Crear puntos verdes que sean un descanso y goce ambiental, y que a la vez muevan la conciencia a favor del medio ambiente, son algunos de los objetivos de los jardines verticales que impulsan grupos ambientalistas como una opción para quitarle el color gris a la Ciudad de México.
Se trata de muros realizados con diversas plantas, que representan una opción para oxigenar a las grandes ciudades, como la pared verde de 10 por 4 metros de altura ubicada en la esquina de Insurgentes Sur y Torres Adalid, realizada por la organización civil VerDF.
La pared, formada con más de 2 mi 500 plantas, es una opción de publicidad verde para que las vallas que se utilizan para tapar construcciones puedan ser sustituidas por estos respiros, explicó Gabriela Rodríguez, directora de VerdDF.
«Esta valla verde la hicimos con la empresa Grupo Rentable y estará frente al Polifórum Siqueiros hasta que se termine la construcción que se realiza, pero con mantenimiento este jardín podrá ser movido a otro sitio.
«La idea es que las empresas pongan su marca, pero sobre una valla verde, para que a través de esto se dé un mensaje responsable con el ambiente, se colabore en crear un respiro para la Ciudad y que a la vez mejore el microuniverso y la vida peatonal de la zona», señaló Rodríguez.
Dijo que buscan otras esquinas para instalar más jardines.
Este jardín que la gente admira mientras espera cruzar la calle, está formado con plantas de 18 especies, principalmente con helechos a través de la técnica de la hidroponia y fue creado por Fernando Ortiz Monasterio, experto en creación de jardines verticales y colaborador de VerDF.
La ONG trabaja desde hace tres años con las autoridades del Distrito Federal para llevar esta opción al Centro Histórico de la Ciudad, de donde por muchos años la vegetación ha sido expulsada.
Rodríguez adelantó que en las próximas semanas espera convertir algunos espacios baldíos del Centro en jardines verticales.
Dos de los proyectos más avanzados son los que se ubican en la calle de 5 de Mayo 38, en un estacionamiento, y a la salida de Metro Allende, en donde han trabajado junto con la Autoridad del Espacio Público, el Fideicomiso del Centro Histórico, el INBA y el INAH, a fin de que se integren bien a la arquitectura de la zona.
La idea, señaló, es que la iniciativa privada a través de las empresas adopten y financien la creación de los jardines y su mantenimiento.
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