El hablar del futuro de India, Raghunath Mashelkar admite que es optimista. Si bien hay millones de habitantes de ese país que viven por debajo de la línea de pobreza y probablemente muchos seguirán en esa situación en las próximas décadas, Mashel-kar, un reconocido científico experto en polímeros que se ha desempeñado en prominentes instituciones de investigación y desarrollo, cree que India tiene la materia prima -el talento y el empuje- para sobreponerse a los retos y convertirse en una nación de innovadores.
Estos avances, argumenta Mashelkar, deberían ser desarrollados para ayudar a los pobres a tener productos y servicios de calidad a un precio al que puedan acceder, no sólo en India, sino en las naciones emergentes de todo el mundo. El científico denomina a esto la «ingeniería gandhiana».
Mashelkar, actual miembro de la junta de gobierno del Instituto de Laboratorio Químico Nacional de India (del cual fue anteriormente director), y presidente de la Alianza Global de Investigación, una red de institutos públicos de Estados Unidos, Europa y la región Asia-Pacífico, se reunió con strategy+business en Mumbai en enero de 2010 para compartir sus opiniones sobre la innovación y la creación de avances tecnológicos, y su fe en el poder de la tecnología económica y accesible para cambiar vidas.
¿Qué significa la ingeniería gandhiana?
Es un término que creé para referirme a la obtención de más tecnología con menos dinero para más personas; en realidad, es sólo una nueva manera de expresar una de las enseñanzas de Gandhi: «La Tierra proporciona suficiente como para satisfacer las necesidades de todos los hombres, pero no la avaricia de todos los hombres».
Dicho de otro modo, la ingeniería gandhiana es innovación inclusiva: es el desarrollo de productos y servicios que mejoran la vida de todos, es la innovación que no excluye a los pobres. Estamos hablando de 4,000 millones de pobres cuyos niveles de ingreso son inferiores a 2 dólares por día.
Para elevar su estándar y su calidad de vida -tema crítico para India, China y cualquier otra nación emergente para poder integrarse plenamente a la economía global- tenemos que lograr productos y servicios a un precio ultrabajo; no sólo que sean asequibles, sino extremadamente asequibles; no «productos de baja calidad y bajo precio, sino productos de alta calidad y bajo precio».
Eso es lo que logró Rata Tata (director de Tata Motors) con el Nano. Se embarcó en un proyecto para producir un automóvil seguro, cómodo y con poco gasto de combustible, que fuera accesible a un precio bajo para cualquiera que manejara un vehículo de dos ruedas.
¿Qué ejemplos del modelo hay en India?
Para los millones de habitantes de la zona costera de India que dependen de la pesca para subsistir, se ha implementado un nuevo sistema de pronóstico de zona potencial de pesca, basado en el uso de satélites; gracias a este sistema se han incrementado los niveles de productividad y, por lo tanto, los niveles de ingreso.
Antes de que esta tecnología fuera accesible, a menudo los pescadores retornaban a sus hogares sin haber pescado nada. Hoy, los científicos pueden ver la clorofila -la coloración verde en el agua que se genera por la actividad de los peces- y también pueden medir la temperatura en la superficie del mar, la cual cambia debido a la actividad de los anfibios.
La información sobre zonas potenciales de pesca se da a conocer entre los pescadores de dos maneras: primero, a través de letreros electrónicos para mensajes; segundo, la información se brinda a algunos proveedores de servicios de telecomunicaciones, quienes a su vez envían un SMS a los pescadores a través de sus celulares.
Cuando el pescador va a regiones donde la densidad de peces es mayor, aumenta su nivel de ingresos. Antes los pescadores a veces no lograban vender rápidamente su producto y éste se echaba a perder. Hoy, a través de sus celulares, aun antes de llegar a la costa, el pescador ya arregló a dónde venderá su captura.
Así, toda esta tecnología se está desarrollando y usando para mejorar la prosperidad tanto del proveedor de productos de bajo costo (en este caso, Bharti Airtel, uno de los principales proveedores de servicios de telecomunicaciones de Asia) y también para el usuario (en este caso, el pescador). La tecnología producirá un cambio realmente innovador.
Si la gente tiene acceso a alta tecnología a bajo costo, será más productiva y eficiente, y aumentará su potencial de ingresos. Podemos seguir mejorando las vidas en India y el mundo simplemente haciendo que la tecnología resulte asequible y accesible.
¿Cómo manejar la propiedad intelectual?
Ciertamente, es necesario algún tipo de protección para que el conocimiento se transforme en riqueza. Sin protección, no llegarán las inversiones.
Creo firmemente en que deben existir beneficios para quienes crean ideas; al mismo tiempo, considero que hay que compartir las ideas con la sociedad. Tiene que haber un equilibrio. Pero, hasta ahora, nuestros antecedentes no han sido muy buenos.
