimentario más sostenible. A continuación te compartimos tres.
1. Cambio en los patrones dietéticos que reduzca los residuos y promueva las dietas basadas en plantas
El informe reitera el hecho de que alrededor del 80% de las tierras de cultivo del mundo se utilizan para la cría de animales, pero que la carne sólo representa el 18% de las calorías consumidas en el mundo.
Chatham House afirma que si se libera parte de esta tierra para dedicarla a las plantas, se puede aliviar la presión de despejar nuevas tierras para los cultivos y, al mismo tiempo, se puede avanzar en materia de nutrición.
Organismos como The Lancet y el Comité de Cambio Climático del Reino Unido han insistido repetidamente en el papel que puede desempeñar el hecho de comer menos carne y más plantas para avanzar en estas cuestiones.
2. Proteger y reservar tierras para la naturaleza, ya que «incluso los sistemas agrícolas más respetuosos con la vida silvestre son menos eficaces para mantener la biodiversidad que los ecosistemas prístinos o no gestionados«
Las soluciones que se plantean aquí incluyen que los agricultores reserven tierras específicamente para la naturaleza, ya sea ahorrando terreno o integrando » zonas» de hábitats ricos, como los setos.
Según Chatham House, otras empresas y gobiernos también deben apoyar a los agricultores con proyectos de restauración que consideren cuidadosamente la necesidad de especies autóctonas y maximicen su potencial de secuestro de carbono.
3. Cambio a métodos agrícolas más sostenibles, que pueden abordar problemas como la degradación del suelo, el uso excesivo de fertilizantes y pesticidas y la seguridad del agua
Se puede apoyar a los agricultores para que reduzcan progresivamente su huella, para que prueben métodos regenerativos o para que se pasen por completo a este enfoque, en función de los progresos que hayan hecho hasta ahora.
Los métodos de agricultura regenerativa están diseñados para imitar los sistemas naturales y a menudo incluyen prácticas como los cultivos intercalados, los cultivos de cobertura, el pastoreo rotativo y la siembra de bajo laboreo.
El informe del profesor Dasgupta
La publicación del informe de Chatham House llega justo después de un importante estudio sobre la biodiversidad que, según los expertos, podría ser tan influyente como el informe Stern sobre el cambio climático.
El Gobierno británico encargó al profesor Sir Partha Dasgupta que dirigiera una revisión independiente y global sobre la economía de la biodiversidad en la primavera de 2019.
Los resultados respaldan los argumentos para que los Gobiernos asignen un valor monetario a los recursos naturales como los bosques y los suelos sanos, permitiendo a las empresas calcular el «verdadero coste» de sus decisiones. De este modo, se podría imponer la consideración de estos costes en el sector privado.
