¿Te imaginas poder comprar una sudadera de una de tus marcas favoritas, pero que también esté fabricada por materiales responsables y locales? En los últimos años, tanto consumidores como empresas nos hemos convencido cada vez más de la importancia de obtener materias primas de forma local.
Esta conciencia ha impulsado los bazares donde es posible comprar productos hechos en nuestro barrio, los restaurantes de comida sana y local, así como una mayor transparencia respecto a la cadena de valor de todo tipo de empresas. Paralelamente, también ha crecido el interés por las prácticas éticas de la industria del vestido, como consecuencia de la catástrofe de Rana Plaza. En este contexto es en el que la marca The North Face lanza su Backyard Project.
Este proyecto tuvo como objetivo diseñar y producir una pequeña línea de ropa con materiales que pudieran encontrarse a 150 millas (alrededor de 240 kilómetros) de la sede de la empresa, en el área de la bahía de San Francisco. La meta no se logró por completo, ya que el hilado de la tela tuvo que hacerse en otro estado, pero aún así The North Face está celebrando este logro y comerciaizando una edición limitada de estos productos.
La línea pudo lograrse gracias a colaboraciones con expertos como Fibershed, organización que impulsa la creación de culturas textiles locales y el Sustainable Cotton Project y estará disponible en tiendas a principios de este mes de diciembre. Además de servir como un reto creativo para la marca, también fue una oportunidad para estrechar lazos con stakeholders locales y dar a conocer la cultura textil de la región. Esta colaboración comenzó en 2013 y todos los participantes esperan que al ver los resultados otras marcas intenten también acercarse a proveedores locales para impulsar la industria del vestido.
En una nota respecto al caso, el portal Sustainable Brands enfatiza que un proyecto como este tiene muchos beneficios ambientales y sociales, por ejemplo:
* Reducción de químicos usados en el algodón hasta en un 73%, gracias a los protocolos de Sustainable Cotton Project, lo que a su vez mejora la calidad del agua, el aire y el suelo, además de reducir la exposición a químicos de los trabajadores.
* Reducción de la necesidad de tintes sintéticos: se usó hierro de grado alimenticio para teñir.
* Eliminación de los desechos en el proceso de cortes de patrones. El exceso de tela se usó para hacer bolsillos y otros detalles.