Los inmigrantes latinoamericanos y europeos donan sus órganos en España en un porcentaje mayor que en sus países de origen, y esa predisposición a donar está directamente relacionada con su integración, afirma el director de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Rafael Matesanz.
«Estas personas se han integrado por completo en el sistema de trasplantes, probablemente porque han percibido que funciona y que les trata sin ningún tipo de discriminación.
Al final tienen una propensión a donar órganos mucho más alta que en sus países y se sienten tanto o más integrados cuanto mejor les ha tratado la sociedad española», señala en entrevista.
Según un estudio realizado por la ONT y la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid, en Latinoamérica la negativa familiar a donar los órganos tras la muerte es superior al 60%, y en España la negativa de esos colectivos es similar a la española, entre un 15 y un 16%.
Para el doctor Matesanz, «es un mensaje muy esperanzador porque ningún otro país de Europa lo ha conseguido. Nosotros hemos debido de hacer algo distinto».
Pero no ocurre lo mismo con otros inmigrantes, y así, las mayores tasas de rechazo a la donación proceden de africanos y asiáticos, especialmente chinos, debido a motivos fundamentalmente religiosos.
También la negativa es muy alta entre la población musulmana, aunque los expertos aseguran que el Islam no está en contra de la donación, «pero luego la interpretación es muy variada», según Matesanz, quien subrayó la apuesta de la ONT por integrar a este colectivo en el sistema.
El responsable de la ONT asegura que «nunca se ha discriminado a nadie que estuviera viviendo en España», pero subrayó que «lo que no puede hacer ningún país es trasplantar sin ningún tipo de barreras».
Por ello, valoró las medidas recientemente aprobadas por el Gobierno español que establecen la retirada de la tarjeta sanitaria a los inmigrantes ilegales, «lo que es muy positivo para frenar el turismo de trasplantes» y para poner coto al turismo sanitario.
Matesanz dijo que durante muchos años España «ha estado en el punto de mira por ser el país con mayores posibilidades de trasplante, lo que favoreció que mucha gente acudiese a recibir un órgano de forma ilegal», lo que es «inadmisible».
Pero insistió en que «nadie que esté viviendo con nosotros y que necesite un trasplante va a dejar de tenerlo».
En la entrevista, subrayó que es «simplemente imposible» vender un órgano en España y que es «rotundamente falso que la gente esté vendiendo riñones a causa de la crisis; ni se ha producido ni se puede producir».
Sí existe ese tráfico ilegal en otros países y, según Matesanz, entre el 5 y el 10% de los trasplantes que se efectúan en el mundo se hacen bajo alguna forma de comercialización.
Matesanz citó los nuevos desafíos de su organización para mejorar y ampliar las donaciones: la donación en parada cardíaca, la donación de persona viva y las donaciones cruzadas, en las que participa la figura del «buen samaritano».
Fuente: esmas.com
Publicada: 18 de Junio de 2012