La norma de calidad ISO 26000 ha ganado terreno en el mundo corporativo global, pero su aplicación en empresas familiares aún resulta compleja porque ese tipo de compañías requieren guías prácticas de responsabilidad social con enfoque específico.
Hans Kröder, director general de Learn2improve -organismo dedicado a la implementación y divulgación de la ISO 26000 para el desarrollo sustentable-, afirmó que las compañías de 50 personas o menos requieren una versión simplificada de esa norma para cumplir de manera óptima con los objetivos que establece.
Al presentar un diagnóstico de la ISO 26000, en el marco del Congreso Internacional Responsabilidad Social Corporativa, Kröder recordó que el modelo tardó 10 años en desarrollarse y aseguró que en México se trabaja para desarrollar un esquema que otorgue el título de campeón a las empresas que lo asuman.
En ese proyecto trabajan el Instituto Mexicano de Normalización y Certificación, la Dirección General de Normas, la promotora ACCSE, el National Mirror Comitee y el Instituto de Normalización de Holanda, precisó.
El modelo de Global Reporting Initiative usado por grandes corporativos, agregó, no garantiza que la ISO 26000 se aplique correctamente y la relevancia de los temas de la norma dependen del sector de la empresa.
Kröder puntualizó que la norma de responsabilidad social busca mejores condiciones globales, la salud de las nuevas generaciones y generar más ganancias para las empresas mediante políticas responsables que emanan de la transparencia, el respeto a los involucrados, el cumplimiento de los aspectos legales y los derechos humanos de los consumidores.
Los retos
Para Marco Iván Escotto, director adjunto del Centro de Estudios para la Gobernabilidad Institucional del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (CEGI-IPADE), la ISO 26000 enfrenta dos obstáculos: que sea voluntaria y que deba pagarse por su contenido.
La norma, lanzada a finales del año pasado a nivel global, no ha logrado permear en las empresas del mundo, debido en parte a la falta de difusión a nivel masivo y al poco conocimiento que se tiene de ella incluso entre expertos de los temas empresariales, aunque los tiempos todavía están dentro de los parámetros que marca la implantación de cualquier ISO, mencionó.
El objetivo inmediato es que los grandes corporativos se acerquen a ella para que se dé un efecto cascada hacia los pequeños negocios; Escotto dijo desconocer si alguna empresa en el país está evaluando su implementación.
Fuente: El Economista, p 38.
Por: Hugo Valenzuela.
Publicada: 5 de julio de 2011