Por: María Fernanda Sánchez
La tendencia mundial conocida como STEM es una iniciativa que busca acercar a las niñas y adolescentes de diferentes partes del mundo a iniciar una carrera en áreas relacionadas con la ciencia, matemáticas, tecnología e ingeniería. Esto con el propósito de disminuir la brecha de discriminación en la fuerza laboral de esta rama.
Un estudio realizado por la UNESCO en 2019 indicó que sólo 35% de los estudiantes que ingresa a estudios superiores relacionados con STEM es mujer y, en consecuencia, sólo 1 de cada 5 trabajos de la industria son ocupados por ellas.
A pesar de que los empleos en el ámbito de la ciencia y la tecnología son los mejores pagados, estos mantienen en existencia una gran brecha de desigualdad en la apertura de oportunidades para el género femenino.
Es por ello que Uber en alianza con Epic Queen y Tecnolochicas de Fundación Televisa emprendieron el proyecto “Uber Ellas” que busca promover la enseñanza de ciencia y tecnología con el objetivo de desarrollar el interés en la innovación, sustentabilidad y el bienestar social.
Daniela Cuellar, gerente de comunicación de Uber, precisó que el compromiso de la compañía en torno a la diversidad en tecnología y ciencia comienza desde el interior de sus oficinas y es primordial buscar las posibilidades para extenderlas a la sociedad.
“Queremos contribuir a eliminar el estereotipo de que las ciencias no son para las mujeres y minimizar la brecha que hoy existe en espacios laborales. Por eso apostamos por sensibilizar y hacer que las niñas vivan una experiencia cercana y accesible con las competencias STEM”. Daniela Cuellar.
Asimismo, explicó que esta es la primera etapa de lanzamiento de Uber Ellas en México, debido a que Brasil fue el pionero en presentar el proyecto.
“Brasil ayudó mucho como guía en la logística, sumó conocimiento para que se lograra una buena realización del evento. Ya existía una primera experiencia y los learnings que compartieron ayudaron a marcar el camino”.
A partir de esto se buscó extender el alcance del proyecto a nivel mundial hasta países como Chile y Colombia, en donde cada uno se encargará de realizar alianzas con organizaciones locales para realizar el evento.
Para el arranque en México se encontraron como aliados a Fundación Televisa a través de Tecnolochicas y Cuantrix quienes fueron los encargados de identificar las zonas vulnerables que generalmente no tienen acceso a la tecnología en el ambiente escolar, como clases de informática, computación o ferias de ciencia.
Con el objetivo de abarcar únicamente instituciones que no tengan acceso a programas de tecnología, se identificó a la Escuela Diurna Núm. 45, la Casa Hogar Pax y Casa Hogar Margarita, de las cuales reunieron 200 niñas de entre 7 y 12 años que participaron en el lanzamiento.
Por su parte, Epic Queen, organización con una amplia experiencia en la brecha de género en STEM, fue la encargada de definir el programa de talleres, asignar a los instructores y llevar el control de las actividades que realizaron las niñas.
Para esta primera etapa seleccionaron un programa que cubría estaciones de Ciencia, Programación, Electrónica y Robótica. Las niñas fueron divididas en cuatro grupos con el objetivo de que cada grupo recorriera las cuatro estaciones de experimentos con una duración de 20 minutos por estación.
¿Qué se encontraron en las estaciones?
La estación de ciencia es donde las niñas siguen paso a paso el proceso para sacar el ADN de una fresa; al triturar la corteza de la fruta obtuvieron una pasta que mezclan con agua para detectar con mayor facilidad las moléculas del ADN. La mezcla obtenida es vertida en un filtro junto con alcohol para que el ADN termine de separarse y flote en la superficie del líquido.
En el módulo de robótica están a cargo de los movimientos de un pequeño robot llamado Dash que recorrerá un tapete con dibujos de la ciudad, un parque y otros lugares que son familiares para ellas. Reciben una tableta en donde encontraran instalada una aplicación que les permite enlazarse al robot y poder manejarlo. Una vez enlazado, se despliegan dos controles en la pantalla con los cuales pueden controlar hacia donde se mueve el robot y su cabeza y con el otro, emiten algunos sonidos.
Dentro de la estación de electrónica hay dos actividades a desempeñar; en la primera aprenden a conectar cables caimán a una tarjeta que recibirá la electricidad del cuerpo de las niñas hasta trasladarla y convertirla en instrucciones que navegan por un USB haciendo funcionar el piano instalado en una laptop, la segunda opción es crear una linterna casera soldando un pequeño foco a una batería de reloj en donde las niñas no sólo identifican los polos negativos y positivos de los materiales, sino que también aprenden a utilizar por primera vez un cautín y manejar temperaturas altas.
A su vez, el taller de programación acerca a las niñas al funcionamiento de un videojuego a través de programar en bloques con tres simples reglas: tener un inicio mediante el botón ejecutar, generar instrucciones en secuencia como saltar, girar, caminar, etc., que formarán un rompecabezas o el ciclo completo de movimiento del personaje.
El propósito de cada una de las estaciones fue mostrar que algunas de las actividades que realizan las niñas diariamente como el funcionamiento del videojuego que más les gusta, la estructura de la linterna de su habitación e incluso la composición de las frutas que comen diariamente es más sencilla de lo que creen y así, poder abrir la posibilidad de que encuentren a futuro un camino dentro de las ciencias.
Esta primera semana de lanzamiento, Uber Ellas busca lograr un alcance de 1200 niñas, sin embargo, los aliados consideran que poco después de extender el programa a nivel regional el número de impacto puede disminuir debido a que los grupos en otros estados pueden ser más pequeños e incluso la logística con escuelas puede ser complicada.
A pesar de este pronóstico, el objetivo propuesto para 2019 es de 4,000 niñas y continuar hasta 2030 cuando se espera haber alcanzado al menos a 100 mil en todo el continente con el objetivo de promover y capacitar a parte de la nueva generación de mujeres en el área STEM.