España lidera en Europa el consumo por internet de pornografía infantil y se ubica en el segundo lugar del mundo en este rubro, debido sobre todo a la arraigada costumbre que existe de descargar archivos ilegales de todo tipo, ya que el país ibérico cuenta también con uno de los índices más altos de piratería a nivel mundial, según expertos.
Los sistemas informáticos de persecución internacional de la Fundación Alia2 (Aliados contra la Pornografía Infantil), en coordinación con los métodos de rastreo de la Policía Nacional y la Guardia Civil, indican en su informe más reciente que en los nueve primeros meses de 2010 se localizaron en España a más de 16 mil pedófilos.
«Además de la elevada piratería que se da un nuestro país, hay un problema educativo, deontológico y legal, ya que las herramientas de control sobre la pornografía infantil son todavía insuficientes, por lo que en este sentido España es un país más enfermo que otros», señaló a REFORMA Kepa Larrañaga, sociólogo y responsable del informe de la Fundación Alia2, que alerta sobre la actividad de los pederastas españoles en la red.
El menosprecio de la legislación internacional y la sensación de impunidad que ofrece la actividad frente a la computadora, ya que el internauta considera que está realizando un acto privado, son otros de los factores que explicarían los altos índices de consumo de pornografía infantil en España.
«Los rastreos son bastante fiables debido a que indagamos con los buscadores en la red de manera sistemática, a través de conceptos o palabras determinadas que están vinculadas al uso o descarga de pornografía infantil», indicó Larrañaga.
«Además, esos datos se contrastan más tarde, ya que los remitimos a la Policía que nos confirma su contenido. Evidentemente lo más efectivo sería acceder directamente al archivo para averiguar su contenido, pero no podemos hacerlo porque es ilegal», agregó.
La operación de rastreo realizada por los técnicos de la Fundación Alia2 mediante la herramienta informática «Florencio», detectó durante los tres primeros trimestres del año pasado 421 mil 368 carpetas con contenido de pornografía infantil en las redes de intercambio de archivos P2P que fueron analizadas.
Las huellas de los pederastas, que participan como cualquier otro usuario en las redes de intercambio de archivos, son detectadas por sistemas informáticos de rastreo como el configurado por Alia2 y los que manejan las Fuerzas de Seguridad, ya que siempre queda rastro del pedófilo en la red, aunque se suplante la identidad.
El buscador de la Fundación Alia2 emplea una doble vía, a través del llamado código genético que revela el tipo de contenido de los archivos sospechosos y mediante la localización de determinadas palabras clave: «sexo pequeñita», «niña violada» y otras similares.
Durante 2010, Alia2 fotografió la red global, todos los días a la misma hora, para rastrear las descargas y las conexiones a través de las redes P2P a fin de detectar a presuntos pedófilos.
«La pornografía infantil apareció con el nacimiento de internet, antes no había casos. El medio creó el delito, se pasó de la nada al todo», asegura Javier Gustavo Fernández Teruelo, profesor de Derecho Penal de la Universidad de Oviedo.
Los pederastas también se han globalizado y actúan por lo general como colectivo en foros y redes de intercambio de archivos por internet (P2P), tanto a nivel nacional como internacional, etiquetando las carpetas con claves sofisticadas para que los envíos de pornografía infantil no puedan ser detectados con facilidad.
La mayoría de ellos se dedican al autoconsumo de las imágenes que almacenan en el disco duro de sus computadoras y que son producidas y distribuidas en la red por otros pederastas más activos, que cuentan con infraestructura para capturar, fotografiar o grabar las escenas ilegales con menores y subirlas a internet para un posterior intercambio.
Los proxenetas y los creadores de las imágenes que actúan en las redes de pedofilia en España se arriesgan a penas de hasta 10 años de cárcel.
Sin embargo, la mayoría de los consumidores de pornografía infantil carecen de antecedentes penales, por lo que suelen pactar condenas menores a dos años que les libran de ir a prisión, advierte el jefe de la Unidad de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil, Juan Salom.
La pederastia y el consumo de pornografía infantil afecta a personas de todo tipo de estratos sociales, ingresos económicos y nivel de formación o cultura, por lo que no existe un perfil clásico del pederasta, concluye el presidente de la asociación Protégeles.com, Guillermo Cánovas.
Fuente: Reforma, Internacional, p. 18.
Reportera: Luis Méndez.
Publicada: 17 de abril de 2011.
Gran trabajo de Fundacion Aliados!!!