A medida que la responsabilidad social corporativa se profesionaliza al interior de las organizaciones de todo el mundo, más empresas comprenden la importancia de la inversión sustentable y la forma en que esta puede ayudar a alcanzar un desempeño óptimo en la triple cuenta de resultados. Todas quieren comunicar sus esfuerzos en este sentido, pero el término es tan confuso para el consumidor común que se vuelve complicado integrarlo a la comunicación, por lo que es importante esclarecer a qué se refiere y por qué su impacto es relevante.
La inversión responsable -también llamada verde, ética o sustentable- es un modelo que reconoce la repercusión económica, social y ambiental en el valor de un negocio y el papel que cada uno de ellos juega en la rentabilidad. Lo que propone es una inversión que cubre con las expectativas económicas de los involucrados, al tiempo que considera los valores éticos de la compañía y la forma en que éstos se vinculan con los intereses de los inversores.
Con el fin de reconocer los productos de inversión verde, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha definido un total de seis Principios para la Inversión Responsable (PRI), que proporcionan a la comunidad global un marco para contribuir al desarrollo de un sistema financiero más estable y sostenible. Estos principios complementan el Pacto Mundial que pide a las empresas integrar un conjunto de principios universales en sus estrategias de negocio, en materia de derechos humanos, normativa laboral, medio ambiente y lucha contra la corrupción.
El objetivo de PRI es trabajar para lograr un sistema financiero global sostenible, basado en la adopción de los principios y la colaboración de las empresas para su implementación a fin de promover la buena gobernanza corporativa, la integridad y la rendición de cuentas. Hasta ahora, cuentan ya con más de 1,400 signatarios distribuidos en 50 países; estos representan activos de 59 billones de dólares en el mundo.
Si bien todos estos signatarios se han comprometido de manera formal con los principios, estos también sirven de guía para las instituciones que deseen acercarse a la inversión responsable y contribuir a la creación de un sistema financiero que considere las cuestiones ambientales, sociales y de gobernanza corporativa (ESG) y trabaje a favor del mundo que todos queremos. ¡Conócelos!
El administrador de fondos global IFM Global Infrastructure es una de las instituciones que se ha comprometido firmemente con la inversión responsable y ha integrado estos criterios a sus procesos de toma de decisiones. Su enfoque está estrechamente alineado con los principios del Pacto Mundial de Naciones Unidas y respeta los lineamientos sugeridos por PRI desde 2008.
Un gran ejemplo
Recientemente el fondo acordó incrementar en un 24.01% su participación en una subsidiaria de OHL México, con una inversión de ocho mil 644 millones de pesos (447 millones de dólares). De acuerdo con lo señalado por la constructora el pasado mes de octubre, esta operación requiere aún el consentimiento de terceros y algunas autorizaciones gubernamentales; pero ¿qué hace de OHL el candidato ideal para este fondo de inversión responsable?
Durante 2015, la marca aprobó su plan de responsabilidad social al 2020, articulado en torno a la norma ISO 26000 y sus siete materias fundamentales: Rendición de cuentas, transparencia, comportamiento ético, respeto a los intereses de los grupos de interés, respeto al principio de legalidad, respeto a la normatividad internacional de comportamiento y derechos humanos.
Este plan se suma a la puesta en marcha de una estrategia corporativa que responde a la visión de Grupo OHL de centrarse en las personas integrando la responsabilidad social desde los máximos órganos de su gobierno corporativo.
Dentro de este plan integral destacan sus esfuerzos a favor de los derechos humanos y sus numerosas actividades a favor del medio ambiente. En 2014 la marca comunicaba su adhesión al Pacto Mundial de Naciones Unidas y en 2015 fue reconocida por primera vez con el distintivo ESR.
En un nuevo y ambicioso esfuerzo por mejorar su impacto ambiental, el grupo ha asumido el reto de favorecer la llegada de la mariposa monarca en su visita a México. Para ello se ha unido a Fundación Nacional para la Conservación del Hábitat Boscoso de la Mariposa Monarca con el objetivo de crear caminos y sitios de alimento y descanso para esta maravillosa especie a fin de facilitar su llegada a los santuarios.
