Según la encuesta trimestral de EY CEO Outlook Pulse, los directores ejecutivos internacionales han mostrado un compromiso con ESG en sus respectivas empresas, aunque, lamentablemente, aún hay muchos que han aflojado las medidas en este rubro, a pesar de las presiones financieras y de la urgencia con que los fenómenos climáticos actuales, como sequías, sismos y escasez de agua y alimentos, piden actuar.
Los parámetros ESG no son sólo un requisito para atraer financiamiento, sino una cuestión de supervivencia, pero muchas empresas presentan dificultades para no decaer en la implementación de este tipo de medidas en sus cadenas de suministro. Te contamos los resultados que arrojó esta encuesta al respecto.
¿Cómo va el compromiso con ESG de las empresas?
La última encuesta trimestral de EY CEO Outlook Pulse se aplicó a mil 200 ejecutivos de todo el mundo, según información de Fintech Global. Los resultados arrojaron que el 54 % de los directores ejecutivos ahora priorizan la sostenibilidad más que hace un año, pero una cuarta parte de ellos indica que ha puesto menos énfasis en estas iniciativas cruciales debido a presiones financieras.
En la actualidad, adoptar medidas ESG no es sólo un compromiso para salvar la reputación corporativa o ganar la aprobación de los consumidores,sino que es una estrategia para atraer inversión, evitar multas por no cumplir con las regulaciones, tener ventajas competitivas y, lo más importante, ayudar en el combate del cambio climático y evitar las crisis humanitarias que devendrán si no hacemos algo al respecto.
El estudio mostró que la empresas tienen dificultades para realizar una integración más profunda de la sostenibilidad en sus operaciones principales. A pesar de eso, el 77 % de los directores ejecutivos cree que la sostenibilidad estará cada vez más presente en sus cadenas de suministro y ecosistemas, y el 76% considera que es necesaria una acción gubernamental consistente para abordar los efectos del cambio climático.
Temores entorno al uso de ESG
Muchos de los participantes en esta encuesta piensan que hay riesgos en la implementación de ESG dentro de sus empresas, entre ellos los cambios regulatorios debidos a la constante discusión y actualización de los asuntos climáticos, lo que podría resultar en activos varados, por lo que el 74 % de los directores ejecutivos coincidieron en que se trata de una preocupación apremiante que requiere un enfoque equilibrado para poder afrontar el futuro.
Además, el 67% de los inversores institucionales temen que sus inversiones se vean amenazadas por factores ESG. Por ello, los CEOs creen que para lograr la elaboración de políticas ESG que puedan ayudar de manera eficaz a combatir el cambio climático se requiere la colaboración gubernamental.
El 50 %de los directores ejecutivos dijeron que los reguladores han buscado participar en la formulación de normativas relacionadas con la sostenibilidad, lo que significa un paso importante para garantizar que estas políticas sean prácticas y de impacto.
¿Cómo fomentar el apego a los ESG?
Para que más empresas se alineen a los parámetros ESG se han considerado varias alternativas. Por un lado, los políticos piensan que las sanciones son los mejores promotores del uso de ESG y podrán ayudar a que ocurra la transición hacia una economía neta cero.
Por su parte, los CEOs creen que apoyar firmemente políticas como las del Acuerdo Verde de la UE y la Ley de Reducción de la Inflación de EE. UU., que otorgan subsidios y desgravaciones fiscales para las inversiones en tecnologías verdes sería una buena forma de fomentar la inversión empresarial en ESG, ya que no sólo induce a la adopción de este tipo de medidas, sino que favorece la implementación de tecnologías verdes.
De acuerdo con los directores ejecutivos, un aliciente importante sería la inversión gubernamental en infraestructura de energía renovable, pues el 52 % de ellos opinó que la infraestructura de transición energética es fundamental para que las empresas impulsen cambios que ayuden a acelerar el logro de la agenda de sostenibilidad. Los inversores institucionales coinciden en el papel del gobierno a la hora de facilitar las inversiones en infraestructura, que son esenciales para el crecimiento económico y la sostenibilidad en sus mercados primarios.
Alcanzar las metas globales de reducción de emisiones contaminantes es una tarea que implica cambios en diversas áreas y en la que las partes interesadas deben involucrarse por igual. Sin embargo, la inversión en infraestructura sostenible, las regulaciones sólidas y el compromiso de los inversionistas con dirigir el financiamiento a aquellas empresas que están cumpliendo con los ESG en favor del medio ambiente, a la par que desestiman invertir en las que no están colaborando, tendrá un impacto significativo en la adopción de medidas ESG de manera generalizada.
El mayor aliciente debería ser evitar daños mayores a los que ya estamos experimentando derivados de la crisis climática, así como asegurarnos de que los efectos de esta no causen crisis humanitarias y acrecienten las desigualdades, además de provocar debacles económicas a nivel mundial, mucho más costosas que actuar hoy. No obstante, parece que las empresas requieren de sanciones, regulaciones y vetos de inversionistas para animarse a ser socialmente responsables.