La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, una agencia de Naciones Unidas a cargo del desarrollo de un sistema de propiedad intelectual efectivo y global, ha realizado reuniones en las que el mundo en desarrollo y el desarrollado terminan enfrentándose y las asambleas se acaban sin que se llegue a una resolución.
Tuvimos una oportunidad en la conferencia sobre Cambio Climático: Desarrollo y Transferencia de Tecnología que se realizó en Nueva Delhi en octubre de 2009.
En aquella ocasión manifestamos que hoy existe 70% de las tecnologías necesarias para abordar los problemas ocasionados por el cambio climático. No se trata de crearlas; sólo es cuestión de compartirlas.
En la conferencia se sugirió la puesta en marcha de un fondo global para ayudar a los países más pobres a adquirir licencias de tecnologías innovadoras que les permitan dar respuesta ante el cambio climático y así permitir su uso en áreas menos desarrolladas.
Con esto, todos tendrían acceso a una propiedad intelectual crítica y se podría pagar a los inventores por su trabajo. Pero la idea no se adoptó. Desafortunadamente, aún no está al alcance de la mano la posibilidad de compartir y acceder a las tecnologías para el bien global.
¿Qué avances deben esperarse de India?
Tenemos que estar dispuestos a invertir en investigación que es sumamente riesgosa.
Cuando yo dirigía el Laboratorio Químico Nacional, dediqué 1% de mi presupuesto para un «fondo de ideas locas», un fondo para apoyar ideas con una posibilidad de éxito de uno en 1,000. Fue sólo 1%. De lo contrario, hubiera perdido mi empleo.
Pero hizo la diferencia, porque la gente empezó a hacer preguntas locas, tratando de encontrar soluciones y adentrarse en áreas que en otras circunstancias no nos hubiéramos animado a indagar.
Del mismo modo, creo que si identificamos 10 desafíos importantes, dejamos que las mentes más brillantes creen ideas, y luego las financiamos, encontraremos los avances tecnológicos que necesitamos. Existen dos modelos para hacer esto.
El primero es el enfoque de fundamentos, en el cual se establece una especie de competencia entre los inventores globales, y el ganador recibe una recompensa monetaria para llevar a cabo su idea.
El segundo es el modelo de fuente abierta, en el cual no hay dinero en juego, sino que los mejores y los más brillantes se involucran por el placer de investigar.
Por ejemplo, el Consejo de Investigación Científica e Industrial de India tiene un brillante director general, Samir Brahmachari, creador de una iniciativa de fuente abierta para el descubrimiento de drogas para el tratamiento de enfermedades tropicales que generalmente no se tienen en cuenta en las investigaciones.
La fortaleza del modelo es que todos pueden contribuir a través de una computadora, aportando a la investigación que ya existe en una página de internet. El incentivo para las contribuciones es el placer de hacer ciencia y de ver cómo se materializan sus ideas. Además, el proyecto premia a quienes logran dar respuesta a importantes desafíos.
Por ejemplo, los líderes del proyecto Connect to Decode 2010 de la iniciativa de Fuente Abierta para el Descubrimiento de Drogas, entregaron 120 mini-computadoras Acer a las mejores contribuciones; este proyecto sirvió para ampliar nuestros conocimientos sobre el genoma de la tuberculosis a través de la colaboración en línea de unos 800 participantes.
En la actualidad, hay más de 2,000 socios en más de 75 países estudiando la tuberculosis.
*Abhishek Malhotra es asociado de Booz & Company en Mumbai. Su principal área de trabajo es la transformación de los negocios y estrategia de ope-raciones; Art Kleiner es editor ejecutivo de strategy+business; Laura W. Geller es subdirectora de redacción de strategy+business. Suvojoy Sengupta, socio de Booz & Company, también colaboró en este artículo.
Fuente: Expansión CEO, p. 74-78.
Reportero: Abishek Malhotra.
Publicada: Marzo-abril de 2011.
UNA MARAVILLA DE ARTICULO. UNA FRESCA POSIBLE SOLUCION A LOS PROBLEMAS DEL MUNDO. ME CAEN BIEN LOS INDUS QUIZA POR SU TRADICION CULTURAL Y MILENARIA DE ROMPER PARADIGMAS.
A VECES EL STATUS QUO DE LAS COSAS DA LA SENSACION QUE YA NO HAY SALIDA Y SIEMPRE SERA MOTIVANTE OIR GENTE QUE CREATIVAMENTE LE HAYA SOLUCION A LOS PROBLEMAS. ME SUBE MUCHO EL ANIMO ESTE TIPO DE ARTICULOS. GRACIAS.