Investigadores islandeses han desarrollado un método para limitar las emisiones de CO2 a la atmósfera mediante su transformación en material sólido.
Según explica la web Quartz, se trata de un proceso de mineralización que se consigue mezclando el CO2 con agua y sulfuro de hidrógeno e inyectándolo todo en el suelo, donde una reacción con la tierra provoca la conversión en roca.
Hasta el momento, la ubicación del Co2 en lugares subterráneos no era del todo segura por el riesgo de fugas, pero al realizar dicha mezcla e inyectarla en basalto, una roca prácticamente impermeable y que se forma al enfriarse la lava volcánica, los científicos comprobaron que el método era mejor.
Y más rápido de lo que creían, ya que si bien pensaron al principio que el proceso iba a tardar una década, descubrieron que a los dos años el 95% del gas ya era sólido. Así lo han constatado en un artículo en Science.
Por ahora los ensayos se han realizado solo en Islandia, pero los investigadores aseguran que podrían llevarse a cabo en otros lugares del mundo. Apuntan, por ejemplo, al Pacífico Noroeste, una región en el noroeste de Norteamérica.
Fuente: 20 minutos