La contaminación plástica es uno de los problemas más graves que enfrenta el planeta hoy en día. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), más de 400 millones de toneladas de plástico son producidas cada año, y la mitad de estos plásticos están diseñados para un solo uso.
Esto provoca que millones de toneladas de residuos plásticos terminen en océanos, ríos y suelos, afectando no solo la biodiversidad, sino también la salud humana. Se estima que si no se toman medidas inmediatas, la cantidad de plásticos en los océanos podría superar la cantidad de peces para 2050. En respuesta a esta crisis, la comunidad internacional está trabajando en la elaboración de un tratado sobre contaminación plástica impulsado por las Naciones Unidas.
Sin embargo, las próximas negociaciones clave sobre dicho tratado se llevarán a cabo en el marco de la quinta sesión del Comité Intergubernamental de Negociaciones sobre Plásticos (INC-5) en noviembre de 2024, por lo que, ante su proximidad, la Coalición Empresarial para un Tratado Global de Plásticos, ha dado a conocer una carta abierta en la que solicitan que en está reunión se consoliden objetivos ambiciosos para abordar las raíces del problema, entre otras peticiones. ¡Te contamos, a continuación!
Empresas llaman a ser contundentes con los objetivos del tratado sobre contaminación plástica
Ante la falta de avances sustanciales en las negociaciones del Tratado Global sobre la Contaminación Plástica, la Coalición Empresarial para un Tratado Global de Plásticos, que cuenta con el respaldo de más de 250 empresas globales, instituciones financieras y ONG, ha hecho un llamado urgente a los líderes mundiales mediante una carta abierta publicada el 28 de octubre de 2024.
En el documento, empresas como Nestlé, Danone, Pepsico, SC Johnson y Decathlon, junto con otras grandes corporaciones, instan a los gobiernos a llegar a un acuerdo ambicioso y vinculante que permita combatir eficazmente la contaminación plástica. Esta coalición subraya que los esfuerzos voluntarios no son suficientes para abordar la magnitud del problema. De hecho, en la carta se menciona que «un tratado basado únicamente en medidas voluntarias corre el riesgo de retrasar la acción durante décadas».
Los firmantes de la carta solicitan que el tratado sobre contaminación plástica incluya medidas claras como la eliminación progresiva de los productos químicos peligrosos asociados al plástico y aquellos plásticos que son «problemáticos» para el reciclaje. Además, hacen hincapié en la necesidad de establecer principios de diseño globales para los esquemas de Responsabilidad Extendida del Productor (EPR, por sus siglas en inglés), en los que los fabricantes cubran parte de los costos de reciclaje de los productos plásticos que colocan en el mercado.
La coalición también pide la creación de recomendaciones globales y sectoriales para el diseño de productos plásticos y la implementación de marcos de gobernanza que permitan que el tratado sea más ambicioso a medida que se vayan logrando avances.
Estas son las demandas de las empresas
La carta de la coalición empresarial no solo pide un compromiso fuerte de los gobiernos, sino que también detalla una serie de demandas específicas para garantizar la eficacia del tratado sobre contaminación plástica. Entre las principales peticiones se incluyen:
- La eliminación gradual de los productos químicos peligrosos en los plásticos y de los plásticos problemáticos para reciclar.
- El desarrollo de principios de diseño globales que guíen los esquemas de Responsabilidad Extendida del Productor (EPR).
- Recomendaciones tanto globales como sectoriales para un mejor diseño de productos plásticos que facilite su reciclaje y reutilización.
- La creación de marcos de gobernanza para asegurar que los objetivos del tratado se puedan expandir y hacer más ambiciosos con el tiempo.
Estas demandas reflejan el deseo de las empresas de armonizar las políticas globales y de facilitar el cumplimiento de normas más estrictas. Anna Turrell, directora global de sostenibilidad de Decathlon, subraya la urgencia de estas acciones al mencionar que “cada año se producen alrededor de 400 millones de toneladas de residuos plásticos en todo el mundo, y la mitad de todo el plástico producido está diseñado para un solo uso. Esto debe cambiar».
Empresas presionan por un tratado fuerte a pesar de su rol en la contaminación plástica
La presión de estas grandes empresas por un tratado fuerte es especialmente significativa dado que muchas de ellas son parte del problema. Según el estudio «Global producer responsibility for plastic pollution«, publicado en la revista Science Advances, muchas de las compañías firmantes se encuentran entre las 56 empresas que producen el 50% de la contaminación plástica mundial.
La investigación expuso el papel desproporcionado que juegan grandes conglomerados como Coca-Cola, Pepsico, Nestlé, Danone y Altria en la producción de plásticos que terminan contaminando el planeta, ya que a estas cinco empresas se les atribuye el 24% de la producción global de plásticos de marca.
No obstante, el hecho de que estas empresas reconozcan su responsabilidad y pidan un tratado sobre contaminación plástica ambicioso es un paso importante para la industria y un signo de cambio en la forma en que estas corporaciones abordan su impacto ambiental. Al abogar por un tratado fuerte, están demostrando que existe una voluntad de transformar el modelo de negocio hacia uno más circular y sostenible, algo que es fundamental para reducir la contaminación plástica a nivel global.
La esperanza: un tratado ambicioso y vinculante
Lograr un tratado sobre contaminación plástica es vital para revertir los devastadores efectos que el plástico está teniendo en el planeta. El tratado tiene el potencial de establecer normas claras y vinculantes que permitan la transición hacia una economía más circular y que combata el uso de plásticos de un solo uso y la contaminación que generan. Sin embargo, para que esto suceda, las discusiones en el INC-5 deben ser resolutivas y ambiciosas, comprometiendo a los países y a las empresas a implementar cambios significativos y a largo plazo.
En este contexto, es alentador ver que grandes corporaciones, muchas de las cuales son responsables de gran parte de la contaminación plástica, estén al frente de esta lucha, reconociendo su responsabilidad y abogando por un tratado que realmente tenga un impacto positivo en el medio ambiente y en la sociedad.