La ISO 9001 es la norma más popular del mundo para la gestión de la calidad y atraviesa actualmente por un proceso de revisión que se anticipa concluirá en septiembre de 2015.
Actualmente, hay más de un millón de organizaciones certificadas bajo estos lineamientos en el mundo, de acuerdo con datos del Instituto Mexicano de Normalización y Certificación (IMNC).
El éxito de esta norma, para el IMNC, se debe a que establece una plataforma y lenguaje comunes entre las organizaciones al hablar de calidad.
A pesar de eso, su potencial de crecimiento es enorme pues apenas una de cada mil empresas a nivel global cuenta con la certificación, informa la consultora en sistemas de gestión Grupo Alianza Empresarial.
Desde su publicación, en 1987, la ISO 9001 ha sido revisada en varias ocasiones. La norma vigente es la ISO 9001:2008, cuya certificación debe renovarse cada tres años y exigirá que las empresas que busquen mantenerla migren a la ISO 9001:2015.
Aunque aún no se publica el borrador final de la norma ya se conocen materiales previos que han permitido identificar cuáles serán los cambios clave en la nueva ISO, entre ellos no ha pasado desapercibida la influencia que ha tenido la ISO 26000, guía no certificable en responsabilidad social, en los trabajos de revisión.
Entre los conceptos que la ISO 9001:2015 adopta o a los que les da nuevo protagonismo encontramos “gestión de riesgos”, “enfoque al cliente” y “partes interesadas”, terminología vinculada por tradición al ámbito de la responsabilidad corporativa.
Amplía su influencia
De acuerdo con la firma de capacitación y certificación BSI México, la ISO 9001:2015 hace un énfasis nuevo en la necesidad de que los directivos comprendan las expectativas de los grupos relevantes para la empresa e introduce el concepto “partes interesadas”.
Aunado a los requisitos reglamentarios y de entidades legales que deben cumplir las organizaciones, la nueva norma destaca los requisitos de los clientes como otras exigencias que deben ser determinadas y cumplidas.
Incluye como nuevo requisito: “determinar, presentar y mantener el conocimiento para satisfacer continuamente las necesidades del cliente y mejorar su satisfacción en general”, además de que exige a las empresas mejorar la comunicación con sus consumidores o clientes, cita BSI México.
La ISO 9001:2015 también considera la gestión de procesos, por lo que de ahora en adelante todas las organizaciones tienen que determinar los riesgos de su operación y contar con mediciones para asegurar su operación eficaz.
Así, las empresas tendrán que detallar un mapa de riesgos, tanto internos como externos, que les permita estar preparadas ante situaciones de contingencia.
También hace énfasis en asignar responsabilidades por la gestión de los procesos.
La certificación en ISO 9001 toma entre seis meses y un año para las empresas, de acuerdo con BSI México, por lo que las organizaciones interesadas aún pueden llevar a cabo el proceso bajo la herramienta 2008 y aprovechar el periodo de transición por la nueva norma.
Las compañías certificadas con la ISO 9001:2008 tendrán hasta septiembre de 2018 para hacer los cambios necesarios y migrar a la ISO 9001:2015.