DF, México — Sagarpa es incapaz de controlar la entrada de maíz contaminado con transgénicos y criminaliza a los agricultores; las pruebas realizadas demuestran la presencia de las variedades de maíz transgénico NK603, MON810 y MON863, propiedad de Monsanto que fueron ya prohibidas en otros países.
México está importando semillas de maíz contaminadas con maíz transgénico, propiedad de la empresa transnacional Monsanto, denunciaron las organizaciones Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras del Campo (ANEC), El Poder del Consumidor y Greenpeace, pertenecientes a la campaña nacional “Sin maíz no hay país”.
Las pruebas, realizadas en semillas híbridas de maíz, demuestran la presencia de las variedades de maíz transgénico NK603, MON810 y MON863, todas propiedad de Monsanto. Las dos últimas variedades fueron prohibidas recientemente por los gobiernos de Francia, Austria y Rumania, debido a que provocaron impactos negativos al medio ambiente: mortandad de insectos benéficos como lombrices de tierra, arañas y mariposas monarca, y la imposible coexistencia de cultivos transgénicos con cultivos orgánicos y convencionales; además de generar gran incertidumbre sobre los efectos en la salud humana (1). Las recientes prohibiciones se suman a las ya realizadas por los gobiernos de Hungría, Polonia, Italia y Grecia, Australia y Sudáfrica.
Las semillas híbridas de maíz que se usaron en este estudio corresponden a la variedad 7525 que distribuye la empresa Producers Hybrids en el Valle de Cuauhtémoc, en Chihuahua, una de las regiones más importantes para el cultivo de maíz amarillo en esa entidad, por lo que es incierto el radio de contaminación real en la zona, ya que las muestras fueron recolectadas antes del periodo de polinización de los cultivos.
“Esta es la evidencia de que las semillas de maíz transgénico están entrando a territorio mexicano sin que exista ningún tipo de control por parte de las autoridades de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), responsables de la labor de inspección y monitoreo de las semillas que se usan para la siembra de maíz en nuestro país. Por eso, los cultivos de maíz en Chihuahua se están contaminando con maíz transgénico. Exigimos a las autoridades estatales y federales no criminalizar a los agricultores chihuahuenses y aplicar estrictamente las medidas de control necesarias para que este caso de contaminación no salga de la entidad y se convierta en un desastre nacional”, declaró Aleira Lara, coordinadora de la campaña de agricultura sustentable y transgénicos de Greenpeace.
Cabe recordar que el pasado 20 de septiembre, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), organismo desconcentrado de la Sagarpa, reconoció la presencia de maíz transgénico en 70 hectáreas del municipio de Cuauhtémoc, Chihuahua. La detección se realizó antes del periodo de polinización, por lo que el riesgo de contaminación es mucho más alto y podría escalar a nivel nacional dado que esta entidad distribuye su producción de maíz a Jalisco, la Región Lagunera y el Estado de México.
“Exigimos al gobierno federal, a través de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Sagarpa, que proceda inmediatamente a la contención de los cultivos con presencia de maíz transgénico, así como a la revisión de los centros de almacenamiento, distribución y comercialización de semillas que surten a los productores de la región, ya que la contaminación puede escalar hasta afectar a los productores a nivel nacional. El Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS) ha demostrado su ineptitud y complicidad con Monsanto para introducir semillas de maíz transgénico al país”, denunció Víctor Suárez, de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras del Campo (ANEC).
Cabe señalar que el caso de Chihuahua se suma a otras ocho alertas sobre contaminación en México, lo que ubica a nuestro país en el segundo lugar en América y el séptimo en todo el mundo con más casos de contaminación con maíz transgénico (2) (ver cuadro 1).
Cuando Monsanto encuentra obstáculos para la autorización de la siembra de sus semillas patentadas en un país que es de su interés comercial, utiliza una estrategia para contaminar los cultivos con semillas transgénicas. Existen dos ejemplos muy claros en Brasil y Argentina con soya transgénica, los gobiernos de ambas naciones, al darse cuenta de su incapacidad para resolver el problema, procedieron a legalizar lo ilegal. Esa es la estrategia que Monsanto quiere implementar en México, que es el centro de origen y diversidad genética del maíz, y el gobierno federal le está dando todas las facilidades para que lo haga.
«Desde el punto de vista del consumidor, son tres las preocupaciones centrales sobre los transgénicos: primero, los efectos en la salud a mediano o largo plazo, ya que estos organismos genéticamente modificados han sido liberados al mercado sin que un organismo regulador independiente haya realizado las pruebas que garanticen su inocuidad. Segundo, se ha demostrado que los transgénicos contaminan otras semillas y esto significa la pérdida de la diversidad genética de los cultivos, esto impacta severamente sobre la seguridad alimentaria, en especial, en regiones que son centro de origen del cultivo modificado. Tercero, la apropiación que están realizando las grandes corporaciones transnacionales sobre la propiedad de las semillas, obligando a los campesinos a pagar regalías por su uso, aumentando los costos para los consumidores y reduciendo la diversidad de alimentos. Lo que está pasando en Chihuahua presenta, sin dudas, estos tres riesgos y lo advertimos, a pesar de que las corporaciones y los funcionarios a su servicio negaban que fuera posible», explicó Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor.
Las organizaciones coincidieron en señalar que no son necesarias más evidencias de la incapacidad del gobierno mexicano para hacerle frente a la liberación de maíz transgénico, que representa una amenaza real para la biodiversidad y la salud de los mexicanos.
“Exigimos la prohibición total de las siembras experimentales de maíz transgénico en nuestro país y que se finque la responsabilidad de las empresas transnacionales que contaminan el campo mexicano con sus patentes”, concluyó Lara.
Cuadro 1.-
Casos de contaminación con maíz transgénico en México
Oaxaca noviembre 2001
Veracruz octubre 2005
Michoacán agosto 2006
Sinaloa noviembre 2006
Tamaulipas julio 2007
DF (Milpa Alta y Magdalena Contreras) junio 2007
Chihuahua septiembre 2007.
Fuente: Greenpeace