Programa de Sport Passion. Madres e hijos llegan a desarrollar resentimiento al no poder dedicarse tiempo de calidad; de ahí la necesidad de programas que contrarresten esta situación, que a su vez reditúa en un mejor desempeño laboral
En un entorno en el que cada vez más mujeres se integran a la fuerza laboral, muchas de ellas con hijos menores de edad, los esfuerzos por implementar programas que fomenten el balance vida-trabajo en este segmento de la población también aumentan.
Alfonso Velasco Senties, fundador y director general de Sport Passion, comenta que estos programas y políticas, en sus diferentes esquemas, tienen ciertos objetivos y normalmente están pensados a mediano y largo plazos. No obstante, precisa, existen otros programas cuyos beneficios son inmediatos y de alto impacto.
Uno de los programas más recientes de Sport Passion, empresa dedicada a la producción de eventos de integración y deportivos, tiene como objetivo mejorar la relación de mamás con sus hijos menores de 12 y mayores de 6 años.
Mamá y Yo, explica Alfonso Velasco, es un programa diseñado para mejorar la integración familiar, los lazos de unión, la comunicación y el respeto por medio de dinámicas basadas en el desarrollo humano, lo cual también logra una mejor integración entre estas mamás y sus empleadores.
A lo largo de dos días, en instalaciones ubicadas en Valle de Bravo o en Querétaro, se llevan a cabo diversas actividades que permiten a madres e hijos mejorar una relación familiar que haya sido descuidada o dañada como consecuencia de las responsabilidades laborales. Está diseñado para grupos de 10 a 40 parejas (madre-hijo).
Durante el desarrollo del programa, realizado a lo largo de un año en alianza con Campamento Nature y Campamento Icaros -proceso en el que participaron expertos en desarrollo humano, psicólogos y pedagogos-, se determinó que el rango de edad de los niños participantes debía mantenerse entre 6 y 12 años de edad, pues es la etapa ideal para trabajar en los conceptos de integración que se abordan en las dinámicas. Todas las dinámicas tienen objetivos específicos y concluyen con actividades de cierre y retroalimentación.
«Muchas veces tanto las madres como los hijos desarrollan sentimientos de resentimiento al no poder dedicarse tiempo de calidad. Los hijos se sienten abandonados. Las mamás llegan a culpar a las empresas por ello. De ahí la necesidad de programas como éste, los cuales ayudan a contrarrestar estas situaciones, y el interés que muestran todo tipo de empresas por ofrecer a un segmento importante de su plantilla laboral la oportunidad de participar en programas como Mamá y Yo», precisa el directivo.
El director general de Sport Passion destaca que son múltiples los beneficios que el programa ofrece a las empresas. Por un lado, al ser un programa vivencial que transforma a los participantes, el compromiso, el respeto y el agradecimiento de las mamás hacia la empresa aumentan de manera importante. Asegura que la experiencia que viven es realmente emotiva y no tiene precio.
«Las emociones se quedan en cuerpo y mente, y las mamás van a relacionar lo vivido con algo que su lugar de trabajo facilitó o hizo posible. La empresa también se beneficia porque la relación entre las mamás que participan en el programa mejora, así como su empatía y su integración. Cuando la empresa reconoce con acciones que es importante trabajar para una mejor integración familiar, las personas se sienten valoradas y lo agradecen», puntualiza.
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