Por Luis Maram
La India no es el primer país en promulgar leyes sobre responsabilidad social empresarial (RSE) pero sí lo es en desarrollar una donde se obligue a las compañías a destinar parte de sus ganancias a este tema.
El número no parece ser gran cosa (2%) pero si lo pensamos en las empresas a las que aplicará, organizaciones de grandes dimensiones con ganancias de al menos 80 millones de dólares durante los últimos tres años, el tema adquiere otro cariz.
Por supuesto que surge la pregunta ¿y quién determinará lo que es RSE? La respuesta es que son válidas nueve «vertientes» de inversión, a través de las que se puede llenar el requerimiento. El concepto es garantizar un crecimiento equitativo y sostenible en la India.
Las compañías serán auditadas anualmente para ver cómo cumplen este requisito; aquellas que no llenen lo estipulado serán sancionadas. Los auditores deberán ser cambiados máximo cada cinco años para cada empresa, atendiendo a 20 como máximo y además solo podrán servir durante dos periodos de un lustro. La medida obviamente busca dar dientes para evitar actos de corrupción, mismos que serían punibles.
Algunos datos que GreenBiz destaca sobre esta nueva ley es que las empresas están obligadas a revelar la diferencia de salarios desde los niveles directivos; si las empresas cierran, deben pagar a los empleados de dos años de salario; los consejeros independientes deberán constituir una tercera parte de cada junta directiva y al menos un miembro de la junta debe ser mujer. La ley también da más autoridad a la Oficina de Investigación de Fraudes graves, que investiga el fraude corporativo.
Como se verá, el tema va muy en serio en la India; claro que vuelve a poner el dedo en la llaga sobre si la responsabilidad social debe ser o no obligatoria, ya que la esencia de la misma siempre había sido la voluntariedad, lo cual era parte de la búsqueda de mejores prácticas. No obstante, con una ley así, surge la pregunta ¿Las empresas la comenzarán a ver solo como un requisito a cumplir y no como una práctica de mejora continua en pos del desarrollo sostenible?
El problema con cualquier tema que pueda dársele un check simplemente, es que se torna en un componente más de la legalidad de la operación y no de una licencia social ni mucho menos una visión holística de lo que significa la ciudadanía corporativa.
¿Qué opinan de esto? ¿La RSE debiera o no ser obligatoria?
Luis MaRam
MBA, Diplomado en RSE y especializado en Marketing Digital y Redes Sociales, Luis Maram es asesor en temas de comunicación, mercadotecnia y RSE. Ha sido profesor y ponente en múltiples conferencias de marketing. Actualmente es Director de Marketing y Medios en Expok, coordinando la estrategia de contenidos de la empresa.
Su pasión por el multifacético fenómeno de la comunicación lo ha llevado a publicar en revistas y portales especializados de negocios como ISTMO del IPADE o WOBI. Actualmente es autor de esta columna sobre Marketing y Sustentabilidad y de su blog personal de análisis mercadológico. También puede seguir sus cápsulas de video, Marketeando la Sustentabilidad y su Google
[…] Fuente: http://www.expoknews.com/2013/08/21/india-aprueba-la-primera-ley-de-rse/ […]
Creo que que meta es que cada vez seamos personas más conscientes y nos demos cuenta de como las acciones y actitudes de uno solo, benefician o afectan a todos. Que en verdad no estamos separados sino que todos estamos unidos.
Haciéndonos conscientes de esto no necesitaríamos leyes ni para ser responsables como empresas, ni para el tránsito ya que todos nos respetaríamos, mirándonos reflejados en el otro.
Así es Claudia; el tema corre riesgo de volverse requisito empresarial y no área de oportunidad… veremos cómo evolucionan las cosas.
Dadas las circunstancias en general de nuestro país, tendrá que ser obligatoria la práctica, ya que de lo contrario tardaremos una eternidad en generalizar las buenas prácticas de responsabilidad social.
Me parece que es un tema que comienza a dar resultados desde la acción voluntaria y que, de ver los resultados que ésta arroja en todos los ámbitos, tal vez las mismas empresas que lo han desarrollado y constatado, podrían impulsarlo con carácter de obligatoriedad, para un sector determinado de empresas.
Gracias por compartir, Luis.
Saludos cordiales,