Katherine Phillips, en un artículo en la web de la escuela de Negocios de Columbia, divulga los resultados de su último trabajo, junto a Sun Young (Sunny) Kim de la Universidad de Northwestern, basado en dos experimentos diseñados para visualizar cómo se percibe la diversidad relacionada con la ética.
La investigación de Philips muestra cómo la diversidad corporativa es relacionada con un comportamiento más ético. La investigadora sugiere conexiones entre diversidad, equidad y la igualdad mostrando cómo los grupos de trabajo homogéneos tienden a ser más conformistas y mantienen a veces un comportamiento cuestionable por el afán de llevarse bien.
El experimento implicó una serie de preguntas acerca de dos casos armados con fines investigativos. El primer caso consistió en una empresa de 200 empleados que contaría con 40% de mujeres en su plantilla y 47% de personas negras, asiáticas y latinas. El segundo caso es el de una empresa con igual numero de empleados que solo contaría con un 5% de personal femenino.
Ambos casos fueron presentados a los encuestados como involucrados en denuncias por comportamientos cuestionables que ponían en duda la ética de la empresa.
Los investigadores pidieron a los participantes que midan en una escala de 1 a 7 una serie de preguntas como: ¿Cuánto cree usted que esta empresa actuó siguiendo su propio interés? ¿Cuánto cree que esta empresa se arrepentiría de su decisión? ¿Cuánto cree usted en los valores de esta empresa ética? ¿Cómo cree usted que esta empresa debería ser penalizada?
Los resultados mostraron que una mayoría de los encuestados consideraron a la empresa del primer caso como más ética que la otra. “Los participantes eran menos propensos a percibir que la empresa diversa estaba actuando en su propio interés y eran más propensos a creer que la empresa era menos culpable que una empresa no diversa, frente a los mismos rumores». “Los participantes consideraron que la firma era de hecho más ética, que lamentaba más sus decisiones, y que debía ser penalizada menos por ese comportamiento», dice Phillips.
Para comprobar que el tema de la diversidad impactó en la percepción sobre el comportamiento de las empresas, los investigadores introdujeron un giro en su segundo estudio.
Se repitió el procedimiento y los participantes volvieron a elegir al grupo de trabajo diverso como más ético. “Las personas fueron mucho más propensas a percibir que una empresa diversa, con un equipo de trabajo diverso, estaba interesada realmente en la erradicación de la mala conducta.»
Eso sugiere a Phillips que las empresas deberían considerar la composición de su personal y asegurarse de tener una plantilla equilibrada valorando la diversidad como eje clave para infundir confianza en los consumidores.
La diversidad contribuye a una mayor percepción de la ética.
Para la investigadora se estaría frente una especie de efecto de halo, que hace que “las personas perciban cuando una empresa ha tomado acciones para contratar a una fuerza de trabajo diversa asumiendo que se debe a una mayor preocupación por temas de equidad, ética e igualdad”. “Sin embargo, aunque se difunda el perfil diverso de la empresa la gente puede ver que la compañía es más homogénea de lo que parece”.
Exiten argumentos convincentes para impulsar la diversificación. «Cuando las empresas son demasiado homogéneas se crean ambientes donde las personas están más preocupadas por conformarse que por resolver los problemas. En consecuencia, las personas pueden ser más propensos a ser presa de conductas contrarias a la ética «, señala Phillips. » Las empresas también necesitan los controles y equilibrios que proporciona la diversidad «.
Katherine Phillips, profesoar de Liderazgo y Ética en la División de Gestión de la Escuela de Negocios de Columbia.
Fuente: ComunicaRSE