A pesar de ser una rama de alto impacto en la compra de insumos agrícolas se catalogó a la industria productora de bebidas alcohólicas como un sector no prioritario que debe cerrar sus instalaciones y detener su producción en medio de esta emergencia por el COVID-19.
La cuarentena establecida por las autoridades provocó que se determinaran que sectores industriales del país son “prioritarios” o “no prioritarios”, para detener sus actividades y resguardar a sus trabajadores.
La Secretaría de Salud encabeza al Consejo Nacional de Salud (CNS) -que se encuentra en sesión permanente debido al COVID-19- y fue designada por el presidente Andrés Manuel López Obrador para tomar la decisión sobre que empresas deben permanecer abiertas.
El pasado 31 de marzo, la Secretaría de Salud (SSA) publicó el Acuerdo para atender la emergencia sanitaria por el COVID-19, y en el Artículo Primero, Fracción II, incisos c) y e), se enlistó a las actividades económicas prioritarias y no prioritarias.
El 6 de abril se divulgó un nuevo Acuerdo en el Diario Oficial de la Federación (DOF), para especificar con más detalle las actividades que se consideran esenciales y que podrán seguir sus labores, aunque con restricciones y acatando las medidas de sana distancia.
La industria de bebidas alcohólicas quedó fuera de las empresas prioritarias, pese al impacto que tiene en el bolsillo de pequeños productores campesinos que venden sus cosechas a empresas cerveceras.
El organismo Cerveceros de México estima que existen más de 5 mil agricultores mexicanos que se dedican a la producción de cebada maltera.
El Acuerdo detalla que los sectores que se incluyen para mantener vigentes sus labores son: mensajería, reparación de infraestructura, minas de carbón, servicios financieros, recaudación tributaria, distribución y venta de energéticos, gasolineras y gas, generación y distribución de agua potable, industria de alimentos y bebidas no alcohólicas.
Así como mercados de alimentos, supermercados, tiendas de autoservicio, abarrotes y venta de alimentos preparados, transporte de pasajeros y de carga; producción agrícola, pesquera y pecuaria, agroindustria, industria química, productos de limpieza; ferreterías, guardias privados, guarderías y estancias infantiles, asilos y estancias para personas adultas mayores.
Igualmente, los refugios y centros de atención a mujeres víctimas de violencia, telecomunicaciones y medios de información, servicios privados de emergencia, servicios funerarios y de inhumación, servicios de almacenamiento y cadena de frío de insumos esenciales y logística (aeropuertos, puertos y ferrocarriles).
El resto de las actividades –incluidas las industrias de bebidas alcohólicas-, de acuerdo al anunció de la Secretaría de Salud, deberán suspender actividades hasta el 30 de abril.
Cerveceras acata órdenes del gobierno
Grupo Modelo y Heineken acataron la instrucción de la autoridad y anunciaron la suspensión de sus actividades. Otros fabricantes como Corona y Victoria publicaron en boletines de prensa que mandarán a su hogar a más de 75% de su personal y al mismo tiempo garantizan el abasto de cerveza en el país.
Por su parte, la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) ha pedido garantizar la producción y abasto de bebidas alcohólicas en todo el país e hizo un llamado a los mexicanos a mantener un consumo responsable.
La venta de cerveza es el medio de subsistencia de 800 mil pequeños comercios del país y representa el 30% de las ventas de tienditas de abarrotes, informó.