Conseguir que los colaboradores sientan como propios los programas de responsabilidad social empresarial (RSE) tiene su chiste.
No basta con que se trate de una causa “noble”, perfectamente alineada al core business o que tenga el respaldo del Consejo y la Alta Dirección. Tampoco es suficiente que los clientes se enamoren de ella o que, incluso, sea reconocida como mejor práctica en tu tipo.
Los colaboradores necesitan más que eso para apropiarse las iniciativas de RSE, pero cuando esto pasa tu programa consigue aliados clave cuyo valor será fundamental para garantizar la sustentabilidad de la acción.
¿Por qué es importante la integración de los colaboradores en la RSE?
Los colaboradores pueden ser los mejores embajadores de una empresa, además de que integrarlos en los programas de responsabilidad social genera un sentido de pertenencia y orgullo hacia la organización, considera Paola González Vargas, presidenta de Fundación Royal Holiday.
Aunque el beneficio se da en el terreno de los “intangibles”, explica, este engagement laboral de los colaboradores repercute directamente en el negocio al mejorar la satisfacción laboral, el clima organizacional, la productividad y reducir la rotación y el ausentismo.
Cómo lograr la integración de los colaboradores en la RSE
Conseguir que los colaboradores se involucren en los programas de responsabilidad social de la empresa exige una condición básica: que los escuches.
Esta lección la aprendió el Movimiento Vacaciones para Todos, lanzado por Fundación Royal Holiday en 2015 con la meta de ofrecer la experiencia de las vacaciones a 6 mil personas en condición vulnerable en cinco años.
La causa, que no sólo se alinea directamente con la línea de negocio de Royal Holiday, se convirtió pronto en un caso de éxito al ser pionera en su tipo y conseguir enamorar a los huéspedes y socios de la empresa.
Para 2017 ya había obtenido el Reconocimiento a las Mejores Prácticas de RSE, que entrega el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi), y levado a más de 2 mil niños, adultos mayores, personas con discapacidad y mujeres con cáncer de vacaciones.
El programa iba creciendo y obteniendo cada vez más contribuciones tanto de socios y huéspedes como de los propios colaboradores, las cuales se sumaban a la inversión social destinada por Royal Holiday al programa. Para finales de 2018, sumarán 2,300 personas beneficiadas con el programa.
Este año, sin embargo, también fue el año en que se hizo patente una nueva necesidad.
Algunos de los propios colaboradores de la empresa comenzaron a preguntar cómo podían incluir a sus hijos para que vivieran una experiencia así, recuerda Paola.
Luego de identificar esta nueva necesidad, analizaron la manera en que podían alinearla a la población objetivo para que en todos los casos respondiera a la esencia del Movimiento: beneficiar a quienes más lo necesitan.
De esta manera identificaron a los colaboradores que serían parte de la primera experiencia vacacional, analizando tres condiciones: puesto operativo, tiempo en la empresa y si tenían hijos.
Un elemento destacable es que esta actividad para colaboradores se fondeo únicamente con recursos provenientes de la empresa, pues buscan que las aportaciones de socios, huéspedes y empleados de la compañía continúen destinándose a regalar la experiencia de las vacaciones a personas en condiciones vulnerables de las comunidades donde operan.
Un caso de éxito
En la primera experiencia para los propios colaboradores de Royal Holiday, el Movimiento Vacaciones para Todos llevó a 71 colaboradores junto con 69 hijos de ellos al parque Xcaret.
La actividad, del 6 al 8 de junio pasados, permitió a muchos de los menores conocer por primera vez este emblemático parque así como todas las amenidades con que cuenta.
“Como Movimiento tuvimos la opción de decidir si atendíamos esta voz al interior de nuestra empresa o continuábamos con el camino que llevábamos. Ahora podemos decir que escuchar a nuestros colaboradores ha sido altamente valioso para nuestro programa y esperamos repetir una acción de este tipo para nuestros colaboradores”, concluyó Paola.
El señor Trinidad, Erika, Julián, Abel y Jorge fueron algunos de quienes vivieron esta experiencia con sus familias. ¡Conócela!