Hablamos continuamente de la responsabilidad social (RS), por qué es importante implementarla tanto a nivel individual como empresarial, qué buenas prácticas de RS se están realizando y los beneficios que otorga al planeta y la población mundial, pero ¿conoces la inversión socialmente responsable (ISR)? Como su nombre lo indica, este es un concepto derivado de la RS y en México lo llevamos a cabo.
¿Qué es la inversión socialmente responsable?
Empecemos por lo básico: definir el término. De acuerdo a la Guía de Responsabilidad Social Corporativa para PYMES, la ISR –conocida también como inversión ética– es aquella que, además de considerar los criterios tradicionales, aplica criterios sociales y medioambientales en sus procesos.
Hay dos tipos de fondos de ISR:
- Fondos éticos. El inversor pone especial atención a la conducta de la empresa u organización en la que depositará su capital y confianza, revisando que cumpla con una serie de requisitos enfocados en la ética y la RS.
- Fondos de inversión solidarios. Aquí los inversionistas respaldan proyectos sociales o de desarrollo que provengan de empresas u organizaciones que contribuyan al bienestar comunitario.
Según EcoValores, pueden participar en la inversión socialmente responsable individuos, instituciones, compañías, fundaciones, aseguradoras, fondos de pensiones públicos y privados, y organizaciones de la sociedad civil (OSC).
En el 2005, el entonces secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, invitó a los inversores institucionales más grandes del mundo a unirse a un proyecto que, a la fecha, cree en la necesidad de un sistema económicamente eficiente y financieramente sostenible a nivel global para generar valor a largo plazo. Fue así que nacieron los Principios de Inversión Responsable (PRI por sus siglas en inglés).
Principios de Inversión Responsable
Los seis Principios de Inversión Responsable fueron publicados oficialmente en 2006. Sus objetivos son entender el impacto que las cuestiones ambientales, sociales y gubernamentales tienen en las organizaciones y asesorar a los signatarios para integrar estas temáticas en su toma de decisiones sobre inversiones y propiedad.
Actualmente, cuenta con más de 1,400 firmantes en aproximadamente 50 países, lo que representa activos de 59 billones de dólares.
Más y más instituciones financieras se han unido —y continúan uniéndose— a los PRI gracias al creciente interés por la inversión responsable.
Una de dichas instituciones es IFM Global Infrastructure Fund, un administrador global de fondos originario de Australia con 20 años de presencia en el mercado, conformado por los fondos de pensiones de 15 millones de personas en el mundo, el cual se sumó a la lista de firmantes de los PRI en el 2008.
Cuenta con 62 mil millones de dólares bajo su gestión, una cifra que lo hace el fondo líder en inversiones alternativas en su país natal y a nivel internacional con oficinas en Melbourne, Nueva York, Londres, Berlín, Tokio y Hong Kong.
Asimismo, su portafolio de inversiones incluye sectores de agua, energía, puertos, aeropuertos, trenes y caminos. Su amplia experiencia en mercados internacionales le ha permitido convertir sus inversiones en grandes casos de éxito, por lo que es un orgullo saber que, en el 2015, IFM decidió apostar por la inversión socialmente responsable en México.
Inversión socialmente responsable en México
Una incógnita que probablemente muchas personas tienen es si existe la inversión socialmente responsable en México. La respuesta es un claro “sí”.
Un ejemplo de esto es la iniciativa de la Bolsa Mexicana de Valores de lanzar en 2011 el Índice de Sustentabilidad, al cual pertenecen diversas empresas calificadas como “las más sustentables dentro de las más bursátiles”, según reporta Crónica Ambiental.
Si bien la inversión socialmente responsable en México no ha avanzado tan rápidamente como en otros lugares, es un hecho que poco a poco más corporativos y entidades ponen su atención en el tema. Prueba de ello es que hace unos meses Banorte se convirtió en el primer grupo financiero mexicano en adherirse a los PRI.
Otra evidencia es la determinación de IFM de apostar por el desarrollo en nuestro país, invirtiendo en la Concesionaria Mexiquense (Conmex), una autopista concesionada –y filial de OHL México– de aproximadamente 110 kilómetros ubicada en la zona metropolitana al noreste de la Ciudad de México.
En el 2015, IFM comenzó con un porcentaje de participación accionaria del 24.99% que, justo el pasado 13 de noviembre del 2017, se incrementó a un 49%. “Con ello, tendremos recursos nuevos para invertir en nuevos proyectos”, afirmó Sergio Hidalgo Monroy Portillo, director general de OHL México, en entrevista con Milenio.
Puesto que IFM es reconocida a nivel global por su conducta ética, transparente y apegada a los PRI, es relevante su decisión de respaldar el trabajo de OHL México y, de esta forma, impulsar y fortalecer la RS de la empresa, la cual se manifiesta en las diversas iniciativas que ha emprendido, como los apoyos sociales que da a distintas organizaciones, su esfuerzo por conservar y proteger a la mariposa monarca, así como por fomentar una movilidad responsable entre los usuarios de sus vialidades.
(La inversión de IFM) es un reflejo de la confianza en el potencial y rentabilidad de OHL. —J. Jesús Rangel, Milenio.
La inversión socialmente responsable en México es posible, solamente es cuestión de encontrar la oportunidad idónea y tomar en serio el compromiso con la sustentabilidad.
