Los hábitos son difíciles de cambiar y cuando hablamos de prácticas de consumo no es distinto. No obstante, el Planeta anuncia a gritos la urgencia de que la humanidad transite hacia hábitos de consumo más responsables en pos de la conservación del medio ambiente y para lograrlo es fundamental el papel de las empresas.
Inducir a los consumidores en la economía circular, el modelo económico que debe dirigir las actividades humanas si queremos cuidar el medio ambiente, será mucho más sencillo cuando las compañías logren que la circularidad sea tan accesible, cómoda y sencilla como lo es la economía lineal, por lo que es crucial invertir en el desarrollo de sistemas circulares efectivos en todas las industrias.
Un estudio demostró que los consumidores no sólo piensan que son parte fundamental del cambio hacia un modelo económico circular, sino que están dispuestos a implementar cambios y elegir la opción más sostenible a la hora de hacer compras, sin embargo, hay obstáculos que se interponen entre estas intenciones y la realidad.
Te decimos lo que este estudio reveló sobre el interés de los consumidores en las prácticas responsables y cómo las empresas pueden impulsar sus intenciones. ¡No te lo pierdas!
¿Qué tan involucrados están los consumidores en la economía circular?
El estudio Aprender de los consumidores: cómo las demandas cambiantes están dando forma a la transición a la economía circular de las empresas, realizado por ING, institución financiera de origen neerlandés, demostró que los consumidores están utilizando su poder adquisitivo para apoyar a las empresas que se preocupan por la sostenibilidad y se sienten responsables al respecto, sin embargo, esta intención por el camino sostenible puede debilitarse cuando la opción verde resulta engorrosa.
Dicho análisis, que tomó como muestra a 15 mil personas de 11 países ubicados en tres continentes, América, Europa y Asia, señala que el 83% de los consumidores consideran que su comportamiento y elecciones pueden aportar a la solución de los problemas medioambientales.
El estudio mostró un importante cambio en las preferencias de los consumidores, ya que el 59% de los participantes afirmó que le otorga mayor relevancia a las credenciales sostenibles de una empresa que a la marca, principalmente cuando se trata de compra de comida o ropa. De hecho, los temas ambientales han cobrado tal peso para los clientes que el 49% aseguró que estaría dispuesto a pagar más por un producto si tiene la seguridad de que se fabrica de una manera respetuosa con el medio ambiente, mientras que el 61% dijo que estaría menos dispuesto a comprar los productos de una empresa si esta no toma en serio sus compromisos sostenibles.
Por otro lado, el 38% de los encuestados dijo haber dejado de comprar productos de marcas de alimentos al enterarse que cuentan con malas prácticas medioambientales, cifra que pone bajo la lupa el riesgo en términos de rentabilidad al que se enfrentan las compañías que no se esfuerzan por mejorar sus resultados en sostenibilidad. Además, el estudio demostró que el cuidado del Planeta por parte de las empresas cobra mayor relevancia en las decisiones de compra cuanto más jóvenes son las generaciones, por lo que la demanda de productos sostenibles va en aumento.
¿Cuál es el papel de las empresas en el impulso a la circularidad?
Sin duda los consumidores han decidido optar por opciones más responsables con el Planeta, por lo que la demanda también está orillando a las empresas a caminar hacia modelos circulares de producción y otras prácticas sostenibles que disminuyen su impacto ambiental.
La tarea no es fácil para ninguno de los dos, ya que el modelo de economía circular está en desarrollo y presenta dificultades, mientras que la economía lineal, a la que estamos acostumbrados, otorga al comprador muchas comodidades por lo que, para impulsar este cambio de modelo, la colaboración de las empresas es indispensable, ya que, mediante el desarrollo de soluciones innovadoras, pueden ayudar a hacer más accesible y sencilla la adopción de estos nuevos hábitos de consumo.
Para introducir a los consumidores en la economía circular, llas empresas pueden partir de las preferencias ecológicas ya adoptadas por los clientes. Ejemplo de esto es lo que la Sustainable Packaging Coalition ha descrito como “la papelización de todo” luego de que una encuesta realizada en 2023, demostró que los consumidores prefieren los envases hechos de este material porque es mucho más amigable con el medio ambiente, lo cual ha llevado a que diversas empresas replanteen sus estrategias de envasado.
Tal es el caso del gigante tecnológico Google, que busca reducir su huella de plástico por medio del trabajo con proveedores que están sustituyendo los plásticos de un solo uso por materiales reciclables y compostables como el papel. Otro caso de éxito es el de la marca Seed Phytonutrients de L’Oréal USA, con la que la empresa ha logrado demostrar el potencial de los envases elaborados con este material mediante el diseño de una botella atractiva y resistente a la ducha.
El necesario rol de las empresas en la transición hacia la circularidad
La transición hacia una economía circular y la adopción de prácticas sostenibles no son solo imperativos medioambientales, sino también exigencias crecientes de los consumidores. A medida que el planeta demanda un cambio hacia hábitos de consumo más responsables, el papel de las empresas se vuelve crucial para facilitar esta transformación. Los consumidores están cada vez más comprometidos con la sostenibilidad y dispuestos a apoyar a las empresas que demuestran un verdadero compromiso con el medio ambiente, tal como lo evidencian los datos del estudio.
Sin embargo, para que esta intención se traduzca en una práctica común, las empresas deben superar las barreras que impiden la adopción generalizada de modelos circulares. Esto incluye hacer que las opciones sostenibles sean tan accesibles y convenientes como las tradicionales. La inversión en innovación y la adaptación de estrategias, como la transición a envases más ecológicos, son pasos esenciales en esta dirección.
