Del uno al cinco, ¿qué tan editadas crees que están las fotos de los modelos que aparecen en anuncios publicitarios? Tener una métrica confiable ayudaría a saber qué tan alejada de la realidad está una imagen.
Partiendo de ese principio, los investigadores en Ciencias Computacionales en Dartmouth, Estados Unidos, Hany Farid y Eric Kee, crearon un software que determina cuán alterados fueron rostros o cuerpos con programas como photoshop, para expresarlo en una escala del uno al cinco.
Lo lograron reclutando a cientos de personas que compararon imágenes originales con las retocadas, con el fin de que determinaran el grado de retoque con un patrón en el que «uno» equivalía a «mínimamente alterado» y «cinco» a «directamente cambiado».
Posteriormente, las calificaciones fueron empleadas para entrenar al software, de modo que detecta y mida alteraciones mínimas, como el recorte del marco de la foto o correcciones de color, o retoques intensos como disminución del peso corporal en un 30 por ciento, la eliminación de todas las arrugas e imperfecciones, irregularidades geométricas en partes del cuerpo, así como cambio de tono y textura de la piel.
Con el programa de medición, incluso las modelos podrían solicitar el grado de manipulación que desean para sus fotografías, de acuerdo con el científico de la Universidad de Dartmouth.
Esta herramienta podría ayudar a los parlamentos del Reino Unido, Francia y Noruega, en donde han propuesto leyes que obliguen a las compañías implicadas a informar en qué medida han sido intervenidas las fotos de sus anuncios.
«Esta tecnología también podría ser empleada por aquellos técnicos que retocan fotos, para ayudarles a medir el grado en que la imagen modificada se aleja de la realidad», expuso Farid en su investigación.
Actualmente, también en la unión americana evalúan el tema con la Ley de Autoestima, también llamada ley «antiphotoshop», que promueve que toda publicidad que contenga imágenes editadas incluya una leyenda que avise que la imagen fue retocada.
Fuente: Reforma, Interfase, p. 13.
Por: Cora Bravo.
Publicada: 19 de diciembre de 2011.